El documental de las Olsen explora por qué nos obsesionan

La directora Zara Meerza ha hecho realidad el sueño de muchos al haber convertido su mitomanía en su trabajo. Fan confesa de las Olsen, comenzó a coleccionar parafernalia de las gemelas desde su más tierna infancia hasta que un día se dio cuenta de que su hobby podía convertirse en algo más. Con esa convicción ha hecho de la cultura pop el punto de partida del documental 'The Twins', en el que explora el impacto que las directoras creativas de The Row han tenido en las mujeres 'millennial'. Teniendo en cuenta el furor nostálgico y el amor por la cultura Y2K que nos rodea, no es de extrañar que sea ahora cuando se estrena esta obra. “¿Fue 'Full House'? ¿Fue la fama? ¿Fue la moda? ¿Fueron los vasos de café, los cigarros y las gafas de sol? ¿Qué hace de las gemelas siempre un misterio? ¿Por qué nos sentimos atraídos hacia ellas? ¿Qué hay detrás de las Olsen? ¿Eres una Mary-Kate o una Ashley?”, pregunta en el tráiler.

Zara, que dirige y narra el documental, explora la forma en la que las Olsen y la moda Y2K están relacionadas con los ideales de la belleza adolescente occidental, así como lo que la obsesión cultural con las Olsen quiere decir para las mujeres jóvenes. “A causa de las redes sociales, ya no hay misterio alrededor de nadie. Nuestra relación con las Olsen es un reflejo del fanatismo de antaño, ese que ya no existe. Solo podemos tener acceso en la actualidad a lo que nos dejan”, explica la directora. ¿Por qué llevamos años obsesionados con las gemelas que siempre se han escondido tras sus inmensas gafas de sol y sus descomunales cafés? Precisamente porque, en ellas, tanto sus accesorios como su actitud han funcionado siempre de coraza, y en una era en la que prima el exhibicionismo, dar con celebridades cuya vida privada es precisamente eso, privada, resulta tan sorprendente como adictivo.

Por no hablar de cómo consiguieron dar un giro radical a su fama para crear una marca formada por básicos de calidad extremada cuyos desorbitados precios son pagados con gusto por las numerosas fans de The Row, que han encontrado en la firma un edén fashionista en el que encontrar prendas básicas con las que crear un fondo de armario único. Ellas fueron pioneras en el arte de llevar moda oversize, que contrastaba a su vez con su menuda estatura, por lo que terminaron por dibujar en el imaginario una silueta muy concreta y una estética indiscutible. Sus looks servían para evocar y representar eras concretas. Basta con recordar las imágenes en las que llevaban leggings negros con plataformas interminables y el bolso Motorcycle de Balenciaga para evocar los 2000, y es que su singularidad estética, llevada a modo de uniforme como hacen iconos de la moda como Anna Wintour o en su día Karl Lagerfeld, era su seña de identidad.

También se caracterizan por aparecer en la alfombra roja un máximo de dos veces al año y, al hacerlo, apuestan por looks de estética ‘off duty’ muy alejados del glamour artificioso por el que otras optan. Prueba de que el estilo de las Olsen es embriagador es la cantidad de cuentas de Instagram que analizan sus looks. Lejos de ahondar únicamente en las instantáneas de su pasado, los creadores de estos perfiles se esfuerzan por capturar a las gemelas en su día a día. Es precisamente la dificultad de acercarnos a ellas la que hace que su magia no pare de crecer. Mientras que las diseñadoras del momento, como Amina Muaddi, se convierten a su vez en celebridades, las Olsen parecen vivir retiradas de la fama… Pese a ser dos de las mujeres más famosas del mundo.

El éxito de su marca radica en que las gemelas son aspiracionales, el epítome de la opulencia silenciosa. Esa es la razón por la que sus zapatillas con cordones en piel de becerro de curtido vegetal y suela de goma a juego, unos tenis de toda la vida sin detalles ostentosos ni distintivos, pese a costar 770 euros, son un éxito de ventas… Porque quien las lleva se siente un poco más cerca de su universo. Las Olsen son, en definitiva, la cara popular y vip del lujo silencioso, y teniendo en cuenta que esta opulencia silente es la cara opuesta a la fama, esta simbiosis impensable se erige como la más atractiva. Para finalizar, retomamos la pregunta del tráiler del documental... ¿Eres una Mary-Kate o una Ashley?