Alejandra, la hija de Mario Conde, se reinventa y salda sus cuentas judiciales
En abril de 2016 fue detenida junto a su padre como presunta "codirectora" de una presunta trama que ahora se acaba de archivar. Con los problemas de salud solucionados, tiene una nueva profesión
Aquello fue un drama. No solo por la detención de Mario Conde y de su familia más próxima, sino por las difíciles circunstancias por las que estaba atravesando todo el clan. El 11 de abril de 2016, Mario Conde, sus hijos, Mario y Alejandra Conde Arroyo; su yerno, Fernando Guasch Vega-Penichet, y otras cuatro personas sin lazos familiares fueron acusados de colaborar con el exbanquero para repatriar 13 millones de euros presuntamente saqueados a Banesto. Todo ello en el marco de una investigación de la Fiscalía Anticorrupción, la Guardia Civil y la Audiencia Nacional, con despliegue de telediario y demás. Pasados más de dos años de aquello, el juez ha archivado la causa.
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El dinero, según el juez, no procedía de Banesto, sino de una operación anterior y perfectamente legal. Según sus conclusiones, provenía de la venta, a finales de los ochenta, de la empresa Antibióticos, de la que era accionista mayoritario junto al empresario Juan Abelló. Así se cierra una investigación que ha durado dos años y medio y que incluyó la muy mediática (y penosa) detención de Mario Conde y su hija.
Aquel día en que Mario Conde ingresaba en la prisión de Soto del Real, su hija Alejandra, considerada "codirectora de la trama", quedaba bajo arresto domiciliario en su casa de la urbanización La Quintaleja en el Encinar de los Reyes. Era una atención especial del juez hacia Alejandra, que vivía en esos momentos "unas dramáticas circunstancias personales". Aunque era vox populi, fue Mario Conde quien le puso nombre a esas circunstancias, años después, desde sus redes sociales. Aquel mismo día de abril uno de sus nietos "comenzaba un tratamiento de radioterapia".
Hoy, la noticia del archivo definitivo del caso (la Agencia Tributaria ya venía firmando informes en los que advertía de que no veía delito) es casi una anécdota para Alejandra. La hija del exbanquero y de su primera mujer, Lourdes Arroyo, puede afirmar que los problemas de salud de su familia se han solucionado. Ha intentado proseguir con su vida al margen del proceso judicial, aunque siempre desde la más extrema discreción.
Nueva andadura
Además, según ha podido saber Vanitatis, ha iniciado una nueva andadura profesional. Alejandra trabaja ahora en la gestión inmobiliaria, un campo que hasta hace poco le resultaba ajeno. Siempre ha sido bastante interdisciplinar. Tras terminar Derecho con matrículas de honor y estudiar un máster en Bolsa, Alejandra trabajó en la banca americana Morgan Stanley. En contra de los consejos de familiares y amigos de hacer oposiciones, creó junto a algunas amigas A-típica, una empresa de eventos, bodas, fiestas, acontecimientos deportivos (recientemente se encargaron de la boda de Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James Stuart). Pero la vida judicial de su padre corrió paralela a su vida profesional y en 2011 abandonó definitivamente sus propios negocios para centrarse en los de aquel.
Cuando fueron detenidos, Alejandra aparecía como socia, consejera delegada y administradora única de las siete principales empresas creadas por Mario Conde tras su (primera) salida de la cárcel; entre ellas, la de aceite (Oleum Flumine S.L.), otra en el sector de la cosmética, y fincas y explotaciones agrícolas. Junto a su hermano Mario llevaba también la empresa Black Royal Oak, una sociedad limitada que tenía un patrimonio de más de 10 millones de euros y se dedicaba a la compraventa de bienes inmuebles.
Respecto a su vida personal, está casada desde 2004 con Fernando Guasch Vega-Penichet, con el que tiene tres hijos. Guasch es hijo del empresario Manuel Guasch, antiguo presidente de Renault y Azucarera del Ebro. La familia ha permanecido muy unida y muy segura de que no habían cometido ningún delito, pero el rodillo de los medios les ha pasado por encima. No siempre ha sido fácil ser la hija de Mario Conde.
Aquello fue un drama. No solo por la detención de Mario Conde y de su familia más próxima, sino por las difíciles circunstancias por las que estaba atravesando todo el clan. El 11 de abril de 2016, Mario Conde, sus hijos, Mario y Alejandra Conde Arroyo; su yerno, Fernando Guasch Vega-Penichet, y otras cuatro personas sin lazos familiares fueron acusados de colaborar con el exbanquero para repatriar 13 millones de euros presuntamente saqueados a Banesto. Todo ello en el marco de una investigación de la Fiscalía Anticorrupción, la Guardia Civil y la Audiencia Nacional, con despliegue de telediario y demás. Pasados más de dos años de aquello, el juez ha archivado la causa.