Si eres amante de la naturaleza, no te pierdas estos tres hits del otoño (con olor a azafrán)

Tal vez no haya palabras para describir la emoción que se siente cuando se ve un cielo surcado por cientos de aves unidas por un objetivo común, cruzar el Estrecho, si el viento, que acostumbra a ser furioso en Tarifa y alrededores, las deja. O para contar a qué suena la berrea cuando sus llantos y gemidos, con algo de lorquianos, rompen el silencio de los montes. O para decir a qué huelen los campos de azafrán ni cómo es su belleza. El otoño es temporada alta para los amantes de la naturaleza. Te contamos los detalles. No te lo pierdas.

Día de las Aves Migratorias: locos por el birding

El 12 de octubre no solo es la festividad de la Virgen del Pilar y el flamante Día de la Hispanidad, también es la fiesta de las aves, el World Migratory Bird Day, una fecha para recalcar la importancia ecológica de las aves migratorias y las amenazas que se ciernen sobre ellas. Para celebrarlo, el Centro de Migración de Aves de Roncesvalles-Orreaga, en el puerto de Ibañeta, en pleno Pirineo navarro, que ya por sí solo vale la pena, ha organizado una jornada de observación especial (de 10 a 19 h) con telescopios, prismáticos y demás para seguir el paso de las cigüeñas negras, las águilas pescadoras, los halcones abejeros o las grullas en su camino para invernar en nuestras tierras o cotinuar hacia el continente africano.

Pero si hay un lugar mítico y excepcional para disfrutar de este espectáculo es Tarifa, donde se juntan dos mares y dos continentes, plagadito de observatorios ornitológicos. Resulta curioso verlas esperar pacientemente a que se den las condiciones climatológicas ideales: cigüeñas y rapaces (halcón abejero, águila calzada, águila culebrera...), a miles, no se lanzan a cruzar el Estrecho así como así. También para ellas es un paso peligroso, incluso para las acuáticas. El viento tiene la llave. Decíamos águilas y cigüeñas, pero hay alcatraces, paíños, pardelas y hasta frailecillos. Todas ellas y muchísimas más convierten el cielo en una auténtica autopista. Para llorar (de emoción).

El bosque animado: la berrea del ciervo

Esta vez no se trata de la animación sacada de la portentosa cabeza de Wenceslao Fernández Flórez, con su bandido Fendetestas y demás ('El bosque animado'), sino de los mismísimos ciervos que, cuando acaba el verano, tal y como nos explican desde Cádiz Turismo, “se baten en una lucha sin cuartel por cubrir a las hembras”, hacerse con su harén y perpetuar la especie, y chocan sus astas hasta quedar exhaustos en una contienda que sobrecoge. Sus bramidos, sobre todo al amanecer y al caer la tarde, inundan todo el bosque y su eco se expande fuera incluso de él. De nuevo, una emoción sin igual que puedes vivir en el Parque Natural de Los Alcornocales, donde hay censados unos 35.000 venados, protagonistas de esta berrea que suele empezar en septiembre y alargarse hasta noviembre, según el clima.

Si quieres asegurarte este espectáculo de celos y batallas (casi un Shakespeare), Tugasa, la red de alojamientos rurales de la Diputación de Cádiz, organiza incursiones al bosque. Un paquete para dos personas con visita al bosque en 4x4, dos noches en régimen de media pensión en el Castillo de Castellar, en Castellar de la Frontera, te saldrá por 125 euros por persona; disponible hasta este domingo 13 de octubre. Por su parte, Genatur te propone escuchar la berrea con guía los días 11 y 12 de octubre de 18:30 a 22:30 h (9 euros por persona). Por lo demás, que sepas que estos herbívoros, errantes y noctámbulos, ahora de color grisáceo (en primavera se vuelven rojizos), pesan más de cien kilos y se mueven como peces en el agua por este parque que limita al norte con el de Grazalema y al sur con el del Estrecho de Gibraltar.

Y quien dice los Arcornocales dice Sierra Morena (Almadén de la Plata o La Puebla de los Infantes, en Sevilla, organizan rutas y actividades), Parque Nacional de Cabañeros (Toledo y Ciudad Real), Sierra de Cazorla (Jaén), Parque Nacional de Monfragüe (Cáceres) o Selva de Irati (Navarra).

Fiesta de la rosa del azafrán: no solo lavanda

Enamorados como estamos de los campos de nuestra Provenza, que está en Brihuega, salvando las distancias, colmados de lavanda, no podemos olvidarnos de estos otros campos que son para embriagarse igualmente y volverse loco, más si acudimos a verlos a esa tierra tan quijotesca que es Consuegra, donde los molinos son auténticos gigantes. Y para agasajar al personal y celebrar las alegrías que da el azafrán, del 25 al 27 de este mes de octubre se celebra la Fiesta de la Rosa del Azafrán de Consuegra, que va ya por su 57 edición.

Es ahora en otoño cuando el paisaje se tiñe del púrpura y el rojo del azafrán. Las flores aparecen desde ya y hasta la primera quincena de noviembre. Se cortan y colocan cuidadosamente, sin amontonar, en cestas de mimbre y se llevan a los locales donde se realiza la monda (la extracción de los pistilos, cuyos estigmas son las hebras del azafrán). Luego estas flores inundarán las calles y habrá música, danza folclóricas, concurso de monda de azafrán, certamen gastronómico y mucho más. Todo para dar a conocer que en La Mancha, además de molinos, hay azafrán; de hecho, según nos dicen, hasta el 90% del cultivo español se realiza en tierras castellanomanchegas. Por cierto, en Monreal del Campo (Teruel), hay un Museo del Azafrán. Y en La Melguiza encontrarás mil y un productos gourmet hechos con azafrán; un lujo. Hay que viajar.