Muere Virginia Giuffre, la mujer que acusó a Jeffrey Epstein y al príncipe Andrés de abusos sexuales

Virginia Giuffre, una de las voces más emblemáticas en la lucha contra la explotación sexual y quien denunció públicamente los supuestos abusos de Jeffrey Epstein y del príncipe Andrés, ha fallecido a los 41 años. Según ha confirmado su familia en un comunicado, se quitó la vida, el viernes, en su residencia de Neergabby, en Australia. Apuntar que hace aproximadamente un mes, la activista reveló, a través de sus redes sociales, que había sido atropellada por un autobús y que, según los médicos, le quedaban "cuatro días de vida".

"Con el corazón profundamente roto anunciamos que Virginia falleció anoche en su granja en Australia Occidental", ha expresado su familia en la misiva. También han querido recalcar la importancia de su figura contra la explotación sexual: "Se suicidó tras ser víctima de abuso sexual y trata de personas durante toda su vida. Virginia fue una guerrera feroz en la lucha contra el abuso sexual y la trata de personas. Fue la luz que animó a tantos sobrevivientes. Al final, el costo del abuso es tan alto que para Virginia se volvió insoportable".

Desde muy pequeña, su vida estuvo marcada por el abandono y el abuso sexual. Entre 2000 y 2002, fue víctima de una red de tráfico sexual en la que fue explotada por Jeffrey Epstein en distintos lugares como Palm Beach, Nueva York y una isla privada en el Caribe perteneciente al magnate. Años después, interpuso una demanda contra el príncipe Andrés, hermano del rey Carlos III, acusándolo de haber abusado sexualmente de ella en tres ocasiones, cuando todavía era menor de edad.

Acuerdo extrajudicial

Todo estalló en 2019, cuando Epstein fue detenido y apareció, a las pocas horas, muerto en su celda. Las continuas críticas que tuvo el príncipe Andrés por su vínculo con el magnate y las acusaciones de Giuffre motivaron que concediera una entrevista, a la BBC, para lavar su imagen. Sin embargo, tuvo el efecto contrario y terminó, en cierta parte obligado para que la credibilidad de la realeza británica no cayese en picado, renunciando a sus funciones institucionales. Algo que sigue a día de hoy.

Como decíamos, este escándalo supuso el principio del fin del príncipe Andrés, quien negó las acusaciones. Lo último fue que antes de llegar a juicio -la joven presentó una demanda contra su persona-, trascendió el acuerdo extrajudicial al que llegaron. Según publicó la prensa británica, ascendía a 12 millones de libras esterlinas -cerca de 14 millones de euros-. También apuntaron que tendría que llevar a cabo una generosa donación a la organización que creó Virginia Giuffre para dar soporte a las víctimas de abusos sexuales.