Entramos en las casas que no volverán a ser hogar para Risto Mejide y Laura Escanes
La pareja anunciaba su separación durante el fin de semana después de más de un lustro de compartir sus vidas y un mismo espacio. Bueno, dos
Hace unos meses, principios de junio para ser exactos, Risto Mejide y Laura Escanes estrenaban en una plataforma un pódcast de nombre 'Cariño, ¿pero qué dices?'. El espacio convertía el escenario en el que se grababa en una especie de salón de su casa para que el periodista y la influencer se sinceraran sobre distintos asuntos de la vida y cómo la veía cada cual. Que a juzgar por lo que ha ocurrido cuatro meses después, a lo mejor no eran tan similares.
Risto y Laura se separan. Atrás quedan siete años en los que han ido construyendo un proyecto vital que ahora queda truncado, aunque, como ellos mismos afirman en redes, el trato y el cariño perdurarán: “Solo espero que seamos tan buenos ex como hemos sido como pareja. Que sepamos encontrar cada uno la vida que queremos”, escribía Risto en un doloroso mensaje publicado en sus redes sociales. "Han sido 7 años maravillosos. También duros. Pero ha sido un regalo compartir mi vida contigo", dejaba escrito Laura en las suyas. Siete años, una hija en común y una casa que ha sido hogar. Bueno, en realidad han ido viviendo a caballo entre Madrid y Barcelona, pero desde 2021 tenían la capital como centro de operaciones. De hecho, mucho antes de mudarse ya estuvieron anunciando el cambio y las razones: no querían pasar tanto tiempo separados.
Gracias a las fotografías que Escanes ha ido publicando a lo largo de este tiempo, hemos podido colarnos en la intimidad de su hogar.
Menos es más
Esta ha debido de ser una de las máximas utilizadas por la pareja en la decoración de su casa porque los blancos y los grises eran predominantes en las tonalidades de paredes y techos. También los muebles elegidos para decorar tienen unas líneas minimalistas. El salón, presidido por un par de cómodos sofás en los que hemos visto a la influencer sentada en muchas ocasiones, se abre hacia un amplio comedor decorado con una mesa con un estilo moderno coronada por una original lámpara en tonos dorados. Tampoco faltan detalles que ponen de manifiesto que están pendientes de las tendencias. Contraste de colores, sillas de bouclé, uno de los tejidos del momento, un gran espejo y una lámpara en dorados, que refleja la luz y crea un ambiente cálido.
Bajo la mesa de comedor, una alfombra de fibras naturales, que nada tiene que envidiar a la que escogieron para colocar en el salón, de pelo largo y color claro con un discreto diseño geométrico. Una gran idea, sobre todo si tenemos en cuenta que Laura ha confesado que le encanta sentarse en el suelo a leer y escribir.
En la decoración de este hogar tuvo mucho que ver tanto Laura como la firma de interiorismo Westwing, con la que la influencer colaboró para darle un toque nuevo a algunos de los rincones de la casa. Fruto de esa colaboración, la catalana afirmaba que su punto de vista había cambiado, y que ya no solo buscaba el diseño y la comodidad, también que se adapte a vivir con un bebé en casa, con elementos redondeados en lugar de las peligrosas esquinas.
Prueba de ello es la mesa central, redonda, de efecto marmolado y estructura dorada, que descansa en la zona de sofás de su salón, donde, enfrentados, podemos ver un típico chéster en color piel y un sofá tapizado en color gris, donde ella suele posar para las fotografías, probablemente porque en él recibe luz directa.
Otra prueba fue, claro está, la habitación que decoraron para Roma, la hija que tienen en común. La pareja decoró la habitación de la pequeña con una cuna con dosel, decoraciones rústicas en madera y combinación de tonos rosas y azules. Además, adornaron la pared con un original papel con estampados. Este dormitorio presume de un claro estilo infantil, pues la pequeña tiene poco más de un año. Los suelos están cubiertos por confortables alfombras, que añaden calidez a la estancia y evitan que la niña pueda resbalarse, ahora que sus pasos todavía no son todo lo firmes que serán cuando crezca. El elemento más llamativo, y que más ilusión les hace a los peques, es el tipi que podemos ver en una esquina, perfecto para que tengan su propio rincón en el que disfrutar de sus juegos o de sus ratos de descanso.
La otra casa
Antes de convertir Madrid en su lugar en el mundo, Risto y Laura convivieron en Barcelona. Tal vez por eso siempre les quedó esa querencia por Cataluña en el interior, y tal vez también por esa razón, la pareja decidió que su segunda residencia, la de las escapadas, la de huir del ruido y el estrés estuviera en la comarca de la Cerdanya, en algún punto entre Lleida, Girona y Andorra.
De nuevo, sus redes han servido para adentrarnos en esos espacios abiertos y con grandes ventanales que permitían que la naturaleza que les rodeaba fuera un elemento más de la decoración.
El interior de la vivienda tiene su sello de identidad: comodidad, sencillez, confort. Su cuarto de estar está diseñado para sentirse a gusto, cuenta con grandes ventanales que dejan entrar la luz, pero para evitar el frío también tienen una maravillosa y estilosa chimenea. Un espacio cálido, hogareño y muy romántico. Muchos son los rincones que nos faltan por descubrir de esta vivienda, pero hay otros que parecían tenerles completamente enamorados. La zona de la chimenea es una de ellas, y esta nada tiene que envidiar a la espectacular biblioteca.
Un espacio con varias alturas, que cuenta con escalera para acceder a la zona superior, con estanterías también en los laterales, pues ambos son amantes de la literatura, aunque es Risto quien cayó rendido a los pies de este espacio: “Ya los tengo aquí”, escribía al compartir una imagen de este espectacular espacio. “Ahora solo me falta ordenarlos. ¿Alguien se apunta? Mi biblioteca es mi biografía”.
En el exterior, jardín, piscina. Un impresionante jardín en el que poder jugar, correr o tomar el sol, algo que también se puede hacer al borde de la piscina, pensada no solo para chapotear, también para hacer algunos largos y mantenerse en forma.
Hace unos meses, principios de junio para ser exactos, Risto Mejide y Laura Escanes estrenaban en una plataforma un pódcast de nombre 'Cariño, ¿pero qué dices?'. El espacio convertía el escenario en el que se grababa en una especie de salón de su casa para que el periodista y la influencer se sinceraran sobre distintos asuntos de la vida y cómo la veía cada cual. Que a juzgar por lo que ha ocurrido cuatro meses después, a lo mejor no eran tan similares.
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