La doctora (de las 5R) que rejuvenece en cinco fases sin pasar por el quirófano
Una experta a la que no le gusta ver caras transformadas, que respeta la belleza y la mantiene en su mejor estado. Así es la médica estética que va a revolucionar el retoque facial
La doctora Ruth García Moro tenía muy claro desde pequeña que quería ser médico. Estudió la carrera y se especializó en medicina estética. “No lo dudé. Era lo que me gustaba”. Unido a su profesión estaba también su don para las Bellas Artes, modelar con barro y pintar. Quizá esta cualidad artística le ha servido para tener una visión de conjunto a la hora de atender a sus pacientes tanto en Valencia como en la clínica Neolife de Madrid, donde es responsable del área facial y corporal. “Es importante el tratamiento global desde dentro y desde fuera”.
La clave de su técnica son cinco R y su significado lo explica García Moro: “Las letras representan lo que hacemos: regenerar, redensificar, reposición, relleno y restitución. Cada parte de los tratamientos que ofrecemos en Neolife deben ser naturales y regenerativos. Esa es la base, además de la prevención. Tenemos muchos materiales de trabajo y cada uno con sus características determinadas para cada caso. No me gusta limitarme, creo que cada paciente tiene sus necesidades. Hay algunos que sirven para dar volumen, otros para tensionar y siempre empezamos regenerando y utilizando diferentes escalones que complemento con terapia hormonal sustitutiva”. Asegura que lo interesante para que los resultados sean óptimos es tratarse dos veces al año.
Con la edad, las hormonas, los minerales y la alimentación que llevamos alteran nuestra naturaleza. A través de una analítica valoramos para procurar que estén en unos niveles óptimos porque de esa manera los tratamientos posteriores van a ser más efectivos. La edad, el estilo de vida y los genes son elementos que tienen mucha importancia en nuestra evolución. Por ello es importante trabajar con una técnica que vaya de dentro hacia afuera. La doctora García Moro explica: “Hay que hacer un estudio global para ver cómo está la piel. Y hay que tener en cuenta que debemos cuidarnos desde la adolescencia. Yo a mis hijos les invito a usar protección solar, una prevención tópica y oral son básicas para evitar daños futuros. Este dato es importantísimo: el 90 por ciento de daño en la piel es por exposición sin prevención al sol”.
El protocolo de la doctora García Moro para trabajar en multicapas consta de varias fases:
Fase 1
Regeneración. Hay que utilizar materiales autorregenerativos no reparativos. Una reparación es una cicatriz. Regenerativo es que la piel quede uniforme sin señales.
La piel tiene colágeno, ácido hialurónico y hay que procurar esas sustancias para obtener una dermis jugosa. ¿Cómo se consigue? Tratando por multicapas. Preparar al paciente con ácidos alfahidroxiácidos, retinol, de tal forma que la piel se va descamando y provoca un cambio de pH.
Fase 2
Peeling. Después de las anteriores fases, la piel ya está preparada y se van a conseguir unos resultados mayores sin efectos adversos. Los pacientes pueden seguir su vida normal una vez que salgan de la clínica.
Fase 3
Actuar en la dermis con mesoterapia. Inyectar factores de crecimiento, vitaminas, coenzimas, péptidos biomiméticos. Sustancias que van a ayudar a regenerar esa piel que va perdiendo todas sus características por la edad. Todo esto a través de unas agujas ultrafinas y cánulas. Se añade una máscara de factor de crecimiento epidérmico y luz led.
Fase 4
Aplicamos terapia fotodinámica, que tiene un poder antienvejecimiento y antinflamatorio importante.
Fase 5
Cuidamos la piel con activos que tienen un efecto inmediato sobre la piel como el ácido hialurónico. También con otros como los factores de crecimiento, que tardan unos días en verse los resultados pero son igual de efectivos. En esta fase tenemos en cuenta que con el paso de los años la musculatura facial se atrofia y hay que hacer la regeneración volumétrica con colágeno joven. Se observa un cambio total de la piel.
Fase 6
La clave de todas estas fases será un mantenimiento cada seis meses y revisamos en esas visitas el estado de la piel y los productos tópicos (cremas) que aplicamos en casa tras todos los tratamientos. De cara al verano cambiamos la prescripción a fórmulas regeneradoras y por fotoprotección.
¿Y dónde queda el bótox?
En cuanto a la toxina botulínica, la doctora asegura que además de paralizar el músculo tiene capacidad regenerativa: “Al estar la piel en reposo y dejar de tener estrés, lo que sucede es que aumenta su capacidad para regenerarse. El bótox tiene su lugar. Y forma parte del tratamiento global".
Una historia 'real'
La doctora García Moro no es la primera mujer de su familia que estudió medicina. Su madre fue médico anestesista y fundó la primera Unidad de Dolor ecoguiada de España. Su tía acabó la carrera en 1963 y ejerció en Marruecos durante muchos años. La mayor parte en Fez, en el hospital IBN Al Khatib, dirigido por médicos franceses. Uno de ellos la recomendó como especialista para ocuparse de la clínica del palacio del rey Hassan.
“Ser una mujer de 24 años (pero parecía 18) la condicionó a vivir situaciones muy especiales no solo en palacio, sino también con la colonia europea. Estamos hablando de los años sesenta, donde la mujer se dedicaba a sus labores y a su familia”, cuenta la sobrina Ruth, añadiendo que su vocación le viene “casi por genética”.
La doctora Ruth García Moro tenía muy claro desde pequeña que quería ser médico. Estudió la carrera y se especializó en medicina estética. “No lo dudé. Era lo que me gustaba”. Unido a su profesión estaba también su don para las Bellas Artes, modelar con barro y pintar. Quizá esta cualidad artística le ha servido para tener una visión de conjunto a la hora de atender a sus pacientes tanto en Valencia como en la clínica Neolife de Madrid, donde es responsable del área facial y corporal. “Es importante el tratamiento global desde dentro y desde fuera”.