Diego Losada: planes de aventura, conciertos de 'rock' y reencuentros con su infalible Galicia

Bajo la batuta de este periodista de raza —curtido como reportero en el exigente ritmo de los informativos—, el programa 'En boca de todos', de Cuatro, acerca a los espectadores las noticias políticas y sociales más comentadas del día. Entretanto, Diego Losada, nuestro protagonista, sigue afianzando su faceta como músico al frente de Durden, su banda de rock. Hoy nos confía sus direcciones y planes más top.

Para comer

Desayuno perfecto: “El que tomo en el madrileño Café Minber Bar (Gta. de Ruiz Giménez, 5), cerca de casa, donde suelo pedir 'un completo': zumo de naranja natural, café con leche y pincho de tortilla de patata recién hecho, grande y muy rico”.

A mesa puesta: “Para almorzar con mis amigos me gusta reservar en Parrillada Bulevar (Rua Hospital, 15), en A Coruña. Allí todo está buenísimo y es mi particular conexión con Galicia, aunque los dueños son brasileños. La carne, la tortilla, el raxo gallego con patatas… Todo está delicioso”.

¿Tomamos una copa? “Sin duda elijo la Sala El Sol (Los Jardines, 3), en pleno centro de Madrid, por su estupenda programación de buena música en directo. Por eso fue un puntazo para Durden, mi banda de rock, tocar allí. El ambiente es increíble”.

Momento goloso: “Me quedo con los postres que disfruto en el restaurante vasco La Viña (31 de agosto, 3), en San Sebastián, de cocina casera tradicional. Su tarta de queso horneada es historia viva. En realidad, soy muy fan de la tarta de queso en todas sus formas y texturas”.

Al dente: “No tengo ningún lugar fetiche para tomar pasta, pero diría que nada ha conseguido superar, de momento, a la que preparamos en casa. Eso sí, cuando salimos casi siempre pido lasaña. Me encanta”.

Templo gourmet: “La tienda de artesanía y productos de Villafranca del Bierzo en la que paro cada vez que hago por carretera la ruta A Coruña-Madrid. Un queso de San Simón da Costa ahumado siempre suele caer; además es un producto que me gusta mucho regalar”.

Para comprar

Básicos de moda: “A la hora de vestir, mi estilo está muy marcado por las chupas. De hecho, tengo varias de cuero y conservo con especial cariño una Perfecto, la prenda más emblemática de la firma Schott NYC, con la que me he subido varias veces al escenario para tocar. También me gustan mucho las cazadoras de moto con un toque vintage, como las que me dejan los amigos de By City. Debajo de las cazadoras, todo es muy simple: tengo como diez camisetas blancas básicas que voy cambiando y varios pantalones negros”.

Accesorios capricho: “Para mí, las gafas de sol son imprescindibles, más que nada por un tema de salud. Lo malo es que soy un desastre y cada año suelo perder un par de ellas. Llevo mucho el modelo Justin, de Ray-Ban. Para el tamaño de mi nariz y de mi cabeza son de las pocas que me quedan aceptables”. (Risas)

Tiempo de lectura: “Mi barrio, Malasaña, está lleno de librerías fantásticas, prefiero no quedarme con ninguna y con todas a la vez. De todas formas, estoy descubriendo el talento que hay en los libros autoeditados que se venden en plataformas digitales. ¿El último? 'La groupie', de Juan Carlos García, una novela que empieza en el Woodstock del 69. Te mete de lleno en aquellos años locos de contracultura y te hace convivir con los componentes de una banda de rock que quieren llegar a ser los número uno. Recomendable”.

Para cuidarme

En forma: “Disfruto del verano porque es la época del año en la que más deporte hago. Me encanta practicar kitesurf porque es necesario hacerlo en la playa o en un pantano, y ahora me estoy metiendo en una nueva disciplina, el wing foil, que consiste en manejar una ala que no está sujeta a la tabla. Y si no hay viento, un poco de paddle surf. En tierra lo que más me saca de casa es pasear con mi perrita Rita y hacer rutas en bici MBT. He participado en algunas largas, incluso en carreras, pero suelo llegar de los últimos. Por lo demás, no consigo tener la constancia de acudir al gimnasio”.

Hora beauty: “La verdad es que no suelo acudir ni a spas ni a centros de belleza, pero las veces que he ido al gimnasio, que son muy pocas, paso más tiempo en los chorritos de agua —(risas)— que ejercitándome en las máquinas”.

Fragancia favorita: “Suelo cambiar porque me las suelen regalar. No le hago ascos a ninguna, pero recuerdo que mi madre, cuando vivía, siempre me regalaba Boss Bottled, de Hugo Boss”.

Para viajar

Hotel de ensueño: “He viajado bastante por el mundo y he dormido en buenos hoteles, pero, si soy sincero, me gusta lo sencillo y auténtico. Prefiero mil veces dormir en una camper a pie de playa y despertarme con el amanecer que tomar caviar en la suite en la que vivió Michael Jackson. Hace poco nos fuimos a un bungalow de fibra en el Camping Pepe, en primera línea de playa en Oliva (Valencia) y fue la gloria”.

Museos favoritos: “El último que he visitado es el Sorolla, en Madrid. Me encantaría llevarme a casa el cuadro 'Niños jugando en la playa'. Mejor dicho, me gustaría que mis niños en un futuro pudiesen jugar en una playa con esa luz”.

Monumento preferido: “La Torre de Hércules, en A Coruña, el faro romano en funcionamiento más antiguo del mundo. Me crie en sus alrededores y su luz ha estado presente en los cielos nocturnos de todos los coruñeses, incluidos los míos. Es un monumento vivo que, además, salva vidas”.

Último concierto: “El de Bob Dylan en las Noches del Botánico, en Madrid. El hecho de que los móviles estuviesen prohibidos durante el concierto hizo que disfrutase aún más de su música y su aura”.

Un destino en el mundo: “No me canso de volver una y otra vez a Mallorca, tanto que fantaseo con una vida plena allí. Siempre que voy descubro algún lugar nuevo. Aunque la idea del viaje idílico que me atormenta desde hace años es dar la vuelta al mundo por carretera. Adoro la aventura”.