El cambio de actitud de Máxima de Holanda en Sudáfrica: de su "mal humor" a la llegada a mover las caderas en un acto oficial
La reina Máxima ha iniciado su visita a Sudáfrica con algo más que reuniones oficiales: un aterrizaje tenso, una negativa a las cámaras y, horas después, un giro radical con bailes y sonrisas
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Tras su asistencia el pasado domingo a la misa de inicio del pontificado del Papa León XIV en el Vaticano, Máxima de Holanda puso rumbo a Sudáfrica. Allí tiene previsto permanecer tres días cumpliendo con su papel como Defensora Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la Salud Financiera. Y tal como informan varios periodistas neerlandeses, su llegada a Ciudad del Cabo este lunes por la noche no estuvo exenta de polémica.
Y es que, aunque eran numerosos los fotógrafos acreditados que aguardaban su llegada en el aeropuerto con la intención de captar imágenes del momento, la reina de los Países Bajos se negó rotundamente a ser fotografiada. Así lo relata el periodista Rick Evers en sus redes sociales, dando a entender que la reina no se encontraba de buen humor.
Koningin Máxima is vanavond geland in Kaapstad, Zuid-Afrika. Media die door RVD naar luchthaven werden begeleid om haar aankomst vast te leggen, kwamen van koude kermis thuis: Hare Majesteit wenste niet dat er foto’s gemaakt zouden worden! Mooie start…@unsgsa @koninklijkhuis pic.twitter.com/5DfTokatey
— Rick Evers (@RickEversRoyal) May 19, 2025
“La reina Máxima aterrizó esta noche en Ciudad del Cabo. Los medios oficiales que fueron escoltados al aeropuerto para informar sobre su llegada se mostraron decepcionados: Su Majestad estaba de mal humor y no quiso que le tomaran fotos. Qué buen comienzo”, ironizaba Evers en su publicación, dejando entrever cierta sorpresa por la actitud inusual de la reina.
El motivo de esta negativa sigue siendo un misterio. Máxima suele mostrarse accesible con la prensa durante sus viajes internacionales, incluso en aquellos momentos en los que no va perfectamente peinada o maquillada. De hecho, ha sido aplaudida en numerosas ocasiones por su cercanía y naturalidad, características que le han granjeado una imagen positiva más allá de las fronteras neerlandesas.
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Según Evers, la reina estaba visiblemente molesta a su llegada, aunque ese estado de ánimo cambió radicalmente al día siguiente. Este martes, durante su primera aparición oficial en suelo sudafricano, Máxima se mostró cercana, sonriente y relajada. Ni rastro del mal humor que, según los medios, marcó su aterrizaje.
Es más, la reina protagonizó unas imágenes especialmente simpáticas bailando al ritmo de la música local junto a un grupo de ciudadanos, dejando claro que, al menos en lo público, su actitud había dado un giro de 180 grados. Para esta jornada, eligió un conjunto azul marino de Dries van Noten, compuesto por una blazer cruzada y un pantalón de pernera amplia, que combinó con un bolso de la firma Marn
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Durante su visita, pudo conocer de primera mano el funcionamiento de un stokvel, una forma de asociación informal de ahorro o crédito muy popular entre las comunidades de bajos ingresos en Sudáfrica. Estos grupos permiten a los vecinos aportar dinero periódicamente con fines colectivos, fomentando la colaboración y el empoderamiento económico.
Así que, tras un aterrizaje con pocas ganas de focos, la reina Máxima ha conseguido reconducir la narrativa en tiempo récord. Del mal humor en el aeropuerto a los bailes con lugareños, todo en menos de 24 horas. Una transformación digna que ,demuestra que cuando se trata de dominar el arte del gesto público, pocas como ella. Porque si algo ha quedado claro es que, mal humor mediante, Máxima sigue sabiendo cómo meterse a todos en el bolsillo… incluso sin querer fotos.
Tras su asistencia el pasado domingo a la misa de inicio del pontificado del Papa León XIV en el Vaticano, Máxima de Holanda puso rumbo a Sudáfrica. Allí tiene previsto permanecer tres días cumpliendo con su papel como Defensora Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la Salud Financiera. Y tal como informan varios periodistas neerlandeses, su llegada a Ciudad del Cabo este lunes por la noche no estuvo exenta de polémica.