Chanel se acaba de inventar el ahumado pelaje a base de máscara de pestañas y es el maquillaje más sensual de la historia

Mi madre siempre me ha contado que el piropo más bonito que le dijeron fue “ojos de miel cubiertos de terciopelo” y la verdad es que nunca había podido imaginar cómo era materializar esa genialidad, hasta que he visto el último maquillaje creado por Chanel.

La Maison lleva temporadas potenciando más la belleza del cabello a la hora de construir un look que el maquillaje. El éxito de las pieles naturales, simplemente iluminadas y quizá con un toque de rubor en las mejillas es una buena opción para que los ojos se fijen solo en las prendas.

Pero, la sorpresa ha sido enorme cuando la primera modelo abría el desfile otoño invierno 2025 de Chanel. Sus ojos se rasgaban en una neblina oscura. A lo lejos, el maquillaje podía parecer un look dramático, oscuro, casi rockero pero… Al observarlo de cerca, se apreciaba cada trazo.

Si hace unos años Givenchy puso sobre la pasarela las pestañas pintadas sobre la piel del contorno de los ojos con eyeliner, emulando un poco un ojo de anime, lo que ahora propone la firma de Coco Chanel es un combo: dramatizar, rasgar y realzar la mirada con un ahumado de ojos que proyecta la sobra de las pestañas en el párpado.

Resulta difícil de explicar, por eso nada como las fotografías para poder desmenuzar el ingenioso maquillaje.

Es cierto que las redes sociales han ahondado en los diferentes efectos que se puede lograr al darle diferentes usos a cosméticos de toda la vida. Precisamente así conocimos el eyeliner hecho con máscara de pestañas, una picardía nacida de ese momento en el que te manchas el párpado al aplicar la máscara…

Otras innovaciones beauty son también los sellos para estampar pestañas, especialmente e inferiores, y lograr una mirada de muñeca. Pero el truco y genialidad de Chanel ha sido construir unos smokey eyes muy dramáticos y oscuros combinando, el eyeliner con la máscara de pestañas y con la finalidad de levantar y rasgar el ojo.

Todo comienza con la zona en la que se aplica el acento, en el extremo del pliegue del ojo. En esa zona se concentra la oscuridad, trabajándola para que quede difuminada creando un efecto de cat eye. Lo que incorpora Chanel es que el maquillador va dibujando pelitos en donde de normal iríamos difuminando la sombra de ojos.

No se trata de trazos al estilo de Twiggy, que buscan crear un efecto de pestañas gruesas, sino de la sensación de que hay pelaje, de que son ojos animales. Una de las posibilidades es que la máscara de pestañas se haya utilizado para crear el sombreado y, a continuación, se hayan perfeccionado los finos pelitos con un eyeliner líquido. Sea como sea, estamos ante una genialidad que favorece, queda bonita y es única.

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Ya en el desfile de Alta Costura Summer 2022, la Maison se inventaba el eyeliner cisne, a través de dos trazos paralelos al estilo de los ojos del animal y del ballet de 'El lago de los cisnes'. Ahora, repite la inspiración animal sin perder de vista el acabado sofisticado -la maquilladora Jo Baker lo hizo en su día con los ojos de lobo, zorro y gato-.

El trabajo de este ahumado efecto pelaje no se quedaba solo en el párpado móvil, sino que abrazaba ligeramente la línea inferior de las pestañas para potenciar más el dramatismo y la elevación del final del ojo. Otro gesto muy efectivo era que el párpado superior estaba delineado con un eyeliner tipo gel de acabado brillante, desde el mismo lagrimal hasta perderse con el ahumado de máscara de pestañas.

Melenas salvajes, lazos al poder

Aunque el maquillaje de los ojos se ha llevado el protagonismo beauty, la firma francesa no ha querido dejar de lado el cuidado del cabello. Como viene siendo costumbre, en vez de recrear un mismo peinado idéntico en todas las modelos, opta por potenciar las cualidades del tipo de cabello y corte de cada una.

Pero cuidado, esto no quiere decir que no hubiera una línea argumental. Los rizos y los cabellos cortos seguían sus propias normas, pero el peinado más repetido era una melena simplemente peinada con los dedos, respetado siempre la raya centrada. El efecto era una melena casual, boho chic, muy natural; el infalible effortless chic.

Como se ha convertido en tradición en Chanel, no faltaron los pasadores joya y las lazadas negras, ahora encumbradas a la categoría de tocados.