La hondonada de las ojeras se llama tear troughs o valle de lágrimas y tiene tratamiento
Dentro de los tratamientos estéticos del área de la mirada, el tear trough, también conocido como valle de lágrimas, se ha convertido en uno de los más buscados en redes sociales por sus increíbles ‘antes y después’
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Cuando en una conversación sale la palabra ‘ojera’, cualquier persona que participe de ella tendrá su propia experiencia. Oscuridad, hundimiento, bolsas… Sea cual sea la problemática, el área delimitada es muy concreta: bajo los ojos.
Aunque en medicina estética el concepto ‘tear troughs’, también llamado ‘valle de lágrimas’ -en referencia a que es la zona por la que caen las lágrimas al llorar-, es un viejo conocido, las fotografías con cambios ‘antes y después’ de los pacientes que se someten a su tratamiento ha contribuido a que aumente su popularidad en los últimos meses.
Los tear troughs son esas hondonadas marcadas bajo los ojos que hacen que nuestro rostro parezca más cansado. No están relacionadas con el cambio de color de la zona, pero sí contribuyen al efecto demacrado, el extendido “tienes mala cara”.
A nivel anatómico, a esta depresión se la conoce como surco nasoyugal y tiene un origen genético aunque ciertas prácticas pueden agravar su apariencia. Su tratamiento varía según cada paciente, igual que sus resultados, pero siempre pasa por reponer los volúmenes con ayuda de la medicina estética.
Por qué salen los tear troughs
Como explica el doctor Jaime Tufet, Fundador de Clínica Tufet con consulta en Barcelona y Madrid, la principal causa de la aparición del valle de lágrimas es la genética, aunque, tanto el surco, como el color de la zona y las bolsas se pueden acentuar por cansancio o aumento de hábitos tóxicos como el tabaco o la ingesta de alcohol.
“En esta zona, hay estructuras musculares y ligamentos faciales que, por su disposición, pueden provocar el surco. Este surco es diferente a las conocidas bolsas -pequeñas hernias de la grasa que sirven de amortiguador al ojo ante un posible impacto-”, describe el Dr. Tufet.
La depresión puede marcarse más o menos y es visible como una hondonada que va desde el lagrimal, pudiendo llegar hasta la mitad del pómulo. Pero, a pesar del componente genético que hace que tengamos o no tear troughs ya desde la infancia, la medicina estética puede tratarlo.
Al ser no solo una zona muy pequeña, sino también el área con la piel más fina del cuerpo humano y con una importante función de drenaje linfático, su tratamiento es más complejo y solo puede llevarse a cabo por médicos con alto nivel de experiencia. Además, añade el doctor Tufet, en esta zona nos encontramos con dos niveles de profundidad, lo que requiere que la técnica que se utilice sea aún más precisa.
Protocolos médico estéticos para los tear troughs
La reposición del volumen del rostro con ayuda de distintos tipos de infiltraciones según el caso de cada paciente, es la técnica más extendida para tratar los surcos del valle de lágrimas.
Aunque el ácido hialurónico, señala Tufet, es el tratamiento más habitual, “no todos los ácidos hialurónicos se pueden utilizar para esta zona. Existen unos con una densidad y elasticidad especial y que están registrados para su uso en este surco”. Explica el doctor, este tipo de hialurónico es diferente, por ejemplo, al que se utiliza para tratar el surco nasogeniano.
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Otro tipo de relleno útil para esta zona es “la grasa propia del paciente y una modificación de la grasa llamada Nanofat, que consiste en la inyección de grasa muy filtrada, hasta llegar a tener una consistencia líquida”, sin olvidar el Plasma Rico en Plaquetas (PRP) “en forma líquida o en forma de gel que, en mi opinión, es el tratamiento más aconsejable en esta zona, por los buenos resultados y bajos riesgos estéticos”, precisa el doctor Tufet. Sin embargo, para esta zona no están recomendadas las inyecciones de inductores de colágeno.
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Con el fin de mejorar la calidad de la piel y el problema del color en el área de la ojera, la recomendación del doctor es utilizar sistemas emisores de energía, como láser, radiofrecuencia monopolar, radiofrecuencia fraccionada con agujas y ultrasonidos focalizados, además de tratamientos a nivel tópico como peelings.
Riesgos y duración de los tratamientos
A pesar de la indudable efectividad de los rellenos, como señalaba el doctor, tan importante como elegir el tratamiento más adecuado para cada paciente es que lo realice un profesional especializado en la técnica. Un exceso de producto puede lograr un volumen artificial en la zona, lo que generará el efecto de un rostro hinchado. Lo veíamos, por ejemplo, en la aparición de Kylie Jenner en el desfile de Maison Margiela. Era fácil identificar las almohadillas de relleno en su rostro.
@doctor.devine Kylie jenner’s tear trough filler gone wrong, leading to puffy face (not ozempic face). #fypシ #fyp #Kylie #jenner #kyliejenner #kyliejenneredit #teartroughfiller ♬ Suspense, horror, piano and music box - takaya
Pero también es importante recordar que, aunque el efecto del tratamiento de las tear trouhgs es efímero. “El tratamiento no corrige la causa, por lo que si el producto que utilizamos para rellenarlo se reabsorbe, volverá a verse. De aquí la importancia de retrasar el espacio de tiempo entre tratamientos”, puntualiza el doctor Tufet que, también teniendo en cuenta la huella estética, recomienda que la nueva sesión de tratamiento sea lo más espaciada en el tiempo posible, más de 1 año entre sesión y sesión.
“En definitiva, el tratamiento del 'tear troughs' requiere de una valoración exhaustiva y de una reflexión antes de proceder a la inyección en esta zona, por la complejidad de la técnica y la posibilidad de efectos no deseados”, sentencia el doctor Tufet.
Cuando en una conversación sale la palabra ‘ojera’, cualquier persona que participe de ella tendrá su propia experiencia. Oscuridad, hundimiento, bolsas… Sea cual sea la problemática, el área delimitada es muy concreta: bajo los ojos.