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Las botas Hunter, un icono de la moda y la familia real británica: del éxito al ocaso
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Las botas Hunter, un icono de la moda y la familia real británica: del éxito al ocaso

Al hilo del anuncio del concurso de acreedores que atraviesa la firma, repasamos cómo estas botas de agua calaron hondo en la sociedad británica y en el mundo

Foto: Carlos y Diana, en Balmoral luciendo estilo y botas (Getty)
Carlos y Diana, en Balmoral luciendo estilo y botas (Getty)

Malas noticias para Hunter. Esta semana, los tabloides británicos publicaban una información cuanto menos inesperada: la emblemática enseña con sede en Edimburgo entraba en concurso de acreedores. Hablamos de un par de botas de agua que en el Reino Unido y en el mundo son todo un icono. Mientras se analiza el porqué (los administradores justifican el declive de la compañía por diferentes motivos como el clima seco en Estados Unidos, la alta inflación y el cierre de su fábrica en China durante la pandemia, aunque los clientes argumentan que desde 2008 la calidad de sus pares ha tocado suelo), Hunter está en pausa.

"Estamos creando una nueva experiencia para ti. ¡Regístrese a continuación para recibir una notificación cuando lancemos!". Este es el mensaje que se puede leer en su página web. Según detalla el 'Daily Mail', arrastra una deuda de más de 110 millones de libras, una importante tanda de despidos y unos cuantos empleados más a la espera de qué pasará con sus puestos de trabajo. Algo que sorprende para una compañía con una historia de 160 años y el beneplácito de la familia real británica.

placeholder Carlos y Diana, en Balmoral con las botas. (Getty)
Carlos y Diana, en Balmoral con las botas. (Getty)

Precisamente su origen está ligado a esta Casa Real, y para ser más exactos a un capítulo de la historia bélica mundial. Durante los siglos XVIII y XIX, el duque de Wellington, que da nombre al modelo más vendido de la marca, exigía en su zapatero estas botas para pisar el campo de batalla. Muerto él, podría morir la fama de este calzado de goma, pero no fue así y durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial su producción se elevó a la estratosfera.

Con la paz su uso se popularizó entre granjeros y guardabosques, que veían en aquel par de botas recias e impermeables un buen aliado para vadear los lluviosos inviernos en el campo. Atendiendo a sus demandas, la Wellington se reformuló, más estrecha y ajustada a la pierna, y así, en 1956, nació la Green Hunter, que en la actualidad se conoce como Original, el modelo más vendido de la firma desde sus inicios hasta hoy.

placeholder El por entonces príncipe Carlos, con las botas. (Cordon Press)
El por entonces príncipe Carlos, con las botas. (Cordon Press)

Aunque si tuviéramos que señalar un verdadero punto de inflexión del fenómeno, debemos retroceder en el tiempo y situarnos en el año 1981, cuando una joven Diana Spencer posó junto a su prometido, el príncipe Carlos, en los exteriores del castillo de Balmoral con un atuendo invernal de estética campestre y las botas a sus pies. Involuntariamente, la que sería madre de Guillermo y Harry colocó a las botas en Hunter en la cima del estilo 'cottagecore' y su boom se desató por todo el planeta.

No le han faltado herederas: Kate Middleton y Meghan Markle ha seguido sus pasos y han pisado tierra firme con las botas de goma que un día popularizó Lady Di. Con ellas como nuevos referentes de moda de la familia real británica, las ventas de este calzado volvieron a dispararse.

placeholder Kate Middleton, con las botas Hunter. (Getty)
Kate Middleton, con las botas Hunter. (Getty)

El siguiente repunte tuvo un escenario alternativo: el Festival de Música de Glastonbury. Considerado como el evento musical al aire libre más importante del mundo, reúne a más de 100.000 personas cada año durante el último fin de semana de junio en la granja de Michael Eavis, ubicada en Pilton (Inglaterra). En sus dominios y gracias a otra británica, no royal, pero sí internacional, las botas de agua causaron furor entre las 'fashionistas'.

La encargada de elevarlas en 2004 fue, nada más ni nada menos, que Kate Moss. Detrás de la modelo, la 'it-girl' Alexa Chung, la cantante Rihanna, la socialité Nicky Hiton, la intérprete Emma Watson, la diseñadora Stella McCartney y un extenso listado de celebrities. Objeto de deseo y básico de fondo de armario a partes iguales, la locura por atesorar unas Hunter se extendió más allá de los dominios ingleses. En especial, hubo un momento que cazar las de color verde militar era una misión imposible. Agotadas y sin 'stock', este hecho solo hacía alimentar su leyenda como imprescindible.

placeholder La modelo Kate Moss, con las botas. (Getty)
La modelo Kate Moss, con las botas. (Getty)

En el confinamiento, revivieron su época dorada iniciada con Kate Moss a principios del nuevo milenio. Según cotejaron y publicaron varios estudios, en plena pandemia sus ventas subieron como la espuma. Del bestseller Original Tall Boot se vendieron un 114% de pares más que el año anterior, un caso idéntico a las Balmoral, que aumentaron sus ventas un 110%.

Las señas de identidad del 'hit' están definidas: material de goma vulcanizada, suela de estilo 'track', puntera redonda, caña ancha, detalles de hebillas en los laterales y bien grabado en la parte frontal el nombre y, al mismo tiempo, el logo de la marca de calzado. En cuestiones prácticas, ni que decir que cumplen su función de repeler el agua, el barro y cualquier inclemencia que te encuentres por el camino con una capa protectora imbatible.

placeholder La prescriptora británica Alexa Chung. (Cordon Press)
La prescriptora británica Alexa Chung. (Cordon Press)

Apostamos que en algún rincón de tu zapatero se encuentran unas botas de agua y son Hunter. Pues es el momento de conservarlas como si fueran una joya porque su futuro es incierto. Hoy la marca y los derechos de propiedad intelectual han sido comprados por la empresa estadounidense Authentic Brands Group, propietaria también de Reebok y Ted Baker.

Malas noticias para Hunter. Esta semana, los tabloides británicos publicaban una información cuanto menos inesperada: la emblemática enseña con sede en Edimburgo entraba en concurso de acreedores. Hablamos de un par de botas de agua que en el Reino Unido y en el mundo son todo un icono. Mientras se analiza el porqué (los administradores justifican el declive de la compañía por diferentes motivos como el clima seco en Estados Unidos, la alta inflación y el cierre de su fábrica en China durante la pandemia, aunque los clientes argumentan que desde 2008 la calidad de sus pares ha tocado suelo), Hunter está en pausa.

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