Santos y Desamparados: las puertas del cielo están en una coctelería del centro de Madrid

Las puertas del cielo están en una coctelería de Las Letras, ese barrio madrileño con personalidad propia al que no le encaja, en absoluto, ni lo castizo, ni lo austrias, ni lo malasaña, ni lo salamanca. El barrio de Las Letras es un juego de coordenadas que gravitan entre lo sofisticado, lo auténtico y lo encantador. En Las Letras, o estás a la altura, o la exigente parroquia te deja a un lado en un abrir y cerrar de ojos. Porque Las Letras es, en muchos sentidos, el último reducto de ocio —sin hordas de turistas atolondrados— de los que en verdad viven y disfrutan de la capital del reino.

En el eje Congreso, Palace, Medinaceli, Trinitarias, Quevedo, Cervantes, Ateneo, Teatro Español y Santa Ana se esconde uno de nuestros placeres —hasta la fecha, secreto— custodiado con más amor, la coctelería Santos y Desamparados. En este templo del buen beber, todo un negocio a la altura de los protagonistas de ‘Lo que hacemos en las sombras’ —adorados Nandor, Laszlo, Nadja y Guillermo—, la muy que recomendable parodia vampírica de HBO, todo es perfección si te gustan la estética y el rock dark.

La puesta en escena de Santos y Desamparados, pura teatralidad a la altura de algún pope de la escenografía internacional, tiene una única razón de ser: hacer que sus cócteles divinos brillen como merecen.

¿Truco o trato? Truco barra consejo. Entra en Santos y Desamparados en buena compañía, un partner in crime que esté dispuesto a probar tus cócteles y, lo más importante, dispuesto a que tú degustes los suyos. Ah, eso y dejarse llevar por las sugerencias de Alberto Villarroel, el gran maestro de ceremonias de este —nuestro, ya tuyo— templo favorito.

De nuestra última incursión nos quedamos con estas más que afinadas propuestas. Dragón amarillo (un clásico); tequila 1800 infusionado en ají amarillo, pomelo, fruta de la pasión y espuma de albaricoques ahumados. Vieux Carré (perfección eres tú): whisky Michter’s Rue, cognac v.s.o.p. (very superior old pale), vermú rojo, benedictine y bitters aromáticos.

No se vayan todavía, aún hay más para llegar al cielo: Cocoine (trasgresión y acierto): ron, vodka de menta redestilada y coco clarificado. Lion’s Tail (trago eléctrico): whisky, pimiento Pérez Dram, limón y tintura de laurel. Cerrando este retiro espiritual, nos ganamos el cielo con todo un dios cóctel, el Penicillin: whisky Cardhu, Johnnie Walker Black Label, jengibre y limón. Amén, hermano.

Santos y Desamparados cuenta con tres estrellas en la edición 2023 de Top Cocktail Bars y con el premio Bares y Tragos que otorga la Academia Madrileña de Gastronomía.

En sala y barra, tres mixólogos cum laude —liderados por Villarroel— transforman la oscuridad en luz y perfección.

La nueva carta de Santos y Desamparados —estrenada el pasado 14 de febrero— supone otra fructífera colaboración con Miguel Ángel Jiménez, de Libé Unique Cocktails. La propuesta incorpora dos secciones: una de baja graduación y otra sin alcohol (“sin plomo”). En total, 14 nuevos tragos que acompañan a Las Bestias (o tragos clásicos llevados a su máxima expresión) y a Los Santos (recapitulación de los favoritos elegidos por los parroquianos a lo largo de los últimos seis años).

"Nuestro objetivo es que el cliente que ya ha probado toda la carta clásica de Santos y Desamparados siga manteniendo el efecto sorpresa", Alberto Villarroel

En lo que a nosotros respecta, volveremos. Queda mucho cóctel bueno por descubrir, como el bautizado Bamboo Macho (vino fino en rama de Jerez, vermú seco, vermú dulce, plátano macho y bitter de naranja), el Sidecar (brandy, cointreau, limón y redestilado de almendra Libé) o el Boulevardier (whiskey redestilado en cacao y menta piperita, vermú rojo y bitter), entre otros.

¡Elévate!