El duque de Alba coincide con su hermano Cayetano ante el Señor de los Gitanos

El Jueves Santo se produjo el primer encuentro público del Duque de Alba, Carlos Fitz James Stuart, con su hermano menor, Cayetano. Ambos habían protagonizado un distanciamiento público desde el fallecimiento de su madre, la Duquesa de Alba. Al ponerse Carlos al frente de la Casa, en su condición de heredero, sus visiones sobre algunos asuntos diferían de las de su hermano. Incluso en el cuarto aniversario del fallecimiento de la Duquesa de Alba, en Noviembre del pasado año, Cayetano publicó una esquela en el periódico en la que anunciaba una misa aniversario por la Duquesa en la Iglesia de Los Gitanos en la que sólo figuraba su nombre y el de su hermano Fernando. Se celebró una misa de aniversario en Sevilla, a la que asistieron las amistades de la Duquesa y su hijo Cayetano, y otra en Madrid.

El Duque de Alba ha seguido cumpliendo con la tradición de visitar en su Iglesia a la Hermandad antes de que inicie estación de Penitencia por la calles de Sevilla. En estos cuatro años nunca había coincidido con Cayetano que también ha seguido haciéndolo. Este Jueves Santo, los dos hermanos, coincidieron ante la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Salud. Carlos quiere mantener la vinculación con la ciudad que tuvo su madre y su presencia en ella es habitual.

El Duque de Alba llegaba a la Iglesia sobre las doce de la mañana, en compañía de una pareja de amigos. Unos minutos después lo hacía Cayetano con sus hijos, Luis y Amina, su pareja, Bárbara y Margaret, la hija de la que fue su Nanny muchos años y que vive con él desde que falleció su madre. Curiosamente aparcaron sus respectivos vehículos uno junto al otro.

Al entrar en la Iglesia los dos fueron recibidos por miembros de la Junta de Gobierno. Tras permanecer unos minutos y dar algunas explicaciones a sus acompañantes Carlos se marchó primero. Se detuvo especialmente a ver el manto de la Virgen de las Angustias, que lleva bordado el escudo de la Casa de Alba y de la que su madre fue Camarera. Al salir pasó ante el columbario en el que descansan las cenizas de la Duquesa. Fue precisamente ella quien escogió ese lugar personalmente acompañada de Carmen Tello y el Hermano Mayor de los Gitanos.

Cayetano y sus hijos permanecieron más tiempo en el templo y luego visitaron la casa Hermandad, un edificio anexo al templo cuyas obras han concluido recientemente y en las que la Duquesa de Alba fue una importante mecenas. Él y sus hijos hicieron estación de penitencia como nazarenos, delante del Cristo de la Salud. En el recorrido hasta la Catedral de Sevilla la hermandad pasó ante el palacio de Dueñas.