El histórico destino de viaje de Virginia Troconis y Manuel Díaz, el Cordobés
El diestro, que recorrió la ciudad universitaria y la dehesa salmantina con su mujer, bromeó delante de la universidad sobre un pase muy conocido en el ruedo para burlar al toro
Sacarle el máximo partido a la vida. Es la filosofía de Manuel Díaz, el Cordobés, que disfruta de cada momento y experiencia, eso sí, siempre acompañado de su mujer, Virginia Troconis, su apoyo incondicional desde 2002, año en el que el diestro conoció a la modelo venezolana.
Esta vez, la pareja eligió Salamanca, ciudad que le gusta mucho al diestro, como destino de fin de semana para recargar las pilas. Manuel es un asiduo de los campos salmantinos; en esas tierras cuenta con una gran cantidad de amigos y le gusta acudir a fincas de toro bravo, donde coge la muleta de puertas para adentro.
Pero en esta ocasión la pareja se centró en contemplar los monumentos de la ciudad como la catedral, la universidad y la plaza Mayor, y recorrer a pie el casco antiguo mientras se empapaban del ambiente histórico y universitario de la ciudad del Tormes.
En uno de esos rincones, Manuel hizo gala de su carácter afable y divertido. Tras visitar la universidad no pudo evitar bromear con el tradicional ‘salto de la rana’, con el que los toreros escapan del animal bravo y que él ha practicado. En dicha universidad se puede observar tallada una calavera sobre la que se ha posado una rana: “Me sigo ganando la vida con la rana”, bromeó en una historia de Instagram.
La pareja disfrutó de la gastronomía típica de las Tapas de Gonzalo en el casco urbano y también visitó una conocida yeguada cercana al pueblo de Baños de Ledesma. “No hace falta irse muy lejos para conocer maravillas y disfrutar”, aseguraba el diestro en sus redes sociales, donde acostumbra a compartir con sus seguidores todas sus experiencias.
A Virginia también le gusta celebrar estos momentos de felicidad con su pareja: “Qué bien me lo he pasado… Nuestros fines de semana para recargar las pilas… Tan feliz y agradecida”, dice mientras posa con un sombrero típico protegiéndose del sol en la dehesa salmantina.
“Visualizar un sueño es empezar a conquistarlo”. Son las palabras que lanza al aire el Cordobés en sus redes sociales. El diestro, de 54 años, vive una de las etapas más especiales y emocionantes de su vida. Se siente un hombre nuevo, desde que se reconcilió con su padre, Manuel Benítez, el Cordobés, con un abrazo histórico en un primer acto público juntos, coincidiendo con un homenaje al veterano torero. “Estar a su lado fue una sensación que no he sentido con nadie en mi vida. No me lo podía creer. Es un ser humano excepcional, muy especial, que traspasa”, decía entonces.
Sacarle el máximo partido a la vida. Es la filosofía de Manuel Díaz, el Cordobés, que disfruta de cada momento y experiencia, eso sí, siempre acompañado de su mujer, Virginia Troconis, su apoyo incondicional desde 2002, año en el que el diestro conoció a la modelo venezolana.
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