La condición que Manuel Díaz, el Cordobés, le puso a su padre para verse
Tras vivir una inesperada reconciliación pública después de 54 años, rememoramos la historia de la lucha del torero por conseguir el amor de su padre
Manuel Díaz ha tardado 54 años en que su padre, Manuel Benítez, no solo le diera un abrazo, sino que también le reconociera como hijo públicamente. Fue este pasado lunes cuando ambos toreros se reunieron en la Universidad de Córdoba con motivo del aniversario del nombramiento del mayor de estos como V Califa del Toreo. Hace unos meses, durante la fiesta de los premios de la revista 'Escaparate', el Cordobés aseguraba a Vanitatis que el encuentro estaba cada vez más cerca. “Estoy en un momento muy especial y, tanto para Manuel Benítez como para mí, el final será que estemos juntos. La vida va marcando un camino y aquí no hay culpable. Las cosas sucedieron así y llegará un día en que se cierre el círculo”, eran sus palabras. Y así ha sucedido.
Por ahora, el hijo solo quiere dar las gracias a los muchos mensajes y muestras de cariño que está recibiendo y no da abasto para contestar. Mejor dicho, por ahora quiere mantener la calma después del motivo de felicidad que le ha dado la vida con este reconocimiento, que para el mundo taurino no era entendible. Y tampoco para todos aquellos que le han tratado a lo largo de estos años en que ya era legalmente hijo de Manuel Benítez.
Es más, el abogado Fernando Osuna, encargado de tramitar la demanda de paternidad, explicaba a Vanitatis este martes algunas vivencias de los que fueron tiempos duros: “Le he visto llorar, porque no era capaz de comprender por qué su padre no quería saber nada de él, ni de sus hijos”. Además, asegura que tomar la decisión fue muy difícil, “pero para él lo más importante era que su madre tuviera su sitio. He hablado con Virginia (Troconis) y me dice que no puede estar más orgullosa. Está feliz por él, por su madre, por su familia”, afirma.
Por ello, desde ayer lo están celebrando en la finca de Guillena (Sevilla), donde vive la familia. Manuel ha querido relajarse y no ha salido de su campo. Lo que ha hecho ha sido organizar un tentadero. Aún tiene que medir los tiempos y lo que sí tiene claro es que quiere dar las gracias públicamente. Quizás lo haga mañana mismo en su primera cita con los medios tras la noticia. Un acto organizado por Bancos de Alimentos para presentar una corrida solidaria de máximo nivel. La infanta Elena e Isabel Díaz Ayuso también estarán presentes en calidad de madrinas de honor.
Espartaco y Curro Romero le dieron la alternativa en 1993 en la Maestranza y, por supuesto, el padre, que aún no lo era legalmente, no acudió, ni tan siquiera le echó una mano a lo largo de su carrera. “Todo se lo ganó él solo con mucho esfuerzo”, contaba Espartaco a Vanitatis. En esto coinciden todos los que le han tratado y así lo comentaban en la última feria del caballo SICAB varios personajes del mundo social y empresarial. “Es el mejor hijo que cualquier familia quisiera tener”, decían. En esa misma cena, Manuel Díaz aