Combate los efectos de la alergia con buena cara

Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), más de ocho millones de españoles sufren en su propia piel las enfermedades alérgicas por pólenes. La peor pesadilla son, sin duda, las gramíneas, que afectan a casi 7 millones, seguidas por olivo, arizónica, plátano de sombra.

“Cuando una persona es alérgica a una sustancia, como es el polen en esta época, el sistema inmunitario responde a él porque lo concibe como algo nocivo. En este esfuerzo por protegernos, se desata una cascada de reacciones entre las que está la liberación de la histamina que actúa en zonas como los ojos, la nariz, la garganta, la piel o los pulmones, provocando los síntomas que todos entendemos como un brote de alergia”, explica la doctora María José Burgués, del centro Médico Estético Mesbur, en Huesca.

Los efectos más habituales ya los conoces: estornudos repentinos, irritación en los ojos, picores insospechados en cualquier parte (a veces acompañados de granitos), congestión nasal… Pero la buena noticia es que, en plena pandemia mundial, el uso de las mascarillas reduce hasta un 80% de los pólenes y polvo inhalados. Desde la SEAIC apuntan que la mejor elección para pacientes alérgicos son las FFP que cubren la nariz y la boca, filtran el aire y retienen las partículas que se encuentran suspendidas en él. El efecto es que se minimizan los síntomas y, por lo tanto, las consecuencias que tienen sobre tu persona.

Pero hay pequeños gestos con los que puedes afrontar la primavera en tu mejor versión. Te ayudamos a diseñar un plan beauty.

Cuestión de piel

Durante estas semanas, el órgano más grande del cuerpo (que supone la primera barrera de protección para tu organismo) se puede mostrar sensibilizado y alterado. Desde Bio-Oil nos dan la respuesta del porqué: la alta cantidad de alérgenos que hay suspendidos en el ambiente se posan sobre él y “pueden despertar su respuesta inflamatoria de defensa”. Esta réplica se presenta a través de rojeces, sensación de ardor, la aparición de prurito… Y unas intensas ganas de rascarte. Error. Si sucumbes a ese placer momentáneo, puede empeorar a través de la aparición de ronchas y arañazos. Estas pequeñas lesiones afectan a su capa protectora natural. La pueden debilitar, permitiendo incluso “la entrada de gérmenes que pueden crear infecciones”, sostienen.

Lo primero que debes hacer es acudir a tu médico para descartar posibles complicaciones y evitar salir a la calle (o incluso ventilar la casa) en la primera y la última hora del día, porque es cuando suele haber una mayor concentración de polen. Si estás en exteriores, procura vestir prendas ligeras que cubran, con el fin de que los pólenes no estén en contacto directo con la dermis. Y nada de tumbarte en la hierba. ¿Un truco? Busca referencias como HayMax Aloe Vera, de HayMax (14,50 euros), que se aplica en las fosas nasales y en el hueso orbital para atrapar la los alérgenos antes de que entren en el organismo, mientras regenera la piel. Además, al llegar a casa, cámbiate de ropa y date una ducha para eliminar las partículas de polen que hayan resistido.

Respecto a tu rutina beauty, Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8, normalmente recomienda “cambiarla y reducirla”. Ya que los productos que usamos a diario responden a unas necesidades de la tez, pero esas necesidades cambian en estas situaciones y los productos que usamos de forma continuada pueden resultar demasiado fuertes, intensificando los síntomas”.

Es importante que nunca te olvides de limpiarla con productos suaves como Cashmere Cleanser, de Omorovizca (64 euros, en The Singular Olivia), además de nutrirla e hidratarla para que sea capaz de afrontar la alergia en las mejores condiciones. También es aconsejable buscar referencias con activos oclusivos que refuercen la capacidad de barrera y reduzcan la irritación. Nos encanta Bio-Oil Gel para Piel Seca, de Bio-Oil (6,95 euros), que regenera, hidrata y nutre, además de ser apto tanto para el rostro como para el cuerpo.

Por último, alíate con fórmulas reparadoras que, además de calmar las zonas más dañadas, neutralicen las rojeces. Un ejemplo es la Crema Correctora Anti-enrojecimiento, de Yves Rocher (22,50 euros), que lo consigue en tiempo récord.

Fíjate en la dieta

Desde Pure Skincare Cosmecéutica identifican que, cuando suben los niveles de histamina, hay una serie de alimentos que puedes consumir como la manzana, el aguacate, las bebidas de avena o sésamo, las infusiones sin teína, la yema de huevo, las verduras de hoja verde, las legumbres (excepto los garbanzos)… ¿Prefieres plantearte una lista de comida a evitar? Debes incluir el chocolate, el café, el té, los mariscos, las conservas, algunas frutas (como fresas, naranjas o papayas), lácteos, frutos secos…

Cuida de tus ojos

El malestar ocular es frecuente y “las personas con alergias suelen frotar la zona para calmar el picor, lo cual genera irritaciones, pérdida de pestañas y cejas y aumenta el riesgo de infecciones y lesiones”, apunta Miriam Calvo, product manager de Belcils. Ella nos recuerda que la misión de las pestañas es proteger a los ojos de cuerpos extraños, como los ácaros o las partículas de polen, por lo que resulta esencial extremar la limpieza por la mañana pero, sobre todo, por la noche.

“Busca referencias suaves, que no contengan jabón y que no alteren el manto lipídico. Se deben elegir productos que estén específicamente formulados para ojos sensibles, con texturas fluidas y frescas, evitando las grasas”, apunta. Destaca la Espuma Limpiadora, de Belcils (13,39 euros) que también minimiza el picor. Tampoco debes olvidar realizar una limpieza de la parte interna del ojo con un suero fisiológico, sobre todo al llegar a casa. Y, por último, recuerda mantener una buena hidratación con la misión de reducir la característica sequedad ocular y la molesta sensación.

¿El truco extra? No prescindas de tus gafas de sol (“mejor si son envolventes”, apunta) ya que actúan como una pantalla de protección.

Los mejores trucos de maquillaje

Francisco Pérez, director de formación de Bobbi Brown y Mac, tiene las claves para minimizar los efectos dramáticos que las reacciones de nuestro sistema inmunológico dejan sobre el rostro:

1. Prepara bien la piel con referencias que, además de optimizar el tono y la textura, calmen las rojeces.
2. Elige una base de maquillaje de gran cobertura. Las fórmulas de última generación permiten resultados muy naturales. Su consejo es “aplicarlas con pequeños toques en zonas localizadas”.
3. Camufla tu nariz de Rudolf con un corrector denso de larga duración, y sácale el máximo partido con un pincel tupido y de fibras cortas.
4. Trabaja la mirada. Antes de aplicar el concealer, tratar la zona con un producto hidratante que descongestione. Además, elige una máscara waterproof que levante las pestañas y abra la mirada sin descamarse.
5. Juega con los pigmentos. “El complemento perfecto para contrarrestar la rojez de los ojos (o cualquier coloración del párpado) es utilizar un tono piel y preferiblemente en crema para evitar que el pigmento en polvo irrite”, sostiene. Su favorito es Long-Wear Cream Shadow, de Bobbi Brown (34,50 euros), en Vainilla.