Numerología, neurociencia y perfumistas top: Charlotte Tilbury lanza los perfumes que cambiarán tu día

En vez de rubia, la ambición en el mundo de la belleza es pelirroja. Más concretamente, inglesa y habla español. Pocas dudas de quién hablamos, Charlotte Tilbury.

En apenas una década, la británica criada en Ibiza ha pasado de maquillar a celebrities de primer nivel con un misterioso potingue de elaboración propia que les dejaba la piel increíble a ser la reina de la cosmética. Su marca es un imperio, los estilismos que crea se convierten en tendencia mundial seguida por millones de adeptos y las pieles que tocan sus productos o sus propias manos son fácilmente identificables.

Pero la reina de la cosmética ahora quiere ser más, saltando al terreno celestial. El cómo es a través de la neurociencia y el poderoso mundo de la perfumería.

Tras años de desarrollo, es ahora cuando por fin ven la luz 6 eau de parfum formulados en colaboración con algunas de las narices más importantes del sector y con ayuda de la neurociencia a través del algoritmo IFF Scentcube™, capaz de identificar aromas con emociones. Al fin y al cabo, el olfato entra en contacto con el sistema límbico que regula nuestro estado de ánimo y emociones.

“Todavía recuerdo pasear por los mercados hippies de Ibiza y quedar hechizada por los cautivadores aromas del pachulí y el incienso. El pachulí estaba en todas partes. En las décadas de los sesenta y los setenta, su olor era sinónimo del movimiento del ‘amor libre’. Todavía hoy sigue suscitando sentimientos de libertad y empoderamiento. Siempre he tenido curiosidad por saber por qué este aroma me hace sentir así. ¿Cómo es posible que tenga el poder de transformarme?”, confiesa Charlotte Tilbury.

Plasmar recuerdos en un frasco de perfume es la base de fragancias míticas. En el caso de Tilbury, su idea no era lanzarse al selecto sector con perfumes que evocaran recuerdos, sino lograr un cosquilleo en los sentidos y cambiar el estado de ánimo. Y no, no se trata de un perfume 'para ser feliz’, sino más bien en una fragancia mantra con la que reforzar un sentimiento.

‘Joyphoria’ (alegría), ‘Calm Bliss’ (calma), ‘Love Frequency’ (frecuencia de amor), ‘Magic Energy’ (energía mágica), ‘Cosmic Power’ (poder cósmico) y ‘More Sex’ (más sexo) son los nombres de los 6 eau de parfums con los que la británica abre una nueva división de su marca… Comenzó con Magic Cream, labiales con nombres de famosas y maquillaje, dio el salto al skincare, al que siguió en poco tiempo el cuidado corporal y ahora la perfumería… Contamos los días hasta un cuidado capilar firmado por Tilbury.

Neurociencia y perfumistas

La fórmula de fragancias, sin embargo, va más allá. De entrada, ha reclutado a los perfumistas Anne Flipo, Dominique Ropion y Juliette Karagueuzoglou para que elaboren la receta de emociones que Charlotte deseaba enfrascar (amor, energía, serenidad, seducción, empoderamiento y felicidad), siguiendo las notas aromáticas que la neurociencia ha determinado de entre más de cinco mil millones de referencias a través del algoritmo IFF Scentcube™, que nuestro cerebro identifica con esas emociones. Una verdadera labor de alquimia, crear perfumes a modo de pócimas que ayuden a despertar esas emociones.

“La magia solo es ciencia que aún no comprendemos”, recuerdan desde la marca la cita de Arthur C. Clarke. Entonces, ¿cómo se han elaborado los jugos aromáticos? Pues, además de que cada perfume tiene su propio color, símbolo y número (por ejemplo Calm Bliss es el número 6, que representa el equilibrio), elementos intangibles en los que Charlotte confía para que actúen como esas “moléculas potenciadoras de las emociones”, como ella descubre sus creaciones, la clave está en la combinación de ‘ciencia y esencia’, tarea en parte del algoritmo.

“Determinamos el poder emocional de los ingredientes analizando el efecto particular que ejercen sobre nosotros e identificamos qué emociones estimulan. A continuación, utilizamos la inteligencia artificial con una herramienta patentada por IFF denominada IFF Scentcube™, que analiza todos estos datos y ofrece a los perfumistas combinaciones innovadoras de ingredientes para estimular emociones concretas. Se crea así una gama específica de ingredientes para que puedan combinarlos”, detalla la doctora Céline Manetta, Directora Principal de Ciencia del Consumo, IFF (International Flavors & Fragrance).

El IFF lleva 40 años, los especialistas en aromas de IFF han recopilado y analizado datos llegando a poder calcular científicamente la forma en que miles de notas olfativas afectan a distintas personas, “estos cinco mil millones de datos han sido introducidos en el algoritmo IFF Scentcube™ mediante dos tipos de pruebas: un estudio ‘inconsciente’ sobre las emociones (cómo reaccionamos ante aromas específicos) y otro estudio de usuarios conscientes (basado en lo que decimos sobre cómo nos hace sentir un aroma)”, explican desde la marca. Este algoritmo es el que identificar las combinaciones de aromas o acordes olfativos.

