Miguel Bosé y Nacho Palau liman asperezas este verano por sus hijos
Mientras, en el mundo jurídico hay expectación por saber cómo se resolverá un caso que podría sentar un precedente para otras nuevas realidades familiares
Más allá de la fama de Miguel Bosé, muchos especialistas en derecho de Familia están esperando para ver cómo resuelven los tribunales la situación legal entre él, su ex pareja y la familia que crearon. Pero como la fecha del juicio (si es que se celebra) se retrasa, se ha impuesto el sentido común. A finales de junio se conoció que ambos habían alcanzado un acuerdo privado para que los cuatro menores implicados pudieran pasar el verano juntos, cosa que están llevando a cabo desde hace semanas con discreción pero sin esconderse. De hecho, el cantante acudió acompañado de los cuatro niños hace un par de semanas a una grabación de MasterChef, tal y como constataron los fotógrafos que buscaban esa imagen desde que Bosé aterrizó en España para pasar un tiempo de descanso.
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Mientras el diario 'El País' asegura que la demanda de Nacho Palau sigue adelante, otros informadores apuntan a que podría haberse llegado a algún tipo de acuerdo 'sotto voce' para que el cantante y el escultor, que fueron pareja durante 26 años y criaron a cuatro menores juntos, resuelvan sus diferencias sin más publicidad. Sería algo más del estilo de Bosé, quien jamás se había pronunciado sobre su vida privada hasta que su situación sentimental apareció en los periódicos.
Los cuatro menores nacieron por el método de la gestación subrogada, en Estados Unidos. Dos de ellos son hijos biológicos de Miguel Bosé y otros dos, de Nacho Palau, pero los cuatro se criaron juntos hasta la ruptura de la pareja y el traslado de Miguel Bosé a México. La opinión pública desconocía siquiera que Miguel Bosé tuviera pareja, hasta que la situación se hizo pública por las reclamaciones legales de Nacho Palau. El escultor inició el pasado octubre acciones legales para “defender sus intereses y, fundamentalmente, los de sus hijos menores”, según explicaron sus abogados.
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El despacho Ortolá Dinnbier, encargado de la defensa de Palau, publicó un comunicado en el que la expareja de Bosé pedía “acciones de filiación paterna no matrimonial con fundamento en la posesión de estado”, así como una “acción acumulada para el establecimiento de medidas paternofiliales de hijos no matrimoniales”.
En la demanda aparecía también la exigencia de una “acción subsidiaria para el reconocimiento y fijación de un derecho de relación de allegados” y se solicitaron “medidas cautelares para el establecimiento urgente de visitas y alimentos”. Palau pedía, además, una pensión compensatoria por estos años de dedicación al músico y a la familia.
En el mundo jurídico hay expectación por cómo se resuelva el asunto legal entre la pareja, en un mundo en el que las nuevas realidades familiares buscan soluciones cuando las cosas no van bien.
Más allá de la fama de Miguel Bosé, muchos especialistas en derecho de Familia están esperando para ver cómo resuelven los tribunales la situación legal entre él, su ex pareja y la familia que crearon. Pero como la fecha del juicio (si es que se celebra) se retrasa, se ha impuesto el sentido común. A finales de junio se conoció que ambos habían alcanzado un acuerdo privado para que los cuatro menores implicados pudieran pasar el verano juntos, cosa que están llevando a cabo desde hace semanas con discreción pero sin esconderse. De hecho, el cantante acudió acompañado de los cuatro niños hace un par de semanas a una grabación de MasterChef, tal y como constataron los fotógrafos que buscaban esa imagen desde que Bosé aterrizó en España para pasar un tiempo de descanso.