Plato Harvard: la medida ideal para una dieta equilibrada y una piel bella
Con menos de 10 reglas puedes seguir una alimentación equilibrada siendo consciente de todo lo que comes y sin pasar hambre. Carbohidratos, proteínas... ¿En qué cantidad debemos tomarlos?
¿Recuerdas aquella pirámide nutricional que casi grabaron a fuego en nuestras mentes durante la infancia? Sí, aquella que las revistas no se cansaban de recomendar y que se convirtió en un dogma que, tal cual, jamás cuestionábamos. Pues su forma -ya no es una pirámide, ahora es un círculo- y sus ingredientes han cambiado.
La nueva forma de clasificar y medir la cantidad y procedencia de los alimentos presentes en nuestra dieta es el plato Harvard. Investigadores de la universidad han desarrollado un modélico plato que incluye vegetales, aceites y proteínas saludables, granos integrales y frutas. De nuevo apostamos por la alimentación consciente.
Aunque su diseño pueda recordar al clásico plato combinado al que recurrimos cuando no tenemos tiempo o comemos en cualquier bar, todos y cada uno de los ingredientes del plato Harvard están perfectamente medidos y cuantificados para aportar los nutrientes necesarios para lograr una alimentación saludable.
El menú perfecto según el plato Harvard
Vegetales y frutas. Deben ser la base de toda dieta equilibrada y por ello deben conformar el 50% de nuestro plato. Pero cuidado, de ese grupo debemos sacar las patatas por el alto aporte de azúcar que supone su ingesta. Las patatas se deben incluir en la alimentación, pero siempre de una forma equilibrada, hay muchos guisos que abusan de su uso. Es decir, esta mitad del plato de verduras no pueden ser de patatas.
Cereales integrales. Los cereales no deben faltar en una alimentación equilibrada. Toca desterrar la idea de que los hidratos de carbono son malos. Cereales, pasta y granos, siempre integrales, aportan una menor cantidad de azúcar a la sangre. Los cereales deben ocupar una cuarta parte de tu plato. Le damos un ok al pan, pero que sea con harina integral, por favor.
Proteínas. Frente a la creencia popular, comer carne no es la única forma de incluir proteínas en nuestra alimentación. Para cumplir con ese cuarto del plato Harvard al que le corresponden las proteínas, se pueden incluir legumbres y nueces, además de pescado o pollo. Esto no significa que la carne quede prohibida, aunque sí debemos limitar su consumo.
Aceites. Aderezar el plato con aceite está permitido, siempre y cuando se trate de aceite vegetales, de oliva, girasol, maíz, cayena, etc., y huir de los aceites procesados. Es importante tener cuidado con las cantidades. Adereza tu plato Harvard con aceite, no lo embadurnes.
Bebidas bajas en azúcar. Para acompañar el plato, es recomendable beber agua, recordemos los 2 litros diarios que siempre se recomienda. Otra forma de incorporar el agua a nuestra alimentación es con la ingesta de bebidas como el té o el café, procurando añadir la menor cantidad de azúcar posible. Tampoco hay que abusar de los zumos de frutas ya que su concentración de azúcar es muy elevada.
Con estos sencillos tips y medidas: ½ plato para los vegetales y la fruta, ¼ para los cereales y ¼ para las proteínas, lograríamos crear el plato Harvard, el menú perfecto. A diferencia de la pirámide nutricional, en este plano no hay cabida para los dulces ni las bebidas alcohólicas y se especifica el tipo de proteínas y cereales recomendados.
¿Recuerdas aquella pirámide nutricional que casi grabaron a fuego en nuestras mentes durante la infancia? Sí, aquella que las revistas no se cansaban de recomendar y que se convirtió en un dogma que, tal cual, jamás cuestionábamos. Pues su forma -ya no es una pirámide, ahora es un círculo- y sus ingredientes han cambiado.
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