Maribel Verdú, en 10 curiosidades: hermanas gemelas, tres amores y un 'nieto'

No le hacen falta presentaciones y, sin embargo, no muchos conocen el lado más personal de Maribel Verdú. La actriz es un rostro habitual de la pequeña y gran pantalla, y a lo largo de los años ha conseguido ganarse el favor del público en cada uno de los proyectos que ha participado. Su fructífera carrera avala su talento y, durante la misma, ha conseguido grandes logros profesionales. Sin ir más lejos, entre 1992 y 2018, fue nominada en 11 ocasiones a los Goya y lo ganó en dos, por 'Siete mesas de billar francés', de Gracia Querejeta, y por 'Blancanieves', de Pablo Berger, con quien repetiría posteriormente en 'Abracadabra', por la que también compitió por el 'cabezón'.

Una serie de hitos que explican el hecho de que, después de casi cuatro décadas en la interpretación, siga siendo una de las actrices más aclamadas del panorama nacional y, durante ciertas épocas, también de la crónica social. Sus parejas, su implicación con distintas causas sociales o el hecho de que en los noventa la ensalzaran a la categoría de 'sex symbol' hacen de Maribel Verdú una persona de la que interesa su vida laboral, pero también personal.

1. Talento heredado

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Nacida en Madrid, el 2 de octubre de 1970. Maribel -o, como siempre la han llamado en su casa, Bell- se crio en el seno de una familia de clase media. Su padre, Gregorio, era vendedor de coches, y su madre, Isabel, ama de casa y modelo ocasional. De ella, precisamente, le viene su capacidad de posar ante la cámara y es que, antes de dedicarse en cuerpo y alma a la interpretación, fue modelo. Poco después, protagonizaría sus primeros anuncios publicitarios.

2. 'La manzana podrida'

Efectivamente, tenía 13 años cuando comenzaba a salir en pantalla y con 14 llegó su primer desnudo. Algo que no gustaba para nada a las monjas de su colegio, quienes llegaban a definirla, incluso, como 'la manzana podrida' de la clase. De su infancia, ha recordado en varias ocasiones que vivía con sus abuelos, ya que estos tenían su casa más cerca del colegio y que, cuando le preguntaban qué quería ser de mayor, respondía "piloto de rallies" o "presentadora de telediario".

3. Hermanas gemelas

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Maribel tiene dos hermanas, Carlota y Marina, cinco años más pequeñas que ella y gemelas. "Fui la primera nieta, la primera sobrina, la primera hija. De repente, nacieron mis hermanas y toda la atención se desvió hacia ellas", aseguraba una vez, explicando que tuvo verdaderos celos de sus hermanas. Ahora, sin embargo, están plenamente unidas y la actriz no duda en posar con ellas, siempre que puede, para deleite de sus seguidores.

4. Auténtica 'sex symbol'

La intérprete ha reconocido haber hecho "todo en el cine antes que en la vida real", incluso perder la virginidad. Fue a los 14 años con el actor Fabio Testi, en la película 'El sueño de Tánger'. Aquella fue una época en la que Maribel Verdú se convirtió en todo un icono, protagonizando portadas de la desaparecida 'Interviu' o desnudos en distintas películas. No en vano, no se arrepiente, ya que, como ha comentado, si se hubiera negado a aparecer desnuda en ciertas películas, se habría perdido algunas de las mejores cintas de su carrera, como 'Amantes' o 'La buena estrella'.

5. Víctima de acoso

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Eso sí, aquellos años tuvieron claroscuros. En su visita al programa de Jesús Calleja, 'Planeta Calleja', la intérprete revelaba haber sufrido acoso. "Tú eres un mito para muchas personas... ¿No sufriste acoso?", le decía el presentador. "Sí, y no conozco a ninguna mujer a la que no le haya pasado, que no haya tenido que soportar barbaridades. Que, de repente, has llevado a juicio, como fue mi caso hace muchos años", respondía ella con firmeza. Algo de lo que no quiso dar más detalles, pero que volvió a recordar en 'Lo de Evolé', mostrando solidaridad plena con movimientos sociales como el #MeToo.

6. Ganadora de un Oscar

La reunión, precisamente, que se dio en el programa de Jordi Évole con Penélope Cruz y Fernando Trueba, entre otros, tenía lugar con motivo del 30 aniversario del estreno de 'Belle Époque'. Una cinta que consiguió el Oscar a la mejor película de habla extranjera e hizo vivir una de las mejores noches de su vida a una jovencísima Maribel Verdú, que, con nervios y emoción, se desplazaba al teatro Kodak de Los Ángeles junto a sus compañeros para ver cómo el director recogía la estatuilla y codearse con grandes estrellas de la interpretación, sin sospechar lo que ella misma llegaría a ser.

7. Pasado sentimental

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En lo que respecta a su vida sentimental, Maribel ha sido siempre muy discreta. Su relación más sonada es la que mantuvo con el director de cine Antonio Giménez-Rico, quien la dirigió en 'Soldadito español' (1988) y 'Tres palabras' (1993). Su relevancia en la crónica social vino de la diferencia de edad entre ambos: ella tenía 17 años, y él 50. El siguiente gran amor de la actriz sería el operador de cámara Pablo Hernández, con quien estuvo seis años, pero la incompatibilidad de sus agendas llevó al fin de la relación.

8. El amor de su vida

Sin embargo, el gran amor de su vida ha sido y es Pedro Larrañaga, con quien se casó el 2 de septiembre de 1999. "Conocer a mi marido es lo mejor que me ha ocurrido en la vida. El secreto de lo nuestro es muy claro: querernos, respetarnos, admirarnos, que no exista rivalidad entre nosotros, reírnos a todas horas... y algo muy importante, el sexo, porque si no nos entendiéramos en la cama, nos convertiríamos en amigos", manifestaba en una entrevista a 'Diez Minutos'.

9. Abuela a los 40

Maribel y Pedro tuvieron muy claro desde el principio que no querían ser padres. "Eso lo tuvimos claro desde el principio y ahora que tengo casi 50 años esta pregunta sobra", comentaba en una ocasión. No obstante, el productor teatral tiene un hijo de una relación de juventud que le hizo abuelo hace algunos años. Un nacimiento que, además, convertía a Carlos Larrañaga y María Luisa Merlo en bisabuelos.

10. Algunos secretos

Entre los datos menos conocidos de Maribel Verdú, destaca su círculo de amistades, del que forman parte personalidades como la mismísima reina Letizia o Eugenia Martínez de Irujo, con quienes ha coincidido públicamente en más de una ocasión. Tampoco podemos dejar de mencionar su pasión por los pingüinos, un animal que le da suerte hasta el punto de que lo lleva tatuado en el abdomen. Y varias veces se ha definido como una auténtica obsesa del orden. Virtudes que quizá hayan sido la clave de su imparable éxito.