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José Luis Balbín: hombre de mundo, mesa en Bocaccio y whiskito
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OBITUARIO

José Luis Balbín: hombre de mundo, mesa en Bocaccio y whiskito

El periodista ejercía de asturiano y presumía de haber nacido en la mejor tierra del mundo

Foto: José Luis Balbín. (RTVE)
José Luis Balbín. (RTVE)

Ha sido su mujer, Julia Mesonero, la que informaba de la muerte de José Luis Balbín este jueves. Utilizó la cuenta del periodista para enviar el mensaje que confirmaba lo que ya sabían los familiares directos y los amigos íntimos. La salud del periodista era muy delicada en estos últimos meses. El mensaje era directo, conciso y pedía la misma discreción que había acompañado la existencia del creador del programa ‘La Clave’ durante toda su vida.

“Con profundo dolor os comunico que en el día de hoy a las 19:15 h. ha fallecido en Madrid José Luis Balbín. He querido comunicarlo por esta vía para agradeceros personalmente las continuas muestras de cariño y respeto que le habéis manifestado durante todo este tiempo en redes sociales y a través de la web oficial”. El mensaje terminaba informando: “Tal y como él quiso, sus restos mortales serán llevados a su ciudad natal, Pravia”.

El periodista ejercía de asturiano y presumía de haber nacido en la mejor tierra del mundo. No llegó a retirarse y continuaba viviendo en su piso del que es conocido como 'el barrio de los periodistas', frente al centro comercial La Vaguada. En ese barrio compartió tertulias con el también periodista Pedro Rodríguez, subdirector de la revista ‘Tiempo’ y uno de sus grandes amigos, como también lo fue Martín Ferrand. Igual que mantuvo una relación profunda con otro asturiano importante como fue Sabino Fernández Campo. Con el que fuera jefe de la Casa Real tenía sus piques: uno era de pueblo y el otro de Oviedo, de la capital, y cada uno tiraba para lo suyo.

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Balbín no llegó a retirarse totalmente, pero mientras pudo pasaba temporadas en su 'Asturias, patria querida', en la casa que tenía en Cudillero. Le entusiasmaban las casonas de indianos y aconsejaba a las amistades y a los colegas y trabajadores de la COPE, donde estuvo un tiempo colaborando en el programa de Federico Jiménez Losantos ‘La Linterna’, la visita a la Fundación Archivo de Indianos en Colombres, situada en la Quinta Guadalupe. En el despacho de su casa tenía su referencia asturiana. Un mapa del principado, un collage con fotos domésticas y una vitrina con su colección de pipas donde ya no cabía ni una más. El regalo más fácil para el periodista era una pipa y llegó a comentar a sus amistades que ya había cerrado el cupo.

París, Berlín, Londres

Balbín no frecuentaba los salones sociales, salvo si no tenía más remedio. Había un bar justo al lado de su casa donde solía desayunar y compartir charla con gente de la zona que le daba la opinión de la calle. Era una manera de testar la actualidad. Más de una vez en esas tertulias improvisadas hacía críticas sobre el ego periodístico y la costumbre de los tertulianos de utilizar el 'yo' permanentemente. Era hombre de mundo. Había sido corresponsal en París, en Berlín, en Londres, y eso le daba una visión diferente a las de otros colegas que se apalancaban en sus despachos y frecuentaban los centros de poder.

En su programa, que fue la representación de la Transición, se abodaron todos los temas: desde el aborto a la homosexualidad, la pena de muerte o la legalización del PCE. Por muy espinosos que fueran en una España que abandonaba la oscuridad para vivir en democracia. Hasta cuatrocientos programas hubo, y en uno de ellos fue donde Lola Flores acuñó una de sus frases más míticas: “Cuando yo me muera, a lo mejor pido que en la caja me la metan...”, decía cigarrillo en mano. “La bata de cola”, aclaraba después de una pausa, provocando las risas de los contertulios.

Balbín era fijo de Bocaccio, una discoteca muy particular por donde pasaba el mundo intelectual, bohemio, frívolo y periodístico. La mesa del periodista era un lugar de encuentro para seguir de tertulia con whisky, que era lo que bebía. Según entrabas en el local, la primera a la derecha. Allí se juntaba con María Asquerino, Chicho Sánchez Ferlosio, José Luis Coll (con el que conectaba regular), Ágata Lys, Victoria Vera, Raúl del Pozo, Ana Belén, Pilar Miró y Mónica Randall. Con la actriz mantuvo una relación discreta durante varios años. Balbín tenía mucho éxito con las mujeres, pero nunca presumió como sí hacían otros colegas. Si hubiera que definirlo con una palabra, sería caballero.

Ha sido su mujer, Julia Mesonero, la que informaba de la muerte de José Luis Balbín este jueves. Utilizó la cuenta del periodista para enviar el mensaje que confirmaba lo que ya sabían los familiares directos y los amigos íntimos. La salud del periodista era muy delicada en estos últimos meses. El mensaje era directo, conciso y pedía la misma discreción que había acompañado la existencia del creador del programa ‘La Clave’ durante toda su vida.

Lola Flores
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