Cristina Cifuentes: gatos, marido, hijos y 'homeoffice' (hasta que pase la tormenta)

Trabajar en casa da para mucho. No hay momentos vacíos, te acostumbras a la soledad, hay más introspección y hasta te puede dar el punto zen. Es cómodo y si encima tienes cuatro gatos, disfrutas de su compañía. Como le sucede a Cristina Cifuentes, que desde que dejó la política por obligación, comparte su 'homeoffice' de abogada y asesora con Julio, Olimpia, Catalina y Cleo, sus cuatro mininos. Y claro, esa soledad la lleva a enfrentarse a la vida en modo inspiracional: “El obstáculo es el camino”, ha escrito la expresidenta de la Comunidad de Madrid en Instagram horas antes de acudir a los juzgados para declarar por la Púnica.

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Tenerlo todo y perderlo de golpe, eso te lleva a buscar alegrías en los rincones más inauditos, hasta a un caso de corrupción puedes verle la gracia. Y en eso anda Cifuentes, encontrando soluciones donde otros solo verían problemas.

Empeñada en consolidar la suerte de consultoría personal a la que quiere dedicarse, Cifuentes ha tenido la oportunidad de recuperar el tiempo perdido. Sobre todo con su marido y con sus hijos (Cristina de 29 y Javier de 26). Las relaciones con todos se desgastaron con la política y ahora viven una segunda juventud y una segunda maternidad.

Fichaje en una firma de lujo

Tanto es así que son varias las informaciones que han relacionado a Cifuentes con un cargo en la empresa en la que trabaja su hija. Vinculada al lujo, la firma tiene sede en París, a donde ha viajado Cifuentes después de apuntarse a un curso de francés en Madrid. Ella lo ha negado varias veces mientras en su entorno lo aseguran. Por ahora, no obstante, no ha habido movimiento alguno. ¿Hasta que pase la tormenta judicial?

La expolítica ha dedicado toda su vida a la cosa pública y por aquel máster ‘mal presentado’ y aquel vídeo de las ‘cremas distraídas’ tuvo que abandonar sin quererlo. Buscarse la vida, esa frase que tantos hemos usado alguna vez, se convirtió en su mantra. Y allá va: ahora es una autónoma que trabaja desde casa y que hace labores de asesoría. Pero su pasado la persigue y son pocos quienes la contratan, tal como informó El Confidencial hace unos meses.

Cerca de Pintor Rosales

Pasa muchas horas en casa, en su piso de 142 metros cuadrados cerca de Pintor Rosales, pero intenta no vivir en un encierro. La expresidenta viaja mucho y sale todo lo que puede, así batalla contra las adversidades laborales. Además, cuelga sus momentos en las redes sociales, donde expone sus ideas a base de citas históricas. “El pesimista ve dificultad en toda oportunidad. El optimista ve oportunidad en toda dificultad”, escribió hace poco aludiendo a una frase de Churchill desde un viaje a Escocia.

Quizás por esa filosofía que impera en su vida, se reúne de vez en cuando con excompañeros de política, con quienes mantiene buena relación, y salen a comer o cenar como amigos que fueron. Incluso se fotografió con Isabel Díaz Ayuso, su sucesora en Madrid, a quien mandó intensas felicitaciones.

Además, Cifuentes siempre ha sido aficionada al teatro, la música, la lectura y la cultura en general, y ahora tiene tiempo también para disfrutar de esos pequeños placeres sin que sean obligación. Acude al teatro y a conciertos de forma asidua, y dedica tiempo a sus lecturas.

Como decíamos, Cifuentes tiene cuentas en las redes sociales que alimenta con su día a día. Como si de una influencer política se tratara, nos muestra a sus gatos, a su peluquero, sus escapadas. ¿Que se hace un tratamiento facial? Nos dice las marcas de cremas que usa para cara y cuerpo. ¿Que se compra unas joyas? Pues nos cuenta quién las ha diseñado y agradece las atenciones al personal.