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La fórmula matemática del dr. Amselem para el rejuvenecimiento perfecto del rostro
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La fórmula matemática del dr. Amselem para el rejuvenecimiento perfecto del rostro

El tiempo pasa para todos. Y tiene la mala costumbre de hacernos envejecer. Hasta hace solo unos años, revertir el orden natural de las cosas pasaba inevitablemente por el quirófano.

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El tiempo pasa para todos. Y tiene la mala costumbre de hacernos envejecer. Hasta hace solo unos años, revertir el orden natural de las cosas pasaba inevitablemente por el quirófano. Pero ahora los procedimientos estéticos de última generación han conseguido frenar el proceso y acercarnos, cada vez más, a algo parecido a la juventud eterna. En cuestión de minutos y sin postoperatorios de ningún tipo.

Bótox, vitaminas, ácido hialurónico, hidroxiapatita cálcica, ácido poliláctico, poliprolactona… Manejar con maestría las nuevas inyecciones para rejuvenecer es la clave del éxito de cualquier intervención de este tipo. Y combinarlas en las dosis adecuadas también. Porque la perfecta arquitectura del rostro rejuvenecido es una fórmula matemática que tiene en cuenta la estructura tridimensional de la cara y cuenta con un poco de cada cosa, pero siempre en su justa medida. La ha creado el doctor Moisés Amselem tras una investigación de más de 10 años. Su nombre: Rejuvenecimiento Facial Integral (RFI), un planteamiento estético que revisa todos y cada uno de los factores que intervienen en el proceso de recuperar la juventud en el rostro y que surge de sumar cuatro factores decisivos. "Es una forma de abordaje de este protocolo que parte de una fórmula, creada por mí hace muchos años, y que resume todas las posibilidades de acción frente a una estructura tridimensional, como es el rostro humano", explica Moisés Amselem.

Porque, en su opinión, hay un denominador común en todo el cuerpo: "Toda zona que pierde volumen es una zona que se descuelga". Ypara recolocarla en su sitio sin perder naturalidad y sin efectos extraños, no basta con pinchar cualquier cosa. Para hacerlo bien, para que el resultado sea bueno y no se produzca una desconfiguración del rostro original, hay tener presentes estos cuatro factores. El doctor los denomina las cuatro 'erres'del rejuvenecimiento.

La primera sería la 'erre'de relleno."Con ella nos referimos al puro efecto de relleno en sí, ya sea en una arruga o en un surco", explica Amselem. La segunda es la reestructuración metabólica de la piel. Se trata de su mejora a largo plazo y parte de las sustancias con las que se rellena: ácido hialurónico por su efecto hidratante y antioxidante, pero, sobre todo, inductores de colágeno, como Radiesse, Sculptra o Ellansé, que trabajan de forma diferente. "Lo que buscan es producir una acción sobre el fibroblasto para que este genere su propio colágeno, elastina y ácido hialurónico", apunta. Hay que esperar hasta tres o cuatro meses para ver su resultado (aunque se inyectan con sustancias de efecto flash que mejoran el rostro desde el principio), pero los efectos duran hasta un año.

La tercera 'erre'es la de resituación de las estructuras, lo que es el efecto lifting en sí, que va siempre de abajo arriba. Esta 'erre'va íntimamente ligada a la cuarta, la reproyección de volúmenes perdidos. Antes de subir una zona, hay que recolocar también las que se han hundido alrededor: pura arquitectura facial y la diferencia esencial entre un rejuvenecimiento bien hecho y una cara irreconocible. "Para mí, intentar tensar sin reproyectar los planos perdidos no tiene ningún sentido. Si no se tienen en cuenta estos dos aspectos, suceden cosas como que la gente piense que se le está cayendo el párpado cuando en realidad lo que ha perdido es volumen en la zona de la ceja y al hacerlo, descuelga el ojo. O frenar un músculo con toxina botulínica cuando en realidad lo que necesita es compensar las pérdidas de volumen que ha sufrido en una zona concreta, no detener el movimiento de esa zona".

Para llevar su fórmula a la acción el dr. Amselem trabaja en los tres tercios de la cara con técnicas desarrolladas por él mismo y que ha presentado con gran éxito en los principales congresos de medicina estética del mundo. La zona superior, que abarca la frente y el contorno de ojos, se trabaja con su 'técnica horaria': es la realización figurada del dibujo de un reloj sobre el ojo para decidir los puntos en los que conviene aplicar la inyección. Con ella se consigue difuminar las arrugas en el contorno de los ojos, las cejas y la frente, pero también se elevan los párpados caídos y desaparecen las ojeras.

En el tercio medio de la cara, el dr. Amselem practica otra técnica de creación propia: la denominada del 'palo de hockey', que consiste en la aplicación de ácido hialurónico en pequeños pinchazos desde la zona de los pómulos hasta la sien. Con ella consigue recolocar volúmenes y, de paso, atenuar los surcos nasogenianos sin necesidad de rellenos. En el tercio inferior, mandíbula y cuello, se utiliza la técnica vectorial para infiltrar ácido hialurónico, con lo que se consigue una sujeción laterofacial que devuelve su forma original al óvalo y reafirma todas las zonas caída.

Y lo mejor es que todo se lleva a cabo en consulta, a base de microinyecciones con microcánulas de punta redondeada que evitan los hematomas. Un rejuvenecimiento total que se consigue con sustancias reabsorbibles y que cuyos resultados pueden durar entre seis meses y un año.

Dónde:

Clínica del dr. Moisés Amselem

C/ Antonio Maura, 7- bajo derecha. Madrid

Tel.: 91 521 09 74

El tiempo pasa para todos. Y tiene la mala costumbre de hacernos envejecer. Hasta hace solo unos años, revertir el orden natural de las cosas pasaba inevitablemente por el quirófano. Pero ahora los procedimientos estéticos de última generación han conseguido frenar el proceso y acercarnos, cada vez más, a algo parecido a la juventud eterna. En cuestión de minutos y sin postoperatorios de ningún tipo.

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