El siguiente paso, contando con la ciencia, el expertise de los mejores perfumistas y la pasión de Tilbury era formular los jugos, combinar estas notas y acordes olfativos y crear las fragancias. La composición fusiona tres tipos de ingredientes: aceites de fragancia de origen natural, materias primas sintéticas y acordes olfativos.

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Margarita Velasco

Pócima a pócima

• Joyphoria

“Verano y felicidad en un bote” es la forma de resumirlo de la propia Tilbury. Aderezado con muchos recuerdos de su adorada Ibiza, el cóctel de alegría combina coco, nerolí, jasminum sambac, ylan ylang, vainilla de Madagascar, musgo, cashmere, extracto de vaina de vainilla para crear un perfume muy solar, cálido y floral.

En este caso, las moléculas activadoras de las emociones para convertir el perfume en una pócima de felicidad las aportan el ylang ylang y el extracto de vaina de vainilla. Su número es el 3 y su color el célebre ‘rose gold’ que decora todos los productos de Charlotte Tilbury.

• Calm Bliss

Es el perfume formulado para conseguir paz interior y calmar el ánimo, “perfecto para antes de dormir o para entrar en un estado de meditación”, apunta la británica. En este caso, se trata de una fragancia acuática con notas como el neroli, haba tonka, musgo, lavandín o el acorde acuático.

Por su aroma y por esa sensación de paz flotando sobre el mar, su color es el de la piedra aguamarina y su número el 6, el del equilibrio y la tranquilidad. Las notas y los acordes que consiguen potenciar el efecto de serenidad son el aceite de neroli y el acorde acuático.

• Love Frequency

Su nombre y su color hablan bastante de su contenido. La pócima del amor es un mix de rosa de Turquía, cashmere, pimienta, pachouli y musgo, en la que la rosa esencial y la madera de Cachemira actúan de moléculas potenciadoras de los sentimientos de amor.

Su número mágico es el 9 y su color, por supuesto, es el rosa, para Charlotte, su efecto es el de amor, sanación y promesa.

• Magic Energy

Si uno de los perfumes de la fragrance Collection of Emotions de Charlotte calma, otro activa y esa es la finalidad de Magic energy, inspirado, según Tilbury, en la propia diosa Gaia. Estamos ante una fragancia enérgica, con un toque cítrico muy característico y con notas como bergamota, ciprés, jazmín o cashmere.

Las moléculas activadoras de la energía, en este caso, las logran el acetato linoleico presente en el aceite de bergamota, el aceite calmante del ciprés y, por supuesto, el palo de santo (relacionado con la energía clara y purificante). La idea es sentir que te sumerges en un bosque de árboles. Su número es el 1 y su color el verde.

• Cosmic power

Es la fragancia más mística y la idea es que ella en sí misma sea un booster. La empresaria habla de ella como una fragancia empoderadora. “El 97% de la composición de átomos del universo es igual a la del ser humano, por lo que somos polvos de estrellas”, apuntaba Charlotte Tilbury durante la presentación a un reducido grupo de periodistas internacionales. Las notas que lo conforman son el ámbar (convertido aquí en un talismán empoderador), especias como la pimienta negra o toques dulces como la vainilla.

Las moléculas potenciadoras de las emociones son aquí los aceites de pimienta negra, de canela y de clavo, junto al acorde de ámbar y extracto de semilla de vainilla. Su número mágico es el 8 (el de la confianza) y su color es el morado de la amatista, el amor y la intuición, y el preferido de la maquilladora. Su curiosa simbología es el unicornio.

• More Sex

Pocas explicaciones hacen falta, “todos necesitamos más sexo”, sentencia la británica, ahora reconvertida en perfumista. La idea era construir una sinfonía erótica, otorgar el poder de ser sensual y sentirse sexual, “quería intoxicar a la gente”, bromea. Incluso se puede subir la apuesta y combinarlo con Love Frequency (amor) para lograr un efecto de “he venido a jugar”.

Para despertar las feromonas sus moléculas activadoras de emociones son las notas de la madera de sándalo, acorde de cuero, acorde sexual y almizcle, al que se suman pimienta negra, ambroxane o musgo. Su número mágico es el 5 y su color es un intensísimo y pasional rojo rubí. “Es un perfume sobre cómo te quieres sentir”, concluye Tilbury.

Tras años de formulación y estudios, el inminente lanzamiento mundial de la Fragrance Collection of Emotions de Charlotte, con sus 6 pócimas perfumísticas, solo nos queda descubrir si el éxito de Charlotte en todos los productos que crea se traslada al terreno olfativo... ¿Llevará hoy puesto Cosmic Power?