Margarita Robles, la ministra mejor valorada: retrato íntimo, familiar y financiero
Tras una brillante carrera en la judicatura, la titular de Defensa está soltera, no tiene hijos y lleva una vida muy discreta
Ahora que España está sufriendo las consecuencias de Filomena, la peor tormenta de nieve en nuestro país desde 1971, la gestión de la ministra de Defensa ha sido especialmente ponderada por figuras tan antagónicas con el Gobierno de coalición como Pablo Casado y ha sido muy valorado el despliegue de la Unidad Militar de Emergencia (UME) para hacer frente a las difíciles situaciones que nos ha tocado vivir.
Prueba de su excelente imagen es que Margarita Robles es junto a Nadia Calviño, vicepresidenta tercera y ministra de Economía, la única del gabinete presidido por Pedro Sánchez que logra el aprobado en un estudio elaborado por NC Report que publicaba 'La Razón' el pasado 13 de enero. Justo ese día se cumplía un año de que todos ellos juraran o prometieran su cargo ante el rey Felipe VI. También ha sido muy tenido en cuenta por amplios sectores sociales y políticos la templanza con la que ha abordado las cuestiones relacionadas con la monarquía en plena tormenta por los escándalos del rey Juan Carlos. El último episodio, la negativa de PSOE, PP y Vox a que se abra una comisión de investigación sobre las tarjetas black que habrían utilizado el emérito y algunos de sus familiares.
Cuando el pasado 22 de abril, la ministra, acompañada por la presidenta y el alcalde de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida, se emocionó hasta el borde de las lágrimas en la clausura de la morgue del Palacio de Hielo, que llegó a albergar a 1.200 fallecidos a consecuencia del covid-19, se puso de manifiesto hasta qué punto estaba afectada anímicamente por esta situación, sobre la que hablaría posteriormente en el programa '120 minutos' de Telemadrid.
Al igual que le ocurriría a Díaz Ayuso unos días más tarde, que rompería a llorar en una misa por las víctimas del coronavirus en la Almudena, en esta ocasión teníamos la oportunidad de trascender el lado institucional de la ministra, quien manifestaba en la televisión autonómica madrileña que "yo puedo hablar por mí y puedo hablar por todos mis compañeros. Lloro a veces cuando llego a casa porque esto es muy duro. Son unos momentos de mucho dolor y estamos viendo el sufrimiento de los enfermos, de las familias de los fallecidos".
Su patrimonio
Al igual que el resto de los diputados, Margarita debía realizar una declaración de bienes en el Congreso, tanto al empezar su mandato como diputada como al finalizar, en su caso en febrero de 2020, para centrarse en su labor como ministra de Defensa. En ella quedaba reflejado un patrimonio no inmobiliario que rondaba el medio millón de euros. Se distribuía en dos cuentas corrientes, en las que tenía un saldo de 26.854 €, una cuenta inversión de 385.000 y un plan de pensiones de 87.793. En cuanto al inmobiliario, incluía la nuda propiedad de una vivienda con garaje en Madrid y otra en Asturias. Y como vehículo, un Hyundai Getz de 2017.
Margarita Robles ha llevado siempre con enorme discreción su vida personal y quizás la mejor definición de cómo encara ella su dimensión pública la diera en una entrevista concedida a 'Jot Down' en 2016 cuando tras afirmar el periodista que "es usted soltera y le dedica muchas horas al trabajo", le preguntaba algo tan trivial como a qué dedica los domingos: "A lo mismo que la inmensa mayoría de los ciudadanos. Primero, duermo más. Me encanta dormir y no puedo entre semana. Y luego a ir a la compra, al cine, a ver a los amigos, leer… En cualquier caso, en este país hay una manía de preocuparse por la vida de los demás. Yo me preocupo poco de la vida de los demás, cuando una tiene una vida suficiente, bastante tengo con la mía. Los que hablan de mi vida, o de la vida de otros, que se preocupen de la suya", concluía entre risas.
En efecto, una de sus grandes pasiones es la lectura y una de sus grandes amigas es la escritora Julia Navarro, a quien nunca falla en las presentaciones de sus novelas (la propia autora de 'Historia de un canalla' admite que es una especie de talismán para ella). Por supuesto, no faltó el 30 octubre de 2018 a la puesta de largo en el Círculo de Bellas Artes de Madrid del libro 'Tú no matarás', donde la ministra afirmó: "Eres una de las grandes novelistas del siglo XXI, tú no solamente es que te hayas hecho sublime como novelista sino que te has hecho más sublime como persona, y eso no tiene precio. Algo que nos enriquece mucho a tus amigos".
