Las lágrimas de Susana Saborido, la mujer de Joaquín, por su tragedia familiar

Joaquín Sánchez sigue empeñado en demostrarnos que, a falta de Messi y Cristiano Ronaldo, es el jugador más mediático de nuestra liga de fútbol. Primero, el verdiblanco conquistó al público con su carisma y sentido del humor en el programa 'Joaquín, el novato', donde el andaluz se enfrentó a diversos oficios, acompañado de famosos de primer nivel. Durante los sucesivos capítulos asistimos también a su día a día junto a su mujer, Susana Saborido, y sus hijas.

Ellas también han sido protagonistas de grandes momentos en el programa, como cuando probaron junto al prestigioso chef David Muñoz las lentejas que les preparó el futbolista. Por supuesto, también lo son ahora en la nueva aventura televisiva de Joaquín, una docuserie llamada 'La penúltima y me voy'.

En esta ocasión, y a través de ocho capítulos, el veterano futbolista nos presenta a su familia y amigos, sus grandes apoyos vitales, que nos ayudarán a conocer su faceta más personal y desconocida.

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En su segunda entrega, hemos podido asomarnos a la bonita historia de amor entre Joaquín y Susana, que dura ya más de veinte años, pero que también ha estado salpicada de momentos amargos como el que recordaron cuando vieron de nuevo el vídeo de su boda, que se celebró en 2003 en El Puerto de Santa María ante multitud de invitados, entre los que se encontraba el famoso presidente del Betis, Manuel Ruiz de Lopera.

"Ahora viene el baile con mi primo y lo quiero ver", le dice Susana a su marido mientras las imágenes aparecen en pantalla. Pero al contemplar el baile, no puede contener las lágrimas ya que su familiar fallecería tiempo después en un accidente, y tanto Joaquín como sus hijas, Salma y Daniela, acuden a consolarla.

La madre de Susana intervenía entonces para recordar a Antonio, primo hermano de su hija, diciendo de él que "era un niño muy cariñoso, siempre estaba con nosotros. Me cuesta decir esto, pero cuando llamaron diciendo que se había matado en un accidente... es duro, pero son cosas que pasan en la vida".

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Pasado el mal trago de ese duro recuerdo, Joaquín recordaba el día de la boda con cariño, pero eso no evitaba que hiciera una confesión con su habitual buen humor: "A mí me dicen que tengo que volver a pasar por eso, y no paso”.

Con reboda o sin ella, a lo largo de esta docuserie ambos nos han dejado sobradas muestras de que siguen muy enamorados. Susana, por ejemplo, ha confesado que una de las cosas que le enamoró del futbolista es lo bien que se lo pasa junto a él y su faceta como progenitor. "Mis hijas nunca han tenido la carencia de su padre", asegura la media naranja del bético.

Joaquín, por su parte, afirma que tiene que dar las gracias a Susana por muchas cosas, entre otras porque "es el pilar importante de esta familia". La pareja, que se conoció tras fallar Joaquín el penalti en el Mundial de Corea, planea ahora cómo será la celebración de sus 25 años de casados. "Algo más íntimo, no, no, como la boda no", insistía Joaquín, mientras Susana proponía que "después nos vamos a París los cuatro", algo que el futbolista no termina de ver, ya que, en su opinión, "nosotros no pegamos en París".