La nueva (y radiante) Eugenia Martínez de Irujo, al albor de los 50

El próximo jueves Eugenia Martínez de Irujo vuelve a la vida pública de la que se apartó voluntariamente hace unos años. Lo hará para presentar su nueva colección de colgantes y pulseritas que diseña para los Tous. Muchas veces la casa familiar de los joyeros en Manresa se convirtió en su refugio cuando quería ser invisible. La mayoría de las veces conseguía esa intimidad que en Madrid resultaba más complicado. A diferencia de otras ocasiones, esta vez su encuentro con la prensa no será tenso porque ya los agobios de siempre han desaparecido igual que la tila previa a la cita periodística.

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Este cambio de vida de Eugenia tiene su punto de inflexión. La evolución no tiene que ver con la desaparición de su madre, la gran duquesa Cayetana​, a la que estaba muy unida, sino con su situación afectiva. La modificación vital tiene nombre y apellido. Desde que entró en su vida el presidente de Universal para España y Portugal , Narcís Rebollo, cambió de actitud. Dejó de ponerse nerviosa cada vez que veía a un reportero o enfadarse cuando descubría a un paparazzi.

Su relación con Coronado la convirtió en una especie de personaje de 'El tercer hombre', la película protagonizada por Orson Welles donde cada salida o viaje se convertían en un misterio y en un desasosiego vital. José Coronado, acostumbrado a sus amores estacionales, lo llevó con mucha tranquilidad. La historia duró lo mismo que la canción del Dúo Dinámico 'El final del verano'. Cada uno se fue por su lado y aquí paz y después gloria. O como dice el refrán, "que les quiten lo bailao".

Todas estas complicaciones que en realidad no lo eran fueron antes de aparecer Rebollo, con el que comenzó su relación cuatro años antes de oficializar su historia en la Feria de Abril de 2017. La diferencia con las anteriores relaciones (salvo Coronado) era que por primera vez Eugenia salía con alguien con un currículum brillante y económicamente potente. Y no solo eso, su presencia era de acompañante y no de titular cuando acudía con él a determinados actos relacionados con la música, tanto en España como fuera.

Y una vez que lo ha vivido, a Eugenia le gusta no ser tan 'representativa' como antes. Además, el novio, que mantiene el mismo estado civil -de divorciado porque la boda de Las Vegas tiene tanta credibilidad como la convalidación de títulos en ESADE de Iñaki Urdangarin-, se lleva muy bien con los tres hermanos Carlos, Cayetano y Fernando.

Los otros dos -Jacobo y Alfonso- van por libre y se relacionan poco con el resto del clan. Los problemas derivados de la donación en vida del patrimonio de la duquesa abrió una brecha que sigue sin cerrarse.