¿Puede el jengibre ayudarte a adelgazar? Así puedes incluirlo en tu dieta

Hay alimentos que han formado parte de la dieta del ser humano durante años. Ese es el caso del jengibre, que ya era empleado en la antigua China por sus propiedades medicinales, y no es raro porque sus beneficios son muchos.

Esta raíz es conocida por su aroma y sabor picante, lo que la convierte en un gran condimento, pero también se ha empleado como solución para muchos males del cuerpo humano por sus cualidades antiinflamatorias y vasodilatadoras.

Se ha usado a lo largo de la historia para calmar los problemas digestivos o dolores menstruales, como relajante muscular e incluso como un afrodisiaco natural. No es raro que haya conseguido hacerse un hueco en nuestras dietas.

Tantas son sus virtudes que se le ha señalado como un complemento ideal para ayudarnos a bajar de peso, sobre todo si somos constantes y lo incluimos en nuestro menú de forma regular.

Uno de los motivos por los que se le considera ideal para ayudarte a adelgazar es su capacidad termogénica. Esto significa que aumenta la temperatura corporal, lo que en teoría hace que nuestro metabolismo se acelere, quemando una cantidad de energía mayor.

Además, los compuestos del jengibre favorecen la digestión de los alimentos y evita que suframos indigestiones y la acumulación de gases. También se considera que, gracias a ser un poco picante, ayuda a disminuir el apetito y a proporcionar una sensación de saciedad.

Se trata de un gran antioxidante que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y favorece la eliminación de toxinas. Interviene en la regulación del cortisol, la hormona del estrés, por lo que actúa como un buen relajante.

¿Cómo lo tomamos?

Como ya hemos comentado, su sabor lo convierte en un excelente condimento, por lo que molido o rallado lo podemos incluir en nuestras recetas de cocina; de hecho, son famosas las galletas de jengibre, pero también se puede emplear en carnes y pescados, sopas o ensaladas.

Sin embargo la forma más habitual de consumir esta raíz es en infusiones. El té de jengibre es una de las formas más comunes para tomarlo y una forma muy eficiente de aprovechar sus cualidades. Se recomienda emplear el jengibre fresco para hacerlo, pero también sirve si lo tienes molido.

Solo hay que incluirlo, cortado en finas rodajas, en una taza con agua que haya hervido y dejarlo reposar unos cinco minutos. Tómalo diariamente mientras todavía está tibio. Si quieres potenciar sus cualidades, puedes añadirle un poco de limón.

Como todos los alimentos, el jengibre por sí mismo no hace que adelgaces, se trata de una ayuda en el marco de una dieta equilibrada en la que no puede faltar un poco de ejercicio físico.