El inesperado tono de colorete que se ha puesto de moda y que (sorprendentemente) favorece a todo el mundo

La naturalidad predominante en todas las tendencias de maquillaje actuales está también en el inesperado auge de los coloretes rojos. Las bucólicas mejillas rojas de Heidi, concentradas en un redondo rubor rojo, eran claves para construir la imagen de niña campestre, sana y alegre. Por eso se borraban cuando caía enferma en Fráncfort.

El colorete de moda se inspira en ese color supernatural y lo sublima gracias a los maleables cosméticos actuales y a las técnicas de maquillaje. El resultado son mejillas que emulan el efecto de un toque de sol, de una carrera corta o incluso de una bajada de las temperaturas.

Un ejemplo de que el colorete rojo no tiene por qué ser exagerado, siempre que se aplique de la forma adecuada, es el desfile primavera-verano 2023 de Emporio Armani. La firma italiana, igual que Giorgio Armani o Armani Privé, se caracteriza por optar siempre por maquillajes muy sutiles, con matices tan solo perceptibles en primerísimos primeros planos. En la colección que corresponde a este verano, el aderezo de las pieles impolutas y luminosas era un rubor rojo, especialmente intenso en las pieles morenas y negras. Este se depositaba en la parte más alta del pómulo, casi rozando el área de las ojeras. El inmediato efecto era el de pómulos muy realzados, altísimos y muy elegantes.

Pero no era en el desfile de Armani en el primer escenario en el que veíamos el truco de aplicar el colorete muy alto. TikTok, convertido en un laboratorio de tendencias de maquillaje, viralizaba el truco del rubor rosa en las ojeras o el del colorete en lo alto de los pómulos para conseguir que estuvieran pletóricos.

De ambas apuestas surge el colorete rojo como alternativa a los polvos de sol, bronceadores o iluminadores rosados. La idea es que aplicando tan solo un toque de rubor en los pómulos se consiga un multiefecto: sol, salud y firmeza.

Aunque pueda parecer que sobre las pieles más oscuras el rojo queda mejor, la primera aclaración está en que hay que controlar tanto la pigmentación del rubor como su difuminación. Estas exigencias, vitales para el éxito del rojo en las mejillas, ponen como herramienta top para lograr el que ha sido bautizado en redes sociales como “el rubor de la temporada” a los coloretes en crema.

Su fórmula permite difuminar con facilidad el producto, extendiéndolo más allá de los pómulos para alejarse del efecto Heidi y lograr un rubor más natural. Por supuesto, se trata de un cosmético modulable con el que se puede regular la intensidad del color, replicando hasta dar con el tono de mejillas deseado. Habitualmente, los labiales, rubores y tintes de color rojo cuentan con una pigmentación muy alta, de ahí que la moda parezca un riesgo, pero al recurrir a las texturas en crema, el margen de error se minimiza.

El éxito del colorete rojo también se explica a través de otras de las tendencias de maquillaje del año. Por un lado, si se quiere practicar la monocromía o maquillaje monocolor, es decir, que diferentes áreas del rostro tengan el mismo tono, al aplicar un rubor rojo junto a un labial a juego, prácticamente se recrea el bautizado por TikTok como ‘french girl makeup’.

El otro maquillaje ‘trendy’ que se ha asociado a las mil maravillas con los rubores cremosos rojos es el del W-Blush. Esta técnica que Chanel o Emily Ratajkowski comenzaron a poner de moda hace algunos años es una de las claves del maquillaje de la generación Z y consiste en extender el rubor por las mejillas y el tabique de la nariz. No hay líneas, es como si el tercio medio del rostro se hubiera enrojecido por acción del sol. Si aplicas el blush rojo de esta forma tan difuminada y natural, el resultado es siempre acertado.

Cómo conseguir el rojo exacto

El hecho de que los coloretes rojos se hayan convertido en pieza fundamental de la revolución beauty en las redes sociales lo asocia, como viene siendo costumbre, a un cosmético en concreto, el colorete líquido de Selena Gomez.

El Soft Pinch en color Grateful consigue recrear el tono exacto en el que la piel se ruboriza tras un pellizco. Al tratarse de una fórmula sedosa, se trabaja con mucha facilidad y deja la piel luminosa y con un color muy natural.

Otra opción, también de rubor cremoso, es el Pillow Talk Matte Beauty Blush Wand de Charlotte Tilbury en el color Dream Pop. Aunque se trata de un color de base entre marrón y cereza, el efecto sobre la piel es muy cercano al ansiado rojo. La maquilladora británica repite la fórmula de éxito de sus siempre agotados iluminadores, pero en esta ocasión en mate. Al aplicarse a través de una esponja, es más fácil regular la cantidad de producto.

La versión en polvo y mate del rubor que verás una y otra vez en TikTok es el Yves Saint Laurent Couture Blush, en el color Rouge Saint-Germain. Aunque su pigmentación es muy alta, permite un buen difuminado con ayuda de una brocha.

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