Con banderas y sin fotos: lo que los dos despachos de Pablo Casado dicen de él

Durante las cinco semanas que llevamos de cuarentena, el análisis a nuestros políticos de primera línea ha sido más que exhaustivo. No obstante, a pesar de las redes sociales, las cámaras de Efe y las comparecencias en prime time, algunos de ellos están rodeados de un cierto halo de misterio que estamos dispuestos a resolver.

Mientras unos publican casi su minuto a minuto a través de Instagram, otros nos dosifican los detalles de su vida despertando más si cabe nuestra curiosidad. Mientras hemos visto varias veces los despachos improvisados en las casas de Santiago Abascal, Inés Arrimadas o Rosa Díez, poco o nada sabemos del de Pablo Casado. Le hemos visto trabajando sí, pero desde luego no desde su casa, como el resto de sus rivales políticos.

Sus dos despachos camaleónicos

Empecemos por lo que más nos ha llamado la atención: cada vez que nos llega una foto del presidente del Partido Popular desarrollando sus funciones nos lo encontramos en un escenario diferente.

Lejos de aparecer siempre en su despacho, como sería lo normal, Casado se ha hecho dueño y señor de las instalaciones de Génova, ahora casi vacías. Cuenta con dos salas a su disposicion que transforma en función de la reunion que vaya a llevar a cabo. La magia del mobiliario y de la colocación de las cámaras hace que parezca que tiene muchos más despachos de los que tiene.

De este modo, le hemos visto con pantallas a la espalda flanqueado por dos de sus personas de confianza, junto a Almeida, a más de dos metros de distancia en dos mesas de estas mesas de material prefabricado y con una pantalla gigante y un teclado. Tres escenarios diferentes, una misma sala.

Su despacho también es de lo más camaleónico y cambiando pantallas, despejando la mesa y cambiando el ángulo, parace de nuevo que tiene más de uno. En unas reuniones utiliza un PC y en otras un exclusivo Mac y las fotos del fondo aparecen y desaparecen (una de ellas junto al rey Felipe VI). Lo único que se muestran de manera constante en todos los escenarios la bandera de la Unión Europea y la española.

Ni rastro hay, eso sí, de fotos con su mentor, José María Aznar, ni con su mujer y sus dos hijos, fotos que en anteriores análisis de su lugar de trabajo ocupaban una posición de honor.