Hablamos con José Bono en su 70 cumpleaños: "Puedo vivir solo, algo que nunca imaginé"

Este lunes 14 de diciembre, José Bono cumple 70 años, una redonda cifra que ha alcanzado a pesar de los temores que hace unos meses le invadieron cuando estalló la pandemia por coronavirus. Confinado en soledad en su casa de Albacete, confesó estar preocupado por cómo esta podía afectar a su salud.

“Tengo colocado un stent, pero me encuentro estupendo de salud. Estoy feliz. Haciendo balance, los tres meses de reclusión fueron una experiencia satisfactoria. Me he percatado de que puedo vivir solo, algo que nunca imaginé. No ha sido tan negativo como inicialmente pensé. Fueron tres meses que me permitieron dedicar mucho tiempo al archivo de fotos y documentos que quiero mostrar en una página web con motivo de mi 70 cumpleaños. Un legado digital con más de 10.000 fotografías y documentos datados. Este mes de diciembre abriré la página que ya está prácticamente lista”, nos cuenta con orgullo.

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A medida que la pandemia avanzó y que pasaron los meses, José Bono fue tranquilizándose y, tomando las precauciones pertinentes, volvió a retomar una rutina diaria más cerca de su familia.

Por lo tanto, Bono llega a los 70 dejando atrás un difícil año en el que ha tenido mucho tiempo para pensar y analizarse más a sí mismo, pero fuerte. “Estoy muy contento de poder tener una actividad extraordinaria y gozar de una salud que me permite tener actividad sin cansancio. Estoy satisfecho a los 70 de tener una actividad que no imaginaba que tendría con esta edad. Todos los días del año me levanto a 6:45 de la mañana, hago hora y media de ejercicio y cuando puedo me tiro en la piscina”.

A José Bono no le han abandonado las fuerzas ni tampoco ese espíritu comunicador que, como todo político que se precie, posee en él de manera casi innata.

Su vida le ha dado, de momento, para escribir una trilogía de memorias. El último volumen, ‘Se levanta la sesión: ¿Quién manda de verdad?’, fue presentado a finales del año pasado. Al acto no faltó nadie de su familia, la cual genera también gran interés mediático.

Sin duda, ser expresidente de Castilla-La Mancha (1983-2004), exministro de Defensa (2004-2006) y expresidente del Congreso (2008-2011) da para vivir infinidad de situaciones y para acceder a personas de círculos inalcanzables al resto de los mortales. La posición que Bono ha ocupado durante mucho tiempo ha generado expectación en torno a su figura en multitud de ocasiones. A esto hay que añadir una personalidad muy marcada, en la que destaca una lengua sin pelos y una falta de miedo a la hora de opinar con contundencia, incluso en contra de su propio partido si hace falta.

“Vivo la política con gran interés pero ya no participo activamente de la misma”, nos recalca, aunque eso no le impide volver a demostrar que cuando quiere decir algo alto y claro, lo dice: “Yo pertenezco al Partido Socialista desde los 18 años. Pienso tener el carné de mi partido mientras viva. Tengo muchas razones pasadas como para cuestionarme lealtades. Yo soy de los míos hasta cuando no coincido con ellos”.

Bono es de esas personas con imán para los medios y para las cámaras. Posee un carácter abierto y afable, una naturalidad que le ha hecho mostrar también algún rincón de su vida privada. Esto ha permitido que por esa rendija nos colemos los medios para indagar más sobre la vida personal de José Bono.

En esta parcela también hay muchos detalles llamativos. Así, Bono puede dar que hablar con la misma intensidad cuando emite una opinión política que cuando se ríe de sí mismo por haberse injertado pelo, cuando se presta a protagonizar un video de TikTok con su hija más mediática, Amelia Bono, reina de las redes sociales, o cuando se descubre que es padrino de la cantante Rozalén.

“El TikTok con Amelia fue una sorpresa. No era consciente de que estaba participando en eso. Pero no me importa”, afirma con humor. A pesar de ello, José Bono mira las redes sociales con cierta distancia. “Con las redes soy mero espectador. Estoy de oyente. Entro en Twitter a seguir a quien me interesa pero nunca participo”.

Bono alcanza los 70 diciendo adiós a un año para olvidar por motivos obvios que nos afectan a todos. Pero comenzará el 2021 apreciando, aún más si cabe, el valor que siempre ha dado a la familia y con esperanza de que todo lo ocurrido haga reflexionar a todos, esperando que la pandemia sea capaz de sacar nuestro lado más solidario y generoso.

Con todos sus hijos mantiene una excelente y estrecha relación. A la casa de la mayor de sus hijas, Amelia, suele acudir para comer y para ver a los cuatro hijos que esta ha tenido con su pareja, Manuel Martos, hijo de Raphael y Natalia Figueroa. Disfrutar de sus nietos es una de sus pasiones.

Como decíamos, Amelia se ha convertido en una exitosa influencer. Por su parte, Ana Bono es licenciada en Derecho y tras trabajar en Londres, regresó a Madrid en 2014. Aquí aceptó un puesto en Iberdrola.

José Bono Jr., su único hijo varón, ha llevado las riendas de la escuela hípica familiar La Almenara (Toledo). Además, junto a su pareja, Aitor Gómez, fundó la firma Bonai, especializada en crear piezas de bisutería de calidad y que ha escogido el comercio online.

Sofía, la benjamina, tiene 19 años. Fue adoptada por Ana y José en Chile, cuando tenía solo tres meses. Es la hija menos mediática y conocida de José Bono. Sus padres siempre han tratado de preservar su privacidad todo lo posible.

De todos ellos, Bono se siente profundamente orgulloso, al igual que su exesposa, Ana Rodríguez, de quien se separó en 2010 pero con la que mantiene una excelente relación.

Parece difícil pensar que alguien haya alcanzado los 70 con más madurez que los 69. Quizás la pandemia haya logrado esto en José Bono. Sea así o no, esperamos que hoy pueda celebrar su cumpleaños junto a los suyos (aplicando siempre las medidas de seguridad pertinentes). Nos imaginábamos qué deseo querría pedir al soplar las velas. No nos hemos equivocado, como él mismo nos ha confirmado: “Al año que viene le pido salud. Si no hay salud, todo lo demás sobra y deja de tener importancia”.