Secretos del Paisaje de la Luz: un paseo por el Madrid Patrimonio Mundial de la Unesco
Los madrileños están de enhorabuena: la Unesco ha otorgado este distinguido sello a su famoso Paisaje de la Luz. Hacemos un recorrido por algunos de sus rincones
El 25 de junio de 2021, la ciudad de Madrid pasó a formar parte de la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. El llamado Paisaje de la Luz entró en tan privilegiado catálogo en la categoría de Paisaje de las Artes y las Ciencias, tras la aprobación de su candidatura, que fue presentada en el año 2019 y comenzó a formarse en 2014. Se trata de una superficie de 190 hectáreas de las que el 75% son espacios verdes lo que, entre otras cosas, hace que para la UNESCO sea una zona que se define por su excepcionalidad y singularidad. La resolución, que debía haberse conocido hace un año, se pospuso por la pandemia; no en vano, las buenas noticias nunca llegan tarde.
En este sentido, los madrileños están de celebración. Ellos, las personas que se desplazan de otros lugares para estudiar o trabajar y los miles de turistas que cada día visitan la capital son auténticos afortunados por poder disfrutar de "un entorno urbano extraordinario, donde cultura, ciencia y naturaleza conviven desde mediados del siglo XV", tal y como explican desde la Página oficial de Turismo de la ciudad de Madrid.
"En el Paisaje de la Luz se condensan la claridad de los cielos de Velázquez, el sentimiento de las palabras de Calderón, la cadencia clásica de la arquitectura de Villanueva y la belleza de la flora de Mutis. Luz, razón, cultura y naturaleza vertebran el Paseo del Prado y el Buen Retiro como Paisaje de las Artes y Ciencias, un espacio cívico e ilustrado que ha evolucionado desde el siglo XVI manteniendo su esencia", dicen en la citada web.
Efectivamente, el Paisaje de la Luz incluye el paseo del Prado entre la plaza de Cibeles y la de Carlos V, junto con el parque de El Retiro, y el barrio de los Jerónimos. En todas estas zonas, hay monumentos tan representativos como la Puerta de Alcalá, la Fuente de Cibeles o el Palacio de Cristal, pero en las mismas hay rincones secretos no tan conocidos e iguales de especiales.
El Casón del Buen Retiro
El Casón del Buen Retiro, es uno de los dos únicos edificios con el Salón de Reinos, que han sobrevivido a la destrucción del Palacio del Buen Retiro. Ubicado en pleno Paseo del Prado, fue construido en 1637 por Alonso Carbonell como Salón de Baile. Su interior conserva una bóveda de cañón pintada al fresco por Luca Giordano en 1692 con la Alegoría del Toisón. Desde 1971 es uno de los edificios que conforman el Museo del Prado, albergando parte de sus colecciones.
El mirador de Alfonso XII
El Retiro es mágico por muchas razones, pero una de ellas es, sin duda, los innumerables detalles históricos y estéticos, tanto en su arquitectura como naturaleza. Uno de estos, el monumento con Alfonso XII a caballo presidiendo su icónico estanque. Lo que poca gente sabe es que, además de una flamante estatua, es un mirador y se puede subir a él, gratis. Tras varios años cerrado, se organizan visitas guiadas con acceso al mismo, cuyas entradas se pueden adquirir en la web de Turismo de Madrid.
Eso sí, si te gustaría disfrutar de estas vistas tan especiales, debes estar muy atento porque solo venden entradas, dos o tres veces al año, para grupos reducidos de unas veinte personas con un horario, por lo general, de sábados y/o domingos de 11.00h a 13:00h por lo que el día que salen a la venta, vuelan.
Las nuevas salas del Prado
Hace no mucho, el Museo del Prado habilitaba varias salas para ubicar en ellas la exposición permanente "Historia del Museo del Prado y sus edificios" que no es otra cosa que un recorrido por los más de los más de 200 años de historia de la primera institución cultural española. Algo muy demandado por los visitantes, deseosos de conocer la historia del propio museo y que se hace en otras instituciones europeas. A través de estas salas, los turistas pueden conocer tanto el proceso de gestación del museo, su inauguración con tan solo 311 obras y sus sucesivas reformas a lo largo de la historia.
El CaixaForum
Menos conocido que el Museo del Prado, pero igual de interesante es el espacio, ubicado en el Paseo del Prado llamado CaixaForum. Un centro sociocultural propio del siglo XXI que "abre sus puertas al arte antiguo, moderno y contemporáneo, a los festivales de música y poesía, al arte multimedia, a los debates de actualidad, a las jornadas sociales y a los talleres familiares y educativos", tal y como detallan en EsMadrid.
Impresiona su interior, pero también su exterior y es que posee dos características que le hacen fácilmente reconocible: el impresionante jardín vertical que adorna su fachada y su aparente estado de "levitación". Cualidades por las que merece la pena pasar por delante, y posar en una fotografía para nuestras redes sociales.
El Huerto Urbano del Retiro
Más allá de las edificaciones históricas, la naturaleza es uno de los factores que caracterizan a esta zona y que le han hecho consagrarse como Patrimonio Mundial. Así, en el Parque del Retiro podemos encontrar servicios como el Centro de Información y Educación Ambiental del Retiro, creado para divulgar actividades de información y educación ambiental.
En este, encontramos proyectos como el huerto terapéutico que ayuda a personas con problemas de alcoholismo, el huerto ciudadano en el que hasta 50 madrileños tienen su propio huerto (e incluye asesoramiento personal) o iniciativas como '¿Quién cultiva mejor: padres o hijos?', a través de las cuales, los domingos por la mañana se dan cita distintas familias.
El 25 de junio de 2021, la ciudad de Madrid pasó a formar parte de la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. El llamado Paisaje de la Luz entró en tan privilegiado catálogo en la categoría de Paisaje de las Artes y las Ciencias, tras la aprobación de su candidatura, que fue presentada en el año 2019 y comenzó a formarse en 2014. Se trata de una superficie de 190 hectáreas de las que el 75% son espacios verdes lo que, entre otras cosas, hace que para la UNESCO sea una zona que se define por su excepcionalidad y singularidad. La resolución, que debía haberse conocido hace un año, se pospuso por la pandemia; no en vano, las buenas noticias nunca llegan tarde.