Aute: "Empecé a escribir cuando me enamoré de mi vecina"

A diferencia de otros artistas, Aute grababa sus discos y ahí quedaba la cosa. No se atrevía a dar la cara en un escenario.. De aquella época son 'Rosas en el mar' y 'Aleluya', dos temas que tanto se han versionado.

Sus amigos Julia León y Chicho Sánchez Ferlosio le animaron para cantar en directo y a partir de ahí comenzó una carrera sin parada y fonda.

En la mayoría de sus conciertos las entradas se agotaban rápidamente. Le gustaban más las salas pequeñas que los grandes auditorios. Uno de sus preferidos era el Teatro Lope de Vega. Y la razón no tenía que ver con la acústica, ni con que fuera céntrico al estar en la Gran Vía. Decía que formaba parte de su vida infantil, cuando una tía les llevaba a ver películas como 'Ben Hur' o 'El puente sobre el río Kwai'.

De aquellas sesiones dobles le vino su admiración por el cine que muchos años después le llevaría a dirigir varios cortometrajes y una película. “Si me hubiera dedicado de lleno a esto, probablemente habría abandonado la música. La pintura no, porque lo llevo haciendo desde los 8 años”, contaba en las entrevistas cuando se le preguntaba cuál de todas sus facetas artísticas le gustaba más.

Se reía si le comparaban con un hombre del Renacimiento por tocar varios palos y recordaba que empezó a escribir poesía al enamorarse con 12 años de una niña que vivía cerca de su casa. Fue su musa durante un tiempo. “Probablemente no empecé antes y más a menudo porque aprendí castellano tarde. Me eduqué en Filipinas en un colegio norteamericano y llegué a España a los doce años hablando muy mal el español y sin saber escribirlo. Mis padres me pusieron clases intensivas de gramática y literatura y puede ser que entre eso y los amores a mi vecina saliera mi necesidad de escribir”.

La música llegó más tarde cuando tuvo que hacer la mili y se entretenía componiendo. Esta afición le sirvió para que su servicio militar fuera más llevadero al convertirse en animador casi por obligación.

El salto como compositor profesional fue gracias a Massiel, que ya era un personaje muy potente en el mundo de la canción. Y el amigo Aute le escribió 'Rosas en el mar', que arrasó. También empezó a componer las suyas propias para por fin cantar en directo. Lo hizo sin abandonar la pintura, ni la poesía, ni la cerámica.

Todos sus amigos tienen algo suyo. Si iba a una boda, regalaba y decoraba los bajoplatos con una frase en la parte posterior; para un nacimiento, escribía una poesía con una declaración de futuro prometedor para el recién nacido. En los cumpleaños, una pintura personalizada y hasta era capaz de improvisar con la guitarra una canción única y exclusiva para los anfitriones de una fiesta.

Todos esos regalos tienen hoy un significado especial del chico aparentemente tímido que alegraba la vida a quienes tuvimos la suerte de tratar.

Sus temas musicales forman parte de la banda sonora de muchos seguidores que hoy volverán a escuchar con ternura 'De alguna manera tendré que olvidarte' o 'Pasaba por aquí'.