Nacho Guerreros, de 'LQSA': la lotería, riñas en plató y su cambio físico

Lleva ya doce temporadas siendo el entrañable portero de la urbanización de Mirador de Montepinar en 'La que se avecina' y durante todos estos años se ha ganado a pulso ser uno de los rostros más reconocibles y queridos de nuestra pequeña pantalla. Pero el papel de Coque no hubiera llegado para Nacho Guerreros sin que se concatenaran una serie de acontecimientos, algunos muy poco agradables.

"Decidí dedicarme a la televisión después de sufrir acoso escolar", confesaba el intérprete riojano sobre su vocación a Bertín Osborne, en una de las entregas de 'Mi casa es la tuya', tras asegurar que desde pequeño "era un friki" de la 'caja tonta'.

El de Calahorra ha plasmado esta dura experiencia en el libro 'Yo también sufrí bullying', donde ha intentado dar un mensaje para poder concienciar a los más jóvenes. Según le comentaba al cantante, fue la situación que atravesó de pequeño la que le empujó a plantearse en serio ponerse delante de las cámaras. Al acabar EGB, como se le daba muy bien dibujar, le matricularon en FP para ser delineante y fue entonces cuando se dio cuenta de que eso no era lo suyo. "Empiezo a ver que no es lo mío, había un par de tíos que me hacían la vida imposible y ese trato que tuve allí me dio el empujón".

En el mismo programa, una de sus compañeras de reparto, Vanesa Romero, aseguraba haber pasado también por el mismo infierno. "Las compañeras me hicieron la vida imposible, una vez hasta me tiraron por las escaleras", era su duro recuerdo. "Me refugié en mis padres y cambié de colegio, pero fue peor. También sufrí acoso en el otro centro", declaró entonces la actriz.

Guerreros aterrizó en Madrid para estudiar arte dramático y para ello durante seis años se ganó la vida cuidando de personas con algún tipo de discapacidad. También fue camarero y puso en marcha, junto a otros socios, un negocio de decoración. Pero fue un golpe de suerte el que le puso en el camino correcto para alcanzar su sueño.

Fueron en concreto cinco cifras, las del Gordo de la lotería de Navidad de 2002, las que coincidieron con varios décimos que habían comprado sus padres en la Cofradía de la Santa Vera de la Cruz de Calahorra. Por aquel entonces, Nacho trabajaba en un bar de copas, por lo que en esa fecha no estaba junto a sus padres. "Lo recuerdo como una verdadera locura. Yo estaba en la cama aún durmiendo. La noche anterior había trabajado. Yo volvía a La Rioja al día siguiente y ese 22 se me hizo eterno. Yo quería salir ya de Madrid para ir a casa a celebrarlo con mis padres", recordaba el actor en una entrevista a 'El Mundo'.

Gracias al dinero que le dejó su padre tras cobrar el premio, el intérprete pudo hacerse con los derechos de 'Bent', una obra de teatro de 1979 de Martin Sherman sobre la persecución de los homosexuales en la Alemania nazi. Así, poco a poco, Nacho Guerreros empezó a dar sus primeros pasos en el mundo de la interpretación. "Si mi padre no me hubiera prestado el dinero, yo no habría podido hacer la función. Para mí fue fundamental esa lotería", ha relatado el actor en alguna ocasión.

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H. Tomás

Tras ser nominado por la Unión de Actores como mejor actor en el año 2005 por esa obra, llegaría su debut en 'Aquí no hay quien viva' y, dos años después, su consagración en 'La que se avecina'. Durante los últimos años ha combinado papeles en televisión con incursiones en el cine, mientras ha seguido desarrollando su pasión por el teatro con su propia productora.

Pero los últimos años no han sido siempre de color de rosa para el actor. En 'Sobreviviré', el programa que presenta Nagore Robles, confesaba por ejemplo que había estado un año sin hablarse con uno de sus compañeros de la serie, el exchanante Pablo Chiapella.

"Yo estuve un año sin hablarme con un compañero por una tontería que podíamos haber arreglado los dos. Afortunadamente, esto pasó hace muchos años y hace muchos años que volvimos a ser amigos otra vez", aseguraba sin llegar a revelar el motivo de aquella riña. Sí recordó que entonces él "lo pasó muy mal y yo también. Era muy desagradable querer tanto a una persona y estar con él sin dirigirnos la palabra, excepto cuando tienes que compartir escena. Yo le adoro, porque nos adoramos".

Solidario, muy casero y siempre con los pies en la tierra, el que fuera nombrado Calagurritano de Honor en 2015 reconocía en una entrevista con Vanitatis que se "avergüenza de los chavales que han hecho dos películas y ya se creen que son los reyes del mambo" y no quiere ni oír hablar de tener pareja estable.

"Soy soltero empedernido y así lo seguiré siendo", aseguraba rotundo. "Comparto mi vida con dos personas, pero no hay poliamor, ni nada de eso. Somos compañeros de piso, porque a mí me gusta vivir en casas muy grandes. La única forma de vivir en pleno centro de Madrid y en casas muy grandes es compartiendo. Comparto mi vida con dos personas extraordinarias y mi día a día es levantarme muy temprano, hago deporte antes de incorporarme a la vida laboral".

Precisamente este deporte tiene la culpa del espectacular cambio físico que ha experimentado en los últimos años. El popular actor de 'La que se avecina' ha compartido en más de una ocasión con sus seguidores de Instagram cómo ha cambiado su cuerpo en la última década, y a juzgar por las imágenes que ilustran su muro, tantos años pasando la fregona a los rellanos del Mirador de Montepinar han tenido un inmejorable efecto.

"El deporte ha sido mi salvación contra el estrés y la ansiedad, entre otras cosas", ha confesado en sus redes el actor, que ya se encuentra preparando la próxima temporada de su exitosa comedia televisiva, en la que asistiremos a un cambio completo de escenarios y de tramas.

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