Es noticia
Menú
Miguel Herrán: de creer morir antes de los 30 a querer vivir siempre con Sandra Escacena
  1. Famosos
UN GIRO VITAL

Miguel Herrán: de creer morir antes de los 30 a querer vivir siempre con Sandra Escacena

El actor de 'La casa de papel' tuvo una adolescencia complicada en la que no veía futuro a su vida. Ahora, el cine y el amor le han hecho cambiar de opinión

Foto:  Miguel Herrán. (EFE)
Miguel Herrán. (EFE)

Miguel Herrán fue un chaval problemático, no porque viniera de una familia desestructurada o porque viviera en una zona marginal, sino porque él mismo eligió ese camino. “Yo vengo de una familia con dinero. Por circunstancias, a mi madre al final no le quedó absolutamente nada. Pero, bueno, ella tiene su casa en Madrid, su piso en Chamberí; vamos, una vida normal. Lo que pasa es que yo no me sentía cómodo con mi vida, conmigo mismo, ni con ninguna persona que me rodeaba. Me sentía un mierda, una persona horrible”, contaba en una entrevista para 'La Opinión de Málaga'. “Pensaba que estaba destinado a morirme antes de los 30 años (…). En el mejor de mis sueños me veía en un taller de mecánico. Pero, vamos, yo iba básicamente para vivir en la calle”, confesaba.

Y fue, precisamente, en la calle, una noche cualquiera, cuando su vida se cruzó con la del director y actor Daniel Guzmán, que le dio su primer papel, su primer Goya (como actor revelación por 'A cambio de nada') y su giro de 180 grados. A partir de ahí, la vida de Miguel ya no fue la misma: cambió las calles por los platós, las litronas por los cócteles, y su idea de futuro inmediato por uno a más largo plazo.

placeholder Daniel y Miguel, en 2016. (EFE)
Daniel y Miguel, en 2016. (EFE)

Del anonimato a los millones

Su papel como Río en 'La casa de papel' le globalizó (como todo lo que toca la serie de Netflix) hasta convertirle en una estrella internacional con casi 14 millones de seguidores en Instagram. No está nada mal para una cuenta que actualiza cada tres semanas, y en la que generalmente sale con sus perros, o habla de su afición por las motos y las caravanas. De hecho, uno de sus planes era coger su furgoneta y marcharse a cultivar palmeras a una isla. Y no lo hará solo...

Aunque en la pequeña pantalla su relación con Tokio (es decir, Úrsula Corberó) ha sido uno de los motores de la serie, en la vida sin monos rojos ni caretas de Dalí, Miguel mantiene una relación con la también actriz Sandra Escacena, a la que conocimos en la película 'Verónica'.



En agosto de 2019, la pareja confirmaba su relación compartiendo una imagen juntos en sus redes, pero tuvimos que esperar hasta abril de este 2020 para poder verles de nuevo posando. “Es muy difícil sin ella”, escribía el actor, que acaba de cunplir 24 años, en su cuenta de Instagram, junto a una foto en la que aparecía con la actriz.

Curiosamente en la cuenta de ella, más enfocada a su carrera como actriz y modelo, la única imagen que aparece relacionada con la famosa serie de su novio es una imagen compartida con Denver (Jaime Lorente). Casualidades de la vida.


Mientras tanto, en una entrevista que Herrán concedió a la revista 'GQ', el actor daba las gracias a Sandra por ayudarle a 'normalizar' la fama: "Mi novia me está animando a que haga más este tipo de cosas", decía haciendo referencia al hecho de poder salir a dar una vuelta o tomar algo en una terraza. "La verdad es que está haciendo un gran trabajo en este sentido, aunque a veces se arrepiente de salir por según qué sitios... . "Yo ahora ya no salgo de fiesta. Voy a casa de amigos, pero no a discotecas porque me siento algo cohibido si la gente me graba", explicaba.

placeholder Miguel Herrán. (EFE)
Miguel Herrán. (EFE)

Suponemos que con el confinamiento ese problema ha quedado resuelto, veremos qué ocurre ahora que volvemos a la nueva normalidad. Lo que sí es seguro es que lo de morir antes de los 30 ha quedado en el pasado. De hecho, planea a futuro llevar la historia de su madre al cine. “Es un claro ejemplo de lo que puedes conseguir cuando no tiras la toalla con un hijo problemático (…). Ha tenido una vida muy complicada y muy jodida. Creo que su ejemplo puede ayudar a bastante gente”, comentaba en una entrevista a la revista 'Esquire'.

Miguel Herrán fue un chaval problemático, no porque viniera de una familia desestructurada o porque viviera en una zona marginal, sino porque él mismo eligió ese camino. “Yo vengo de una familia con dinero. Por circunstancias, a mi madre al final no le quedó absolutamente nada. Pero, bueno, ella tiene su casa en Madrid, su piso en Chamberí; vamos, una vida normal. Lo que pasa es que yo no me sentía cómodo con mi vida, conmigo mismo, ni con ninguna persona que me rodeaba. Me sentía un mierda, una persona horrible”, contaba en una entrevista para 'La Opinión de Málaga'. “Pensaba que estaba destinado a morirme antes de los 30 años (…). En el mejor de mis sueños me veía en un taller de mecánico. Pero, vamos, yo iba básicamente para vivir en la calle”, confesaba.

La casa de papel
El redactor recomienda