Fueron sus amigos quienes, por cierto, le regalaron su mascota, una preciosa yorkshire que se llama Luna, con quien vive en su domicilio madrileño, una de sus dos propiedades inmobiliarias que aparecían en su declaración de bienes del Congreso de los Diputados (la otra es en Candás, como ha publicado 'La Nueva España'). Según declaraba en 'Hoy Corazón' no entraba en sus planes, por pereza, pero ahora no puede ser más feliz con ella: "No sé si aprendo de ella o ella de mí cuando estamos juntas. Después de una jornada de estrés y preocupaciones, lo que consigue es relajarme. Además de haberme enseñado a disfrutar de las pequeñas cosas. Cuando salgo a pasear con Luna me río mucho y, aunque me lo habían dicho, reconozco que se hacen amistades y mucha vida social. Los animales nos hacen sentir más humanos".
Aunque nacida en León el 10 de noviembre de 1956, tiene unos grandes vínculos con Asturias por vía materna. De la capital era su abuelo, Manuel Fernández (su abuela, Rafaela Crespo, era de Villaviciosa), que, como recordaba 'La Nueva España', era conocido como el Manducu y trabajaba como mozo de maletas de la Estación del Norte de Oviedo ("Era una institución en Oviedo, hablaba con todos y en la Revolución del 34 y la Guerra Civil sirvió de puente entre unos y otros"). También de la capital asturiana era su madre, Margarita, y su hermano menor, que es médico de profesión, nació allí.
Sobre la muerte de su madre, cuyos restos mortales descansan en el cementerio de El Salvador de Oviedo, habló en una entrevista con Rosa Villacastín, a quien le confesó con emoción cómo lo había vivido: "Soy muy hipocondriaca, por eso creo que la pérdida de la salud es muy importante. Yo viví un proceso neurológico con mi madre: padecía alzhéimer, y fue durísimo ver que la persona que quieres va perdiendo todas las capacidades. Y eso me enseñó, durante los cinco años que mi madre vivió esa situación, que hay que relativizar las cosas".
En la misma entrevista también recordaba a su madre cuando le preguntaban sobre la moda: "Me gusta ir bien, pero sobre todo me gusta sentirme bien, a mí me encanta el color, especialmente el rojo, que es un color por el que siento algo especial, debe ser algo psicológico. Yo recuerdo que mi madre me decía: ¿por qué no te cambias de chaqueta que siempre llevas la misma? Eran diferentes, pero del mismo color. Tampoco es lo mismo medir 1,80 que 1,55, que es lo que mido yo".
Hija de abogado leonés, Salvador Robles, que se estableció con toda la familia en Barcelona cuando ella tenía doce años, se había planteado estudiar Medicina, pero finalmente optó por estudiar Derecho ("Mi padre prefería notarías o registro. Además, no había mujeres jueces en España. Pero llegué a la conclusión de que, por mi forma de ser, la mejor manera de ayudar a la gente era convertirme en juez", admitía en 'Vanity Fair').
Fruto de su esfuerzo, fue la primera en su promoción en la carrera judicial, a la que llegó con 25 años, y logró, entre otras cosas, convertirse en la cuarta mujer juez de España, en la primera que presidió una sala de lo contencioso-administrativo, la primera en presidir una Audiencia, la de Barcelona, y la tercera en llegar al Tribunal Supremo.
De nuevo en primera línea de la política (es la tercera mujer en ocupar su ministerio, tras la recordada Carme Chacón y María Dolores de Cospedal), en una situación crucial como la gestión de la pandemia del covid-19, Margarita Robles afronta la vida con sentido del humor, como ha reconocido en varias ocasiones, y son particularmente proféticas sus palabras en abril del año pasado. "Hay que desdramatizar todo: hay tantos problemas, gente que lo pasa mal, que reconozco que soy una privilegiada, y como lo soy, habiendo como hay tantos dramas, no puedo permitirme el lujo de mirarme el ombligo todo el día", manifestaba a 'Diez Minutos'.
Ahora que España está sufriendo las consecuencias de Filomena, la peor tormenta de nieve en nuestro país desde 1971, la gestión de la ministra de Defensa ha sido especialmente ponderada por figuras tan antagónicas con el Gobierno de coalición como Pablo Casado y ha sido muy valorado el despliegue de la Unidad Militar de Emergencia (UME) para hacer frente a las difíciles situaciones que nos ha tocado vivir.