Ha abierto un restaurante en Madrid, se llama Quintoelemento y es el 'nuevo salir a cenar'
El último concepto gastro añade a la imprescindible calidad de los platos el disfrute de experiencias con los cinco sentidos
Comer o cenar bien y en un sitio bonito es uno de esos pequeños placeres que de una forma descomplicada nos permiten disfrutar del día a día, darle un plus a nuestra rutina. Pero hacerlo mientras observas videoarte, pantallas LED interactivas y video mapping que evoluciona y se transforma proyectándose en las paredes y en una cúpula gigante puede convertirse en una experiencia de otro orden.
Si a todo ello le añadimos que es un Sky Restaurant de 800 m2, y si has vivido la experiencia del Teatro Kapital en Atocha 125, no querrás perdértelo. A lo mejor no bailas, pero vives una gastroexperiencia de otra dimensión. El nombre de esta vivencia no podía ser otro que Quintoelemento, la última apuesta del Grupo Kapital, que ha destinado las dos últimas de las siete plantas del emblemático local de la noche capitalina para vivir un Madrid realmente diferente.
¿Y por qué eso de Quintoelemento? A los 4 elementos fundamentales, tierra, fuego, aire y agua, se les añade uno muy potente: una mezcla entre energía, alma y felicidad.
Efecto wow
La famosa cúpula cuenta con una de las mayores pantallas cóncavas retráctiles en una superficie de 180m2 donde se proyecta contenido de ultradefinición 4k que juega con un impresionante sistema de iluminación led. El objetivo no es otro que conseguir teletransportarse en segundos a un mundo de sensaciones que poco tienen que ver con un restaurante convencional y a la vez perfectamente compatible con el disfrute de una gastronomía del más alto nivel.
Y para muestra está quien asesora los fogones: Juan Suárez de Lezo, formado en cocinas de Arzak, El Bulli o Mugaritz e internacionales como las de Perse con Thomas Keller, Eleven Madison de Daniel Humm y Betony.
Mediterráneo, Asia y Latinoamérica
La carta es de inspiración cosmopolita y ecléctica, está centrada en un producto de calidad, partiendo de una base mediterránea con pinceladas asiáticas y latinoamericanas. Los amantes de la cocina oriental también disfrutarán de su espectacular sushi bar de elaboración tradicional donde el nigiri de gamba roja es imprescindible.
Imposible no rendirse a su vieira acompañada de jalapeño y pepino, el taco de lenteja con merluza, lemon grass y brotes, o la gamba roja dos texturas con huecaína de sus cabezas o los tiraditos de salmón marinado en ají panca y causa limeña al más puro estilo peruano. ¿Prefieres apostar por algo más autóctono? Triunfa entre los carnívoros su hacha de ternera lechal.
Su bodega también es un acierto, podrás maridar tus platos con una de las 150 referencias nacionales (y alguna internacional, sobre todo francesa, ya que el director del restaurante es un afrancesado en este sentido), y si apetece un cóctel antes, durante o después, lánzate a por un mojito de shochu o un pisco sour, pero veggie. ¿Prefieres vivir la experiencia en un entorno recogido? Siempre puedes quedarte en la 6ª planta, de 300 m2, destinada a grupos reducidos. Sea como sea, Quintoelemento se une a la reciente apuesta por un disfrute 360º donde sin moverse del sitio es posible realizar un viaje y desarrollar al máximo los cinco sentidos.
Comer o cenar bien y en un sitio bonito es uno de esos pequeños placeres que de una forma descomplicada nos permiten disfrutar del día a día, darle un plus a nuestra rutina. Pero hacerlo mientras observas videoarte, pantallas LED interactivas y video mapping que evoluciona y se transforma proyectándose en las paredes y en una cúpula gigante puede convertirse en una experiencia de otro orden.