Ivan Massagué: cambios físicos, dislexia e involución en 'MasterChef Celebrity'

Uno de los rostros más habituales de la ficción nacional es el de Ivan Massagué, al que hemos podido ver crecer y evolucionar como actor a lo largo de los muchos años que lleva de carrera. Este catalán acaba de cumplir 45 años y parece que haya hecho un pacto con el diablo, no se descarta que tenga un retrato escondido en casa que sea el que envejezca en su lugar. Puede que su look surfero contribuya a crear esta sensación, o puede que la energía que desprende sea la culpable.

Inquieto, siempre dispuesto a aprender y a superar nuevos retos, se convirtió en uno de los protagonistas más llorados por tener que abandonar las cocinas de ‘MasterChef’, por lo menos así lo sintió Carmen Lomana, su compañera de batallas en esa edición 'celebrity' y con la que tuvo una divertida química. Esta edición finalmente la ganó Ona Carbonell, quien ha sabido reinventarse tras su carrera deportiva. En su caso, el programa terminó pronto, pues en lugar de mejorar, los jueces afirmaron que estaba empeorando. Eso no impidió que viviera este reto al máximo, una novedad en su carrera, a la que Ivan regresó en cuanto pudo, pues la interpretación es su verdadero amor.

Durante un tiempo lo fue el fútbol, aunque con sus 182 centímetros no habría sorprendido que se decantara por el baloncesto. Sin embargo, su afición fue el balompié, como les sucede a casi todos los jóvenes que desde pequeños practican este deporte. “Como muchos niños, jugaba al fútbol y quería ser futbolista, pero lo dejé cuando descubrí el teatro”, confesaba en una entrevista para ‘¡Hola!’ en la que también reconocía que jugaba en el Barcelona, pero ni siquiera llegó a la cantera. Una pérdida para el mundo del deporte, pero sin duda una ganancia para el de la interpretación.

Hemos podido verle en cine, teatro y televisión, aunque ha sido en la pequeña pantalla donde ha interpretado a sus personajes más memorables, esos que se convierten en los preferidos por la audiencia. Así le pasó en ‘El barco’, donde Mario Casas y Blanca Suárez se enamoraron antes de hacerlo en la vida real, pero también estuvo en ‘El grupo’, en ‘Hospital Central’, en ‘7 vidas’, él era el Tony de ‘Gym Tony’ y tuvo la suerte de interpretar a su primer villano en ‘Parot’.

Por la interpretación ha hecho algunas locuras, como perder 12 kilos en seis semanas, proceso nada sencillo y que era imprescindible para su personaje en ‘El hoyo’, algo que hizo poniéndose en las mejores manos, pues contó “con un nutricionista, todo muy controlado”, explicaba en declaraciones para ‘LOC’. “Fue duro. Porque había momentos en el día en que me venía el monstruo del apetito. Pero me duraba unos 20 minutos y lo controlaba con la cabeza”. Una experiencia por la que pasan varios actores y que es completamente opuesta a la que tuvo que experimentar para otro de sus trabajos.

En febrero compartía en sus redes sociales parte del entrenamiento que tuvo que seguir para llegar a ese trabajo en las mejores condiciones físicas posibles. De nuevo contando con expertos del deporte y de la nutrición para evitar riesgos, se puso manos a la obra para darlo todo en 11 semanas de entrenamiento, pues era el tiempo con el que contaba.

Su trabajo es su pasión y en detalles como estos queda de manifiesto, sin embargo, que llegar a sentirse cómodo en su piel no ha sido una tarea sencilla para él, pues en su adolescencia tuvo que enfrentarse a ciertos complejos, quiso operarse la nariz. “Quería ser guapo”, confesaba en ‘¡Hola!’. “Menos mal que no lo he hecho. Mi madre me llevó al médico y estaban los dos compinchados. Me lo planteó el médico como una cosa de carnicería”. Ahora reconoce que este rasgo físico que un día odió “es lo más bonito que tengo”.

No hay duda de que con el tiempo ha aprendido a quererse y aceptarse, tampoco de que está orgulloso del hombre en el que se ha convertido, pues no duda en posar ligero de ropa en sus redes sociales, para deleite de sus seguidores, que aplauden cada instantánea que publica en paños menores, ya sea haciendo nudismo en la playa o presumiendo de glúteos en su casa.

Ha confesado en alguna ocasión que los estudios nunca se le han dado bien, ha probado suerte con la danza o la pintura, pero la actuación le robó el corazón a pesar de las dificultades que encontró por el camino; la primera de ellas, la dislexia que padece, una enfermedad que también encontramos en algunos miembros de la realeza europea. “Se nace disléxico y se muere disléxico, pero se puede ir reeducando con los años”, explicaba para ‘El Mundo’. “En este caso, es elemental el tema de la concentración. La madurez también ayuda un poco porque, cuando eres muy joven, hay mucho fracaso escolar, mucha frustración y eso te lleva a la falta de autoestima. Sin embargo, después me di cuenta de que soy muy vivo en otras cosas y muy capaz. Ya empiezo a estar muy a gusto con quien soy”.

Siempre discreto y priorizando su carrera, poco se sabe de la vida personal de este actor, salvo que es un entusiasta de las motos -de la suya en concreto- y que la última vez que le preguntaron afirmó estar soltero, aunque de eso hace ya un tiempo. En el pasado se le relacionó con la también actriz Rocío Peláez, conocida por su paso por ‘El secreto de Puente Viejo’ y que también ha participado en ‘Allí abajo’ o ‘El Príncipe’.