Hacer ejercicio te ayuda a tener pelazo, pero ojo con la rutina post entrenamiento...
Has leído bien: ponerte en formar también tiene beneficios colaterales para tu melena. Optimiza tus sesiones de cardio con un toque beauty para vivir en un eterno 'Good Hair Day'
Seguramente que en tu plan de actividad física figuran diferentes objetivos relacionados con los hitos que puedes poco a poco alcanzar. Pero quizá los de índole capilar han quedado al margen de tus previsiones.
Y es que aunque te resulte un poco inesperado, los expertos coinciden en que el ejercicio regular también ayuda a mejorar tu cabello. Como lo lees.
La principal razón es que “cuando haces deporte, logras que se active el flujo sanguíneo y la oxigenación, lo cual repercute positivamente en el cuero cabelludo, pues se fortalece”, afirma el Dr. Carlos Portinha, Chief Clinical Officer del Grupo Insparya.
El segundo motivo que destaca el experto de esta amada asociación es una cuestión de hormonas que supone una ayuda colateral.
Y es que cuando pones a tu cuerpo en marcha, se relaciona con un aumento de serotonina, la llamada hormona de la felicidad, que es una gran aliada para combatir el estrés que, como ya intuyes, es uno de los principales enemigos del pelo, ya que suele ser un culpable de la caída capilar. La razón es que en situaciones de tensión, “el cortisol puede presentar valores elevados, alterando los proteglicanos (moléculas de proteína encargadas de formar y mantener la estructura de las células, así como de su sistema de comunicación), y que afecta al normal funcionamiento del folículo piloso”.
El doctor resalta que una subida de las pulsaciones estimula la oxigenación del cuero cabelludo y un aumento del flujo sanguíneo, lo que se traduce en “un mayor aporte de nutrientes que facilitará una alimentación más rápida de los folículos pilosos, favoreciendo el crecimiento del cabello y una mayor vitalidad”.
Si nos centramos en el sudor, hay que decir que es un gran aliado para eliminar toxinas, lo que ayuda a que "los ciclos de crecimiento y caída sucedan con total normalidad". Sin embargo, una excesiva sudoración puede tener consecuencias negativas….
Con todos estos elementos podemos afirmar que el ejercicio físico te ayuda a poner en forma tu cabellera, pero debes tener en cuenta los siguientes mandatos.
Recogerás tu melena a conciencia
Los cuidados comienzan desde antes de que empieces a sudar con el objetivo de minimizar los potenciales daños colaterales. Intenta evitar el uso de fórmulas de 'styling' previamente, ya que pueden provocar una acumulación de residuos.
Además, desde Insparya recomiendan recoger el más largo con gomas de silicona, siempre con peinados suaves, puesto que “los moños, las coletas o las trenzas muy apretadas pueden ocasionar alopecia por tracción (afecta principalmente a la zona de las sienes y, en menor medida, a la región frontal), la cual es más común entre mujeres”. Modesta Cassinello aconseja aplicar un aceite de medios a puntas con el fin de reducir la fricción y proteger durante el lavado.
¿Un tip extra de la doctora en farmacia? “Evita el maquillaje y las cremas muy grasas cerca del nacimiento del cabello, ya que con el sudor son candidatas a producir imperfecciones a nivel facial”.
Cuidarás tus cutículas de los efectos del sol
Conoces de sobra los efectos del astro rey en tu piel, pero no puedes obviar que también influye en las propias cutículas provocando sequedad y pérdida de elasticidad. “Es recomendable cubrir el pelo, pero tampoco por demasiado tiempo para evitar una sudoración extra y permitir que respire”, afirma el experto. También es importante aplicar un protector capilar específico que sea eficaz frente a los filtros UV y suavice a través de ingredientes respetuosos.
Medidas capilares ante deportes acuáticos
¿Sabías el salitre y el cloro debilitan la melena? La explicación del trilcólogo es que afectan a las fibras de queratina, provocando que se deshidrate más fácilmente. Su consejo es que antes de zambullirte para tu sesión de natación, empapes el pelo en agua dulce con el fin de que posteriormente no se impregne de tantas sustancias químicas.
Si lo tuyo es nadar en el mar, reconoce que “el agua salada contiene proteínas, minerales o vitaminas que es positivo que el cabello absorba, siempre y cuando lo aclares tras salir del agua para eliminar el exceso de sal”. Después de este tipo de entrenamiento, un lavado capilar es prioritario.
Te limpiarás el pelo al acabar la actividad física
Más allá de la posibilidad de que provoque que se vea más sucio, apelmazado y con menos brillo, un exceso de sudor puede dañar las cutículas, pues “puede causar sequedad y que esta alcance a los folículos pilosos, causando la rotura de las cutículas y la irritación del cuero cabelludo”. ¿La razón? El experto explica que aunque el sudor es un 99% de agua, también contiene sales y otras sustancias potencialmente culpables.
La solución pasa por olvidar la idea de que lavarse todos los días el pelo es perjudicial. Así que no renuncies a una limpieza adecuada que cumpla con los siguientes requisitos:
- Previamente, cepíllalo con suavidad con el fin de reducir los temidos enredos y facilitar la aplicación de cualquier producto.
- Hazlo con agua tibia y, si es posible, evita la demasiado caliente, ya que, como afirman desde el spa capilar Ma Belle Salon, con ella las cutículas tienden a abrirse, por lo que podemos decir que “una temperatura excesiva daña la estructura del cabello, dejándolo seco y quebradizo”.
- La clave son los gestos circulares. Los expertos de Blow Dry Bar aconsejan empezar con el champú en el cuero cabelludo, con una intensidad suave para no activar la producción de grasa pero sí estimular la circulación sanguínea. Después debes seguir con las zonas medias y bajas, aprovechando la espuma que cae y “frotando siempre en el sentido de las cutículas”.
- Elige el limpiador adecuado. Si haces ejercicio casi a diario, lo mejor es que te decantes por uno de uso frecuente y, a ser posible, que cumpla con las necesidades específicas de tu cabellera para que retire la suciedad aportando un extra de ingredientes para el cuero cabelludo. E, importante, no te olvides de utilizar un acondicionador ligero.
- Intenta no salir con el cabello mojado porque es cuando se muestra más debilitado y frágil.
Seleccionarás las herramientas adecuadas
Si el lavado capilar post entrenamiento lo haces en el gimnasio, debes recordar llevarte contigo un cepillo de calidad y “los que tienen cerdas naturales o púas gruesas son una excelente opción”, reconoce el Dr. Portinha. También porta una toalla capaz de retirar el exceso de humedad solo con presionarla sobre las cutículas (sin movimientos bruscos) e intenta usar un secador que se alíe más con la potencia del aire que con las altas temperaturas.
No abusarás del champú en seco
Sí, son una buena herramienta para ocasiones puntuales gracias a que se focalizan en absorber las impurezas y la grasa para ofrecer unas raíces despegadas y ligeras, con un extra de volumen, en un par de minutos.
Eso sí, es importante que previamente seques a conciencia el sudor, lo apliques solo en la zona más cercana al cuero cabelludo y lo masajees antes de cepillarlo minuciosamente.
Seguramente que en tu plan de actividad física figuran diferentes objetivos relacionados con los hitos que puedes poco a poco alcanzar. Pero quizá los de índole capilar han quedado al margen de tus previsiones.