Carlos III y la reina Camila presiden la misa de Pascua: dos notables ausencias y la presencia del príncipe Andrés

Como marca la tradición, este domingo, la realeza británica se ha reunido en la capilla de San Jorge, ubicada en el castillo de Windsor, para asistir a la misa de Pascua. Carlos III, que ya está en activo tras los ingresos hospitalarios que le obligaron a ausentarse de sus deberes reales, ha presidido el acto junto a su esposa, la reina Camila. Así, se ha mostrado de lo más cercano y afable con los ciudadanos que se han desplazado hasta allí para esta cita tan importante en su calendario.

El monarca británico se ha mostrado animado. Algo que evidencia que se encuentra mucho mejor. Señalar que hace unas semanas se vio obligado a ingresar en un centro hospitalario debido al cáncer que padece. De este modo, esta nueva aparición pública marca un nuevo paso en su recuperación después de que el pasado jueves liderase el tradicional Royal Maundy en la catedral de Durham. En dicha ceremonia se reconoció el servicio a la comunidad de varios ciudadanos de avanzada edad.

Aunque los monarcas han acaparado todas las miradas, han sido notables las ausencias del príncipe Guillermo, Kate Middleton y los tres hijos que han tenido fruto de su matrimonio: George, Charlotte y Louis. En los últimos días, los tabloides británicos ya avanzaban que los príncipes de Gales habían optado por disfrutar de los días de vacaciones en Anmer Hall, la residencia que tienen en propiedad en el campo y que fue un regalo de bodas de la difunta Isabel II. Apuntar que tampoco acudieron el año pasado, cuando la princesa estaba recibiendo quimioterapia.

Aunque esto no significa que Carlos III y la reina Camila hayan sido los únicos integrantes de la realeza británica que se han desplazado hasta la capilla de San Jorge. Junto a ellos, se han dejado ver la princesa Ana, el príncipe Eduardo, Sarah Ferguson y Eugenia de York. También el príncipe Andrés, que en las últimas semanas se ha visto envuelto en un nuevo escándalo por su vínculo con un supuesto espía chino. Incluso el asunto salpicó al monarca y se vio obligado a pronunciarse para defender que no estaba involucrado.

Tras el acto religioso, todos los miembros de la realeza británica que se encontraban presentes, han regresado al castillo de Windsor, donde, como es costumbre, se ha servido cordero asado. Señalar que antaño, la jornada también incluía la célebre búsqueda de huevos de Pascua, una actividad festiva que suele llevarse a cabo en los distintos terrenos de las residencias reales, abierta también a aquellos ciudadanos que quiera acudir.