Habla la novia de Jaime Martínez-Bordiú tras una denuncia: "No he pateado a nadie"

La empresaria Marta Fernández, pareja de Jaime Martínez-Bordiú, no ha concedido ni una entrevista en los diez años que lleva de relación con el nieto de Franco. Su discreción ha sido absoluta, pero esta vez rompe su silencio en Vanitatis para salir al paso de la presunta denuncia que una anciana millonaria británica-libanesa, afincada en Marbella, habría interpuesto contra ella en el Juzgado número 2 de la ciudad por agresión. Según publica el digital 'Nius', en la querella presentada en el juzgado el pasado mes de agosto, se acusa a la pareja del nieto de Franco de agredir a la anciana durante la fiesta The Legendary Party-Marbella Club, organizada por Julián Porras y Hubertus de Hohenlohe.

“Yo no he hablado nunca a la prensa. He mantenido un perfil bajo y siempre he estado a la sombra, pero ante tal infamia que ha aparecido, os voy a contar lo ocurrido”, explicaba Marta Fernández a este medio. La empresaria gallega, en exclusiva para Vanitatis, asegura que “no solo no la agredí a la señora, sino que fue ella la que me tiró una servilleta llena de su sangre a la cara”.

Hasta el momento Marta no ha recibido ninguna notificación de ningún juzgado: “A mí no se me ha notificado nada. Es puro oportunismo lo que se ha publicado. Estos hechos son de una fiesta del 9 de agosto. Evidentemente ha salido ahora la noticia falseando todo lo ocurrido, porque en estos días los Franco son noticia por la exhumación del abuelo de Jaime. Atacar a un Franco es como un deporte nacional ahora mismo”.

La pareja de Jaime, que ha aparecido estos días junto a él en los actos fúnebres, puntualiza: “Me desagrada el oportunismo. La señora se dio cuenta que había prensa y está tiesa. Eso de millonaria, nada de nada. Vio que eran los Martínez-Bordiú y lo que debía querer era sacar dinero. Algo similar le hizo unos días antes a Raquel Bernal, la ex del jinete Álvaro Muñoz Escassi, en el festival Starlite. La misma señora se le sentó en su mesa y le montó el pollo. Siempre busca gente conocida para hacer estas cosas”.

Negación y reacción

“Me he quedado horrorizada cuando me acusan de haber pateado a una señora mayor”, continúa relatando Marta a este medio. “¡Qué barbaridad! Jamás haría tal cosa”. La gallega precisa que todo empezó en la fiesta The Legendary Party: “Yo tenía reservada una mesa en el Patio de Marbella Club y cuando llego con mis invitados (Paloma Segrelles, la hija del expresidente de México, Alejandra Alemán...), me encuentro que esta señora, que ahora denuncia, estaba sentada en nuestra mesa. Le digo, con educación, que está reservada por el hotel para los Martínez-Bordiú. Y ella dice que no se levanta para nada, que esa mesa es suya”.

En la versión de la denunciante consta que ese día era su 72 cumpleaños y que la mesa era suya. La denunciante mantenía que estaba a su nombre mientras que Marta Fernández y el hotel aseguraban que no. “Fíjate qué fuerte -prosigue Marta- que compramos cuatro botellas de champán, las dejaron en la mesa y la señora se puso a beber nuestras botellas. Yo la increpé para que dejara de consumir nuestras bebidas”. Como consecuencia de la disputa, que empezó con la reserva de la mesa durante la fiesta de la jet marbellí, los ánimos se fueron caldeando cada vez más: “Ella no se quería levantar. Hasta su hija le decía: 'Mamá, vámonos, que esta mesa es de estos señores'. Pero ella erre que erre, que no se iba. Hubo un momento que, al levantarse para empujarme a mí, se dio con el pico de la mesa y se hizo sangre en la pierna. Llegado a este extremo fue horrible porque se limpió su pierna y me tiró la servilleta manchada de su sangre a mi cara”.

Un problema con los hielos

Según la denuncia del medio 'Nius', la anciana explica que “el nivel de las agresiones subió hasta tal punto que la querellante la pateó de manera salvaje, hasta hacerla sangrar. En ese instante la hija de la querellante regresó a la mesa de su madre y vio que estaba en un estado lamentable, temblando y sangrando abundantemente por el pie derecho". "Mientras se iban -continúa la denuncia del medio-, la querellada aprovechó para arrojar de forma violenta cubos de hielo que había en la mesa a la hija de la agredida, en actitud violenta y despreciativa gritando 'fuera, fuera”.

Sobre este extremo de la denuncia, la pareja de Jaime Martínez-Bordiú precisa a Vanitatis: “Bueno, bueno, esto ya es rizar el rizo. Lo de los cubitos ya clama al cielo. Fue ella la que me puso en el asiento del banco la servilleta llena de hielos de haberse limpiado su sangre. Yo lo único que hice fue quitar los hielos de allí para no mancharme el vestido, pero no los tiré a su hija ni a nadie. Qué cochinada. Todo un despropósito lo que han inventado”.

Y concluye: “Mi amiga Paloma Segrelles, Jaime y todos estaban allí viendo la escena horrorizados. Raquel Bernal, que también estaba, me contó que a ella le hizo lo mismo unos días antes. Al final vino seguridad y sacaron a la señora. Yo estoy tranquilísima porque esto no tiene ningún recorrido. Hasta nuestro abogado estaba con nosotros”.

Tanto Jaime como Marta esperan que se resuelva este desagradable conflicto en el que ella dice no tiene nada que temer: “No tengo ninguna preocupación. Precisamente lo que nos sobra ahora a los Franco son abogados. Pero lo que no voy a permitir es que mientan sobre un hecho que es todo lo contrario y me quieran dejar a mí como una macarra”.