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Las pistas para saber si Marisol (Pepa Flores) irá a recoger el Goya de Honor
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la academia dice que "se verá en la gala"

Las pistas para saber si Marisol (Pepa Flores) irá a recoger el Goya de Honor

La Academia de Cine sigue sin dar pistas sobre su aparición. La artista, retirada desde hace 35 años, no ha pasado por toda la liturgia por la que suelen pasar los merecedores del premio honorífico

Foto: Exposición sobre Pepa Flores en Málaga con motivo de su Goya de Honor. (Cordon Press)
Exposición sobre Pepa Flores en Málaga con motivo de su Goya de Honor. (Cordon Press)

"Se verá el día de la gala". Con esta enigmática frase despachaba Mariano Barroso, presidente de la Academia de Cine, la posibilidad de que Pepa Flores, la Marisol que toda España recuerda muy a su pesar, recoja su Goya de Honor. La expectación mediática está más que justificada: en tiempos de redes sociales y narcisismos por doquier, un mito del cine y la música pop española insiste en mantenerse alejado del mundanal ruido. La artista podría romper este sábado, por una vez, un retiro que ya dura 35 años. Media España se pregunta lo mismo: ¿qué posibilidades hay de que Marisol decida saltarse su coherente silencio público aunque solo sea para agradecer el premio?

El departamento de comunicación de la Academia, con el que ha hablado Vanitatis, nos remite a las palabras de Barroso en su rueda de prensa del martes. Ni una sílaba más ni una menos pese a que todo está dispuesto para que Pepa Flores sea la gran estrella de una ceremonia que se celebra en su Málaga natal. El despliegue es tal que solo falta extenderle una alfombra roja desde su propia casa. Ni siquiera el mismísimo Almodóvar (previsible ganador con su 'Dolor y gloria') podría hacerle sombra. Los datos están ahí: su hija Celia cantará en homenaje a ella, Amaia Romero hará lo propio y toda la ceremonia estará impregnada del recuerdo de unos tiempos en los que el nombre de Marisol era importante para todo un país. Más allá de la logística para homenajearla, ¿qué posibilidades reales hay de que vaya a la gala?

placeholder Marisol, Pepa Flores, en una imagen de RTVE.
Marisol, Pepa Flores, en una imagen de RTVE.

Las pistas las encontramos en el proceder de los agraciados con un Goya de Honor en pasadas ediciones: ruedas de prensa, amplias entrevistas con la revista de la Academia o asistencia a la fiesta de nominados. Marisol ha evitado toda esa liturgia y la Academia nos aclara que ninguno de los premiados "tiene una cláusula para hacer todas esas cosas. Por supuesto que no es obligatorio. Es un premio honorífico. Se da independientemente de que el galardonado vaya a recogerlo o no".

Excepciones a la regla

Desde el departamento de comunicación de la Academia también nos dan varios ejemplos de excepciones a esa 'regla'. "El año pasado, por ejemplo, Chicho Ibález Serrador (Goya de Honor 2019) solo fue a la fiesta de los nominados porque estaba muy enfermo. No pudo ir a la gala. Y cuando se le dio el premio a Josefina Molina ocurrió lo mismo: fue a la fiesta previa pero no a la ceremonia porque se encontraba mal".

Pese a estas singularidades, sí que suele existir un camino habitual, una liturgia, hacia el Goya de Honor. Marisa Paredes, por ejemplo, ofreció una rueda de prensa antes de recibir el premio en 2018. Y la propia Academia asegura que "suele haber entrevistas, salvo excepciones. Salvo Chicho y algunos más, siempre han concedido una entrevista". Se sabía de antemano que la siempre hermética Marisol no pasaría por ese proceso previo al premio, pero ¿existe en este caso una estrategia para sorprender al público? ¿Es posible que Pepa Flores aparezca repentinamente en la gala? ¿Por eso la Academia deja la duda en el aire?

El caso de Chicho, fallecido en 2019, es significativo. Para muchos, que ningún familiar de Marisol haya recogido el premio en la fiesta de nominados (como hizo el mítico creador del 'Un, dos, tres') es una pista clara de que puede sorprender a los académicos recogiendo el galardón. "Si no lo va a recoger -dicen los que confían en que asista a la gala-, habría enviado a algún familiar a aceptarlo en la fiesta previa". Pero, de momento, desde Barroso hasta el último miembro de la entidad callan.

La voz más autorizada en el tema quizá sea la de su hermana, Vicky Flores. Esta dijo hace unos meses que el premio "lo va a recibir quien sea, ella no (...). Está agradecida y se lo ha tomado muy bien. Que vaya o no vaya, eso son otras cosas, pero por supuesto que estará agradecida porque es un honor que le den un premio". Y su propio amigo, el pintor Antonio Montiel, ponía un buen ejemplo de su aislamiento del mundo del espectáculo hace unos meses en este medio. Le preguntábamos qué haría en caso de recibir un premio honorífico. Él lo tenía claro. "Diría que no y probablemente lo recogerían sus hijas. Ella agradece que la gente se acuerde de ella, pero no iría. Me sorprendería si lo hiciera. En Málaga también le pusieron una calle y no fue", nos contaba.

Si Greta Garbo supo antes que nadie que el silencio es el mejor amigo del mito, Marisol descubrió que, gracias a él, también se puede alcanzar la paz. Y eso no hay cheque en el mundo que lo pueda pagar, ni (probablemente) premio que lo pueda cambiar.

"Se verá el día de la gala". Con esta enigmática frase despachaba Mariano Barroso, presidente de la Academia de Cine, la posibilidad de que Pepa Flores, la Marisol que toda España recuerda muy a su pesar, recoja su Goya de Honor. La expectación mediática está más que justificada: en tiempos de redes sociales y narcisismos por doquier, un mito del cine y la música pop española insiste en mantenerse alejado del mundanal ruido. La artista podría romper este sábado, por una vez, un retiro que ya dura 35 años. Media España se pregunta lo mismo: ¿qué posibilidades hay de que Marisol decida saltarse su coherente silencio público aunque solo sea para agradecer el premio?

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