Anna Padilla le copia el flequillo a Matilda Djerf en su último cambio de look

Hacerse un flequillo se ha convertido en la nueva forma de cambiar de look sin riesgos y sin tener que sacrificar el largo de la melena. La otra opción si quieres refrescar tu estilismo es tocar el color, de nuevo, sin riesgos ni cambios drásticos. Esta primavera, Anna Padilla ha elegido ambas opciones y sorprendía con un nuevo cambio de look en el que retocaba su melena con sutileza, pero con un indudable efecto ‘wow’.

La inspiración, como la propia influencer compartía en Instagram, salía de la red social, de Matilda Djerf y su imitadísimo flequillo drape, un degradado medido al milímetro y perfectamente integrado en el resto de capas de la melena.

Hasta hora Anna lucía una media melena, tipo lob, que peinaba con la raya en medio y que mantenía siempre con las puntas rectas y apenas capeaba. Con el nuevo corte de pelo, la influencer cambia por completo la estructura de su cabello al incorporar un considerable volumen, sustentado tanto en las capas de diferentes longitudes como en su flequillo degradado.

El grosor del flequillo, muy ligero para dejar entrever los ojos, se parece mucho al clásico curtain fringe o flequillo cortina, que se caracteriza por poder aparecer y desaparecer al gusto de cada peinado. Sin embargo, la forma en la que está cortado, siendo ligeramente más corto en la parte central y con mechones más largos según se aproxima a los laterales, lo acerca más al flequillo bottleneck, que recorta la silueta del cuello de una botella.

Al ver las inspiraciones que la influencer llevaba a su peluquero, parece que la idea era crear más un flequillo degradado que fuera elongándose progresivamente, para que cada mechón abrazase las facciones del rostro de Ana y resaltase sus pómulos.

A pesar de tratarse un flequillo muy actual y favorecedor, cuenta con dos desventajas. Por un lado, su corte degradado debe repasarse cada pocas semanas para mantener la forma correcta, lo que lo convierte en un corte de alto mantenimiento. Y por el otro lado, para lucirlo en todo su esplendor, precisa de un constante peinado. No estamos ante un flequillo que se pueda dejar secar al aire y mantenga esa forma esponjosa tan adictiva, sino que los rulos, los cepillos redondos y el secador serán herramientas del día a día en la vida de Anna Padilla.

Pero no todo en su nuevo cambio se apoyaba en las tijeras, la coloración era el otro trucazo para lograr una nueva melena de temporada. La influencer no quería deshacerse de su rubio habitual, sino que quería refrescarlo. Así que el colorista Wella Javier Vila creaba un nuevo rubio en tonos vainilla, para lo que utilizaba uno de los nuevos productos de la marca Wella Professionals, el matizante BlondorPlex Cream Toner, para aclarar el cabello de una forma muy rápida y sencilla.

Anna Padilla se suma así al rubio vainilla, un tono frío que es perfecto para hacer la transición de una coloración más oscura a una más clara, como veíamos hace un año en Pilar Rubio y que en Anna sirve para llenar de luz y de verano su melena.