Marta Pombo y Luis Giménez, una relación bajo sospecha: las claves
La hermana de la famosa influencer y su marido han decidido poner punto y final a una relación que ya se daba por terminada mucho antes de que ella misma lo comunicara en sus redes
La primera semana del mes de septiembre de 2019 fue especialmente complicada para Marta Pombo y Luis Giménez. A pocos días de que se celebrara un enlace largamente anunciado y patrocinado, los rumores sobre una posible infidelidad del novio salpicaron unos momentos que debían ser de máxima felicidad.
Varias fotos comenzaron a circular por internet en las que se podía ver supuestamente al novio en actitud cariñosa con otra chica. La bola se fue haciendo cada vez más grande y la hermana de la famosa influencer María Pombo (que también lo es pero en menor grado de fama y popularidad) no dudó en salir a defender a su prometido algo alterada. A los pocos minutos se disculpó con sus seguidores lamentando haber sido “una verdulera”. Algunos culparon al estrés producido por los preparativos de la boda, pero otros echaron mano del sabio refranero para decir aquello de tanto va el cántaro a la fuente… Los rumores sobre supuestas infidelidades venían de atrás y finalmente parecían materializarse a solo tres semanas de pasar por el altar.
Contra viento y marea, Marta y Luis se dieron el 'sí, quiero'. Detener una boda a días de celebrarse (en caso de querer hacerlo) es harto complicado de llevar a cabo: convicciones sociales, presiones familiares, presupuestos, firmas comerciales… No, una boda no es solo la promesa de un amor que se presume será eterno. Es mucho más. Máxime cuando te vas a casar con la persona con la que has compartido casi una década de relación, cuando toda tu familia está muy volcada y cuando una gran parte de la ceremonia está patrocinada por marcas de hamburguesas que se encargan de la recena o firmas de cosmética que distribuyen sus detallitos entre los invitados. Nada nuevo en la familia de las Pombo, que ya habían aplicado la misma filosofía instagramera en la boda de María unos meses antes.
La boda se celebró, las fotos reflejaron la felicidad de los contrayentes y los invitados y la vida volvió a parecer del color de rosa.
Sin embargo, algunas decisiones tomadas por los recién casados empezaron a chirriar por lo ‘peculiar’ de su naturaleza. Un ejemplo: ¿qué hacen los novios de manual nada más darse el 'sí, quiero'? Arrancar una luna de miel en lugares paradisiacos normalmente a miles de kilómetros de distancia de todo y de todos. Sobre todo, de todos. Después de un atracón de socialización (una boda es una sobredosis de abrazos, besos y congas), lo que más se desea es la soledad compartida con tu pareja. Sin embargo, Marta y Luis decidieron hacer la suya con una pareja de amigos. En realidad, la mediana de las Pombo argumentó que el destino que ella quería para hacer ‘EL’ viaje de novios no estaba en su mejor momento para ser visitado, así que lo cambiaron por un combotour con sus amigos Gotzon Mantuliz y su mujer, Patricia Martínez, que también se acaban de casar. El nombre de él tal vez les suene porque tuvo un momento de fama efímera en su paso por ‘OT’ como profesor de gimnasia con polémica incluida. El caso es que las dos parejas se fueron a Perú, que no es un mal plan, inventando el concepto de luna de miel para cuatro. Los rumores de crisis seguían in crescendo...
A su regreso, Marta y Luis decidieron poner los cimientos de su futuro en común. Y cuando hablamos de cimientos nos referimos a los físicos: la casa. Durante un tiempo se dedicaron a decorar, guapear y globalizar su hogar. “Vive en un piso decorado con materiales naturales y con detalles muy personales, algunos de ellos hacen referencia a sus viajes”, publicaba una revista dedicada a la decoración para describir el aspecto del nidito de amor de la pareja.
Y entonces llega el covid a nuestra vidas. Y cuando el país entero se ve forzado a encerrarse en sus casas con sus parejas, sus hijos, su familia… Marta y Luis pasan su confinamiento por separado: ella se queda en la casa de ambos con su madre, que tiene esclerosis múltiple. Supuestamente, la decisión de pasarla por separado es porque la influencer no quiere exponer de más a su madre a la enfermedad.
El tiempo pasa. Las tardes de aplausos a los sanitarios se suceden. Fernando Simón se convierte en alguien imprescindible en nuestras vidas. Abrazamos la desescalada con ilusión. Nos entregamos al verano entre fascinación y preocupación. Y ellos siguen sin publicar fotos juntos, sin hacer directos, sin postearse ni taguearse mutuamente… De hecho, no hay ninguna imagen de la pareja juntos desde la boda (algo que era más habitual en las cuentas de ambos, sobre todo la de Luis, antes del intercambio de anillos). También era bastante habitual que aparecieran miembros de la familia política en sus posts de Instagram. La bola sobre una crisis real de largo recorrido se va haciendo más y más grande.
Algunas personas del círculo más íntimo de la pareja afirman que durante todo ese tiempo Marta y Luis han mantenido una distancia de cortesía para intentar salvar los muebles: aquello de que el tiempo lo cure todo y acabe poniendo las cosas en su lugar. Pero la presión que han recibido, sobre todo ella, y el último bulo que salía a la luz esta semana ha provocado el comunicado de la influencer: se llegó a decir que estaba embarazada de cinco meses de un hombre que no era su marido. No es cierto y ella misma (y antes su hermana María) lo ha desmentido, y de paso ha confirmado la crónica de una ruptura anunciada.
Ahora, lo único que les une, además del buen rollo y el cariño que parece sigue habiendo entre ellos, es una empresa que Marta y Luis fundaron con María Pombo y Pablo Castellano que se llama Tipi Tent y que el pasado 2020 conseguía triplicar las ventas. Al menos, algo parece no ir del todo mal.
La primera semana del mes de septiembre de 2019 fue especialmente complicada para Marta Pombo y Luis Giménez. A pocos días de que se celebrara un enlace largamente anunciado y patrocinado, los rumores sobre una posible infidelidad del novio salpicaron unos momentos que debían ser de máxima felicidad.