La hora a la que comes también es importante y puede ayudarte a adelgazar
Tomar alimentos saludables es fundamental, pero en qué momento lo hacemos también
Al tomar la decisión de cuidarnos un poco más, enseguida miramos hacia nuestra alimentación para ver cómo podemos mejorarla para que lo que comemos sea lo más saludable posible.
Eliminando productos ultraprocesados, bollería industrial, precocinados, refrescos azucarados, reduciendo la ingesta de alcohol y productos poco saludables mientras aumentamos la ingesta de frutas y verduras, grasas saludables y proteínas de calidad.
Si además nos lo estamos tomando en serio es muy probable que hayamos decidido empezar a realizar algo de ejercicio físico, que nos ayude a quemar calorías mientras tonificamos nuestros músculos.
Sin embargo, suele haber otros factores a los que prestamos menos atención y que también pueden influir de manera determinante en nuestros objetivos. Por ejemplo, no llevar unas rutinas de comida adecuadas puede hacer que nos rindamos ante las ganas de picar entre horas.
En ocasiones dejamos pasar demasiado tiempo entre una comida y la siguiente, esto puede hacer que sintamos hambre y nos dejemos llevar por la tentación de picar algo menos saludable que lo que teníamos pensado.
Esto se puede solucionar con más ingestas a lo largo del día, por ejemplo, además del desayuno, la comida y la cena, un pequeño almuerzo y una merienda. Esto hace que lleguemos a las comidas importantes con menos sensación de hambre.
Cuidar los horarios
Una de las claves que puede ayudarnos a adelgazar es cumplir con unos horarios establecidos de comida y mantenerlos. Estos pueden variar en función de cada persona y su estilo de vida, no hay necesidad de llegar tarde al trabajo a causa de nuestro desayuno.
Así, si hemos cenado sobre las 21 horas de la noche, lo ideal sería esperar unas doce horas antes de tomar el desayuno. Si cenamos a las 8 de la tarde, el desayuno lo podríamos tomar a las 8 de la mañana.
La mayoría de los expertos recomiendan no dejar pasar más de cinco horas entre una comida y la siguiente, siendo lo ideal unas tres. De esta manera, la comida la realizaríamos sobre las 14 horas, con un almuerzo entre el desayuno y la comida y una merienda entre esta y la cena.
Cenar pronto es importante, aunque en España sea poco habitual. Lo adecuado es dejar pasar como mínimo un par de horas desde el final de la cena hasta que nos vayamos a dormir. Si además cenamos de forma saludable y con moderación, podemos conseguir conciliar mejor el sueño y que este sea de mayor calidad.
Descansar de forma adecuada también es esencial si lo que queremos es perder peso. La falta de sueño hace que las hormonas implicadas en la regulación del apetito se desequilibren. La leptina, encargada de regular el efecto saciante, disminuye, y aumenta la grelina, que favorece el apetito.
Aunque no hay un momento fijo que pueda hacernos bajar de peso, tener un horario de comidas y adelantar la hora de la cena es una buena forma de ayudar a nuestro cuerpo. Además, si tienes más dudas, no olvides que un médico o nutricionista será quien mejor te puede recomendar unas pautas adecuadas para ti.
Al tomar la decisión de cuidarnos un poco más, enseguida miramos hacia nuestra alimentación para ver cómo podemos mejorarla para que lo que comemos sea lo más saludable posible.