La partida de ajedrez de Miguel Bosé y Nacho Palau airea por sorpresa su intimidad

Si hay algo que Miguel Bosé no ha podido soportar nunca de la fama es la exposición pública de su vida privada. Por eso, el comunicado emitido ayer por su expareja, Nacho Palau, es una declaración de guerra en toda regla. El despacho valenciano que lleva su caso midió las palabras al milímetro para enviar un mensaje: que la pareja llevaba 26 años de relación y que si se ha llegado hasta aquí es porque las negociaciones previas han resultado estériles.

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Era imperativo que esas tres décadas de noviazgo tomaran cuerpo para el gran público. Hasta ahora, la relación del cantante y el escultor había permanecido deliberadamente en el ostracismo. Desde que se conocieron a través de amigos comunes en Valencia, en los años 90, su noviazgo era un fantasma. No había huellas públicas de su matrimonio (sin papeles) en los medios, ni en redes, ni más allá de su círculo más íntimo. Y eso planteaba un problema a la hora de las reclamaciones judiciales. Ahora todo está claro. La jugada de ajedrez ha comenzado fuerte.

La bomba estalló el fin de semana en 'La Otra Crónica'. La periodista Carmen Rigalt fue la primera que le puso nombre al hasta entonces desconocido novio de Miguel Bosé. "Miguel ha terminado hartándose de Panamá y se ha mudado a México, que tiene más posibilidades. Separado de Nacho Palau, un bello escultor valenciano con el que compartió paternidad, ambos reconstruyen ahora sus vidas en distinto lado del charco. La decisión fue difícil, pero no les quedó otra que repartirse los críos. Dos para Miguel, dos para Nacho. Hoy los hermanitos se echan de menos, pero sus papás suplen esas carencias con largas sesiones de amor y Skype".

La decisión familiar ha sido durísima. Palau trata ahora de recomponer su vida en España con sus dos hijos biológicos. Tras una primera ruptura con Bosé, finalmente se decidió a seguirle hasta Panamá en el año 2015. Pero ahora la relación se había tensado tanto que ambos optaron por seguir sus propios caminos. Bosé en México, donde se ha instalado en el lujoso barrio de Interlomas. Palau en España, apoyado por su familia y por sus amigos íntimos.

Tal y como ha podido saber Vanitatis, hace apenas unas semanas el artista se asoció con el pintor Daniel Perandrés para alumbrar Perandrés&Palau, una empresa a medio camino entre la galería de arte y la decoración de interiores que apenas acaba de iniciar su andadura. En Instagram están las huellas de sus primeros pasos. "Somos Daniel Perandrés y Nacho Palau. Hemos fusionado nuestro talento creativo, y aquí os presentamos el resultado de nuestras obras", anuncian. Perandrés es especialista en pintura de alta gama y estucado. Palau, por su parte, es un artista multidisciplinar cuya relación con Bosé no ha permitido (según la versión de su círculo más cercano) brillar como debiera.

"Darte para retenerte, recelar si no me miras. Con tus ojos, tu boca, tu savia que es mía, mía. Responde a mi nombre si te lo susurran, arranca de todo mi piel que es tan tuya, que arda mi cuerpo si no estás conmigo amor. Olvídame tú, que yo no puedo. No voy a entender el amor sin ti". Estos versos, pertenecientes al éxito de Miguel Bosé 'Olvídame tú', fueron escritos por Nacho Palau y David Ascanio mano a mano. Aunque son de 2004, cobran ahora una nueva dimensión.

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Las letras ocasionales para Bosé, alguna colaboración con Jordi Mollá (el actor, también pintor) y una exposición individual esporádica de su obra es todo el currículum público de Nacho Palau. Ahora, quiere retomar con fuerza su faceta profesional, mientras cuida de sus hijos y estudia la manera de defender los intereses de los menores. Como en cualquier proceso de ruptura, los cuatro menores que convivieron como hermanos en el hogar de Bosé y Palau están viviendo con aflicción esta doble separación.

"Queridos tod@s, tengo una buenísima noticia que contaros: he sido papá de 2 niños preciosos que ayer cumplieron 1 mes. Se llaman Diego y Tadeo. Estamos ya en casa y en buena salud. Soy el hombre mas feliz de la tierra!!! Un abrazo enorme y más adelante más. Miguel." Con este crítptico mensaje, Miguel Bosé dio a conocer en sus redes sociales que había sido padre en marzo de 2011. Luego, a través de la periodista Mercedes Milá, íntima amiga de Bosé, se supo que los niños habían llegado al mundo en Estados Unidos, por maternidad subrogada. Dos años más tarde, en la portada de la revista 'Shangay', desveló que no eran dos, sino cuatro, los hijos que tenía. "Miguel Bosé, orgulloso de su familia", decía el título, que ahora se entiende con más claridad.

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En conversación con este medio, los portavoces de Miguel Bosé han declinado hacer ninguna declaración sobre el comunicado de Palau porque es algo que "pertenece a su vida privada". Tampoco los amigos de Palau, que los tiene, quieren hablar (de momento). El escultor tiene mucha familia en Valencia ciudad y en Mutxamel, donde conserva algunas propiedades heredadas, aunque ninguna mansión. Cree que su labor al lado de Bosé durante todos estos años merece algo más.

Mientras las cosas se resuelven, los hijos de la expareja ya han iniciado el curso en sus respectivos países. Los dos mellizos que conviven con Miguel Bosé han sido matriculados en un exclusivo centro laico y bilingüe de la zona de Interlomas, un colegio frecuentado por hijos de expatriados. Dispone de amplias instalaciones deportivas, como una cancha de baloncesto y dos campos de fútbol, y un abanico de actividades extraescolares, desde taekwondo hasta hip hop, según publicó 'El País'. También los de Palau han ingresado en un colegio español.

"Viví en Panamá durante cuatro años, ahora estoy viviendo en México por razones de familia y trabajo; cerré todo lo que tenía en Madrid y me mudé al continente americano, aquí me paso nueve meses al año, mis hijos ahora me necesitan y por esa razón estoy aquí". Son las únicas palabras que ha dicho Miguel Bosé sobre su mudanza a México. Se las escribió a la agencia Efe a finales de septiembre. Y no mentía.