Muere a los 105 años Marianne Sayn-Wittgenstein-Sayn, la 'mamarazza' que retrató a Juan Carlos I, Felipe VI y Grace Kelly
La princesa Marianne Sayn-Wittgenstein-Sayn falleció este domingo a los 105 años dejando un gran legado fotográfico
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El Gotha europeo ha perdido a una de sus grandes damas. Este domingo, fallecía a los 105 años la princesa Marianne Sayn-Wittgenstein-Sayn, conocida cariñosamente como la 'mamarazza' de Europa por haber retratado durante décadas a lo más exclusivo de la alta sociedad. Matriarca de la familia alemana, fue una mujer adelantada a su tiempo que documentó cámara Leica en mano la época más glamurosa de la realeza europea.
Entre sus más célebres retratos figura uno del rey Juan Carlos I de España. Su amistad con la reina Sofía y su acceso a la Casa Real española le permitió retratar al Rey emérito en su juventud, cargando sobre sus hombros a un pequeño infante Felipe, actual rey de España. También fotografió a Dalí en su casa de Cadaqués y a otros rostros conocidos como Andy Warhol, Maria Callas o Audrey Hepburn.
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Marianne no era una paparazzi al uso, era la fotógrafa de la aristocracia. Su apodo de 'mamarazza' se lo dio la princesa Carolina de Mónaco, aludiendo a su pasión por fotografiarlo todo con esa mezcla de espontaneidad y sofisticación. Durante décadas, Marianne se movió entre castillos, palacios, y estudios de artistas con la misma soltura con la que fotografiaba a Grace Kelly, Jackie Kennedy o la reina Silvia de Suecia.
Nacida en 1919 en Weimar, Austria, su padre era el barón Friedrich de Mayr-Melnhof, y su madre era la condesa María Ana de Merano, descendiente directa del archiduque Juan de Austria y, por tanto, bisnieta de la emperatriz María Teresa. Se casó en 1942 con el príncipe Ludwig Sayn-Wittgenstein-Sayn, con quien tuvo cinco hijos, Yvonne, Alexander, Elisabeth, Teresa y Peter. Tras la trágica muerte de su esposo en 1962, Marianne asumió la responsabilidad de gestionar el patrimonio familiar y continuó su pasión por la fotografía.
Su apellido es muy conocido en España por la relación de amistad entrañable de don Juan Carlos con Corinna Sayn-Wittgenstein-Sayn. Y es que la empresaria estuvo casada con Casimir, uno de los hijos de Alexander, jefe de la casa, y por lo tanto nieto de la difunta. Así pues, el hijo de Corinna Larsen, también llamado Alexander, está ahora de luto, ya que la fallecida es su bisabuela.
Su legado fotográfico, que cuenta con más de 300.000 imágenes, es uno de los tesoros visuales más ricos de Europa. En 2021, el Museo Leopold de Viena organizó una gran exposición en su honor, celebrando su centenario con una muestra que repasaba su trayectoria.
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La última imagen que tenemos de Marianne es de diciembre, cuando sopló 105 velas. El Palacio de Sayn aprovechó la ocasión para compartir una imagen de la princesa y también informar de que había podido conocer a una nueva bisnieta. "Con buena salud, la princesa Marianne Sayn Wittgenstein Sayn celebra hoy su 105 cumpleaños rodeada de su familia en su apartamento de Múnich. La fotógrafa, conocida como "mamarazza", gran dama de la sociedad, quedó sorprendida por una linda noticia estos días: hace una semana añadió un nuevo miembro a su familia. Anunciata, primera hija del príncipe Casimir y de la princesa Alana, padres también de Salentin y George", escribían en redes sociales.
De momento no hay información acerca de la celebración del funeral de Marianne, lo que está claro es que, dados sus lazos, contará con numerosas presencias royals.
El Gotha europeo ha perdido a una de sus grandes damas. Este domingo, fallecía a los 105 años la princesa Marianne Sayn-Wittgenstein-Sayn, conocida cariñosamente como la 'mamarazza' de Europa por haber retratado durante décadas a lo más exclusivo de la alta sociedad. Matriarca de la familia alemana, fue una mujer adelantada a su tiempo que documentó cámara Leica en mano la época más glamurosa de la realeza europea.