¿Por qué tienes que hidratar la piel de tu cuerpo cuando llega el frío?
Parece que cubierta por capas de ropa, la piel sobrevivirá al invierno sin problemas. Pero no es así…
Reconócelo, en cuanto escondes tu piel bajo medias y pantalones, la hidratante corporal pasa a un tercer lugar en tus prioridades de cuidados corporales. Pero ahora, y no más que nunca, sino simplemente como haces en verano, debes cuidar toda la piel de tu cuerpo y te vamos a contar las razones.
¿No has notado que, a veces, la piel de invierno muestra un aspecto opaco y mustio, con zonas muy secas e incluso algo descamadas? El sentido común dice que si la mantenemos a cubierto del frío, el sol, la intemperie, oculta bajo capas de ropa –pantalones, botas, abrigos; vamos, el kit invernal en definitiva–, la piel vivirá esos meses como una reina y llegará a la primavera lista para deslumbrar.
Pero no es así. Primero, porque le prestamos menos atención: no exfoliamos ni hidratamos tanto como en verano porque, al fin y al cabo, no hay que reparar los daños causados por los días de playa. Pero, más allá de que bajemos la guardia, la piel se comporta de distinta forma según la estación. Ignacio Ortega, cirujano plástico y experto en estética de Face Clinic (faceclinic.es), nos revela unos cuantos detalles que conviene tener en cuenta.
La piel se deshidrata más
“En invierno, los capilares de la piel se contraen para evitar la pérdida de calor. Al mismo tiempo, las glándulas sebáceas tienden a hibernar y ralentizan la producción de sebo. ¿Conclusión? Hay una mayor deshidratación, sobre todo en las pieles secas, con lo cual el principal reto es mantenerla bien hidratada”.
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Cuidado con las duchas de agua muy caliente
Con el frío apetece subir la temperatura del agua, a veces hasta el punto de que corremos el riesgo de cocernos o hacernos al vapor. “El agua muy caliente provoca flacidez, por un lado; y por otro, los capilares tienden a dilatarse muchísimo y, si se rompen, se convertirán en arañas vasculares. Está absolutamente contraindicada en caso de varices o piernas pesadas. Aunque resulte menos confortable, lo ideal son las duchas de contraste, que consiste en comenzar con agua tibia (38º) y finalizar en las piernas con un chorro de agua fresca (22º)”.
Los consejos de un experto
“Hidratación diaria con una leche o loción para pieles normales. Las secas agradecerán aceites varias veces a la semana, y las grasas, fórmulas especiales para evitar la formación de granitos. En cuanto a la exfoliación, lo mejor es añadir unas gotas de aceite esencial de argán o romero o almendras dulces para suavizar sus efectos”.
Guante de crin de Magir. Para muchos dermatólogos, la forma más saludable de retirar las células muertas de la piel. ¿El secreto? Masajear suavemente, sin presionar (18,41 euros).
Crema reparadora de pies Atlantia. Los pies también sufren en invierno, así que no los olvides. Utiliza una crema específica para ellos como esta a base de aloe vera y utilízala por la noche, haciendo que penetre con un buen masaje, para que tus pies se vayan a dormir muy relajados (9,40 euros).
Manteca corporal de banana de The Body Shop. Las mantecas son la solución perfecta para suavizar esas zonas del cuerpo que más se resecan: rodillas, talones, codos. Utiliza cantidades muy pequeñas porque tiene una textura muy densa que hay que hacer penetrar con un masaje (16,50 euros).
Havana Blues Body Scrub, de & Other Stories. Delicados cristales de azúcar aromatizados con hoja de tabaco y jazmín y limón (15 euros).
Reconócelo, en cuanto escondes tu piel bajo medias y pantalones, la hidratante corporal pasa a un tercer lugar en tus prioridades de cuidados corporales. Pero ahora, y no más que nunca, sino simplemente como haces en verano, debes cuidar toda la piel de tu cuerpo y te vamos a contar las razones.