"Tengo olfato para el éxito": hablamos con Antonio Carmona

Cyrano de Bergerac o Góngora son grandes nombres del mundo del arte que, además de por su obra, se hicieron famosos por sus narices... ¿Recuerdas el ‘Érase un hombre a una nariz pegado, érase una nariz superlativa...?', se lo regaló Quevedo a su coetáneo. Es el caso de Antonio Carmona, el granadino, que reapareció el año pasado de la mano de C. Tangana en el 'Tiny Desk Concert', con más de 41 millones de visualizaciones desde su estreno en todas las plataformas. Un proyecto rompedor como el que nos presenta hoy. En el marco de los premios anuales de la Academia del Perfume, ha presentado una performance audiovisual única: una parodia informativa sobre los perfumes en el metaverso que se estrenará hoy en la gala de entrega de los galardones más esperados de la industria de las fragancias bajo el nombre de 'Smell News'. Recibe a Vanitatis para hablar de todo, de olores, de lo humano y lo divino...

Con Ketama fuisteis visionarios con el metaverso, una de vuestras canciones dice: “Vive la vida igual que si fuera un sueño…”. ¿A qué olerá ese mundo paralelo?

A recuerdos, nuestra memoria recurrirá a ellos para transportarte. Y aunque imagino que el metaverso no olerá en sí a nada, lo que no hemos olvidado nos ayudará a poner aroma a ese mundo irreal, digo yo.

¿Primer recuerdo olfativo?

Imagino que el que tenemos los seres humanos cuando nacemos. Ese olor a tu madre, que está al lado, es algo que nunca se borra de nuestro mapa olfativo, siempre se queda pegado a nosotros. Mi madre, por ejemplo, olía a frescura, a comida, a arroz, a potaje... Mi casa siempre huele a puchero y también un poco a flamenco.

¿A qué huele el flamenco?

A madera, la guitarra a brisa, a añejo, por los cantes antiguos. También desprende aroma a comida, porque el flamenco es disfrute, es comida y bebida.

¿Qué es para ti un problema de narices?

Muchos en el mundo. Me parece que el planeta está lleno de problemas. Pero sí que es verdad que tenemos uno muy grande, que es saber a qué hemos venido, uno que es común a todos los que estamos aquí. Todos hemos venido a decir algo en esta vida, todos somos grandes, de alguna manera, también el que es pequeño, el feo, el guapo, el que tiene la nariz pequeña y el que la tiene grande como yo. Todo el mundo tiene que decir algo en la vida, hemos nacido para eso.

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¿Qué te hueles que va a suceder en el futuro?

El futuro pinta bien, yo soy optimista y me gusta sentir que la vida va a ir a mejor, no va a ir a peor. Siento que siempre habrá una parte positiva que podrá con esa parte negativa.

¿Por qué una gran nariz en un hombre es atractiva y en una mujer supone una visita con el cirujano?

Creo que si la mujer tiene o nace con nariz grande, debe hacer como Rossy de Palma, que la lleva a gala. Nadie como ella para demostrar que es un atributo que puede marcar para bien tu personalidad. Pero sí, es un hecho que a los hombres les proporciona personalidad y a la mayoría de las mujeres dolores de cabeza.

La pirámide olfativa se divide en tres: notas de salida, corazón y fondo. ¿Cuáles son las de Antonio Carmona?

Mi salida fue empezar a tocar desde que era pequeño, desde que tengo ocho años me ponían en los sitios a tocar, en cualquier bautizo, boda... y de ahí empecé a trabajar también profesionalmente en los tablaos. Esa época fue cuando empecé a vivir verdaderamente. El corazón es lo que le echo siempre a la hora de componer, de tocar una canción, de expresarme. El fondo es este momento en el que llevo ya años y he forjado una personalidad que ha ido agarrando todo de las etapas anteriores.

¿Cuáles serían las características de una esencia que llevara tu nombre?

Me encantaría que al ser de Granada llevase la fruta típica de la ciudad. También adoro los higos. Tengo el recuerdo de mi madre y de mi padre cuando era pequeño, superfelices los dos, superenamorados bajo una higuera. Ese olor... y luego me gusta mucho el olor a madera, porque también en mi familia hay artesanos que hacen guitarras. Es una escena que se repite en mi familia, he visto cómo se trabajan las guitarras en mi casa a muñequilla dándoles barniz.

Cualidades personales que te parezcan pestilentes o nauseabundas.

Pestilente mucha gente, pero mucha gente. La gente que no te deja avanzar, los que oprimen a otras personas para estar ellos ahí arriba. Esa manera de frenar el mundo, de frenar a la gente. Eso me parece pestilente.

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¿Qué hace para ti el ambiente irrespirable?

Para mí la hipocresía que se respira en ocasiones en el aire y, desgraciadamente, la tenemos en todos los oficios. La música es maravillosa, maravillosa, pero muchas veces el ambiente se corrompe y no me gusta nada, que no te dejan avanzar, en mi sector especialmente.

Decías en una entrevista que hace tiempo cambiaste tus valores, reforzaste tu fe y empezaste a querer a tus enemigos… ¿Dejó rastro esa experiencia?

Siempre he sido de los que piensan que a los enemigos hay que tenerlos cerca. Uno de los principios que guían mi vida es el perdón, perdonar a la gente es fundamental. Después de un momento que pasé muy duro, lo primero que quise al salir fue reunir a mi grupo, Ketama. Llevaba ya diez años sin estar con ellos, necesitaba en ese momento como cuando vuelves a ver el vídeo de tu boda, volver a tu esencia, a los Habichuela, a por qué vinimos a Madrid. ¿Por qué? Porque nos venimos de Granada, que era una ciudad preciosa, pero se quedaba muy pequeña para nosotros y entonces ya empezamos a trabajar aquí... Recuperar las bases.

Estamos viviendo ahora un momento clave, hay muchos de mis compañeros que no tienen la misma suerte, he tenido buen olfato para el éxito, aunque también mucha suerte. Creo que desde arriba me tienen iluminado y me pasan unas cosas maravillosas en mi vida, como esto, como que me metan en este lío de narices y que nos podamos reír de tantas cosas que convergen. Mi música y el mundo de los perfumes tienen muchísimo en común, los expertos en fragancias, el nariz compone los perfumes con una herramienta que se llama órgano, utilizan notas. Mucho en común.