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Inmobiliaria, moda y publicidad: por qué Iker y Sara no deben temer la retirada
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Inmobiliaria, moda y publicidad: por qué Iker y Sara no deben temer la retirada

El infarto que sufrió en mayo dificulta su regreso a la alta competición. Si decidiera colgar los guantes, el portero y su familia tienen la espalda bien cubierta

Foto: Iker Casillas y Sara Carbonero. (Cordon Press)
Iker Casillas y Sara Carbonero. (Cordon Press)

Iker Casillas se resiste a llamarlo 'retirada', pero es difícil encontrarle otro nombre. El Oporto anunció esta semana que el portero español cambia su función dentro del equipo, por lo menos "hasta que se resuelvan sus problemas de salud". Ahora actuará como enlace entre los jugadores y el club, algo que ya se le dio bien en su etapa en el Real Madrid. El comunicado del club no informa de qué sucederá cuando se recupere completamente del infarto de miocardio que sufrió en mayo, pero parece improbable que pueda volver a jugar al nivel de un deportista de elite con un stent coronario.

Tarde o temprano, Casillas y su mujer, Sara Carbonero, tendrán que replantearse sus planes a medio plazo. Ahora que la vida les ha dado una voltereta, es el momento de buscar las cartas que uno guarda para cuando vienen mal dadas. Y en el caso de esta pareja, la baraja (económica) está a su favor. Ambos han tenido éxito trabajando en sus respectivas profesiones y han sabido invertir sus ganancias. Además, son dos reclamos publicitarios y su imagen es impecable.

Un repaso a las fianzas del exjugador del Madrid lo deja claro: sus empresas acumulan, en total, casi 26 millones de euros en activos. Eso, a pesar de episodios como el de Bankia. Según publicó Vanitatis en su día, el jugador fue uno de los miles de afectados por la depreciación de las acciones de la entidad financiera. Invirtió 240.000 euros a su nombre y otros 240.000 a nombre de su sociedad. Como el resto de afectados por el caso Bankia, también decidió emprender acciones legales en 2015 para recuperar su inversión.

placeholder Iker Casillas y Sara Carbonero, saliendo del hospital de Oporto donde ingresó el futbolista tras su infarto. (EFE)
Iker Casillas y Sara Carbonero, saliendo del hospital de Oporto donde ingresó el futbolista tras su infarto. (EFE)


Cuatro años después de aquello, su pulso financiero es bueno. Sus negocios se vehiculan a través de cuatro empresas. La primera, Casillas Fútbol & Marketing 2011, es una sociedad limitada dedicada al alquiler de bienes inmobiliarios por cuenta propia y a la gestión de los derechos de imagen del portero. En 2016 registró unas pérdidas de 10.000 euros y desde entonces no muestra signos de actividad. Iker también es administrador único y socio de Ikerfer 1981. La entidad declara un activo superior a los dos millones de euros y unos resultados en 2017 de 51.849 euros (20.000 euros menos que el ejercicio anterior).

Pero los dos grandes motores del entramado empresarial de Casillas son Ikerca SL y Casillas World SL. La compañía Ikerca, que también gestiona sus derechos de imagen y sus inversiones inmobiliarias, cuenta con un activo total de más de 21 millones de euros. Es la empresa en la que en un principio estaba el padre del jugador, hasta que un desencuentro personal entre ellos se tradujo en una salida de la entidad. En el último ejercicio del que hay constancia en el Registro Mercantil, Ikerca declaró unas pérdidas de 225.000 euros, lo que supone doblar los números rojos del año anterior. Esto se explica principalmente por el sensible descenso de sus ingresos.

En cuanto a Casillas World, la empresa a través de la que gestiona su fundación y su marca de ropa, revela un activo cercano a los dos millones de euros. En 2017 registró unas ventas de 2.335.695 euros, lo que dejó casi medio millón de euros limpios en el balance. Recientemente ha habido cambios en esta empresa, en la que Iker ha dejado entrar a su representante, Carlos Cutropia, y a Antonio Real Serrano (ambos patronos también de la Fundación Iker Casillas) como administradores solidarios.

En cuanto a Sara Carbonero, la periodista es un auténtico filón para las marcas. Combina su trabajo en Mediaset con su faceta como influencer y la gestión de su web multimarca Slow Love junto a Isabel Jiménez. Recientemente además ha sido nombrada embajadora de Unicef. Todo eso lo ha hecho desde Oporto y podría volver a hacerlo desde Madrid si es necesario.

"Los lugares te vieron llegar y te vieron salir, luego de eso nunca más se pudieron dormir, porque tú los pusiste a escribir, los pusiste a llover, los pusiste a brillar, te vieron navegar desde lejos. Deja enseñarte a cruzar, los lugares sin ti no saben caminar, ellos fueron testigos de cómo las hojas del viento bailaron contigo", ha escrito estos días Carbonero en su perfil de Instagram tomando prestada la letra de una de las canciones de Alejandro Sanz. Pues eso.

Iker Casillas se resiste a llamarlo 'retirada', pero es difícil encontrarle otro nombre. El Oporto anunció esta semana que el portero español cambia su función dentro del equipo, por lo menos "hasta que se resuelvan sus problemas de salud". Ahora actuará como enlace entre los jugadores y el club, algo que ya se le dio bien en su etapa en el Real Madrid. El comunicado del club no informa de qué sucederá cuando se recupere completamente del infarto de miocardio que sufrió en mayo, pero parece improbable que pueda volver a jugar al nivel de un deportista de elite con un stent coronario.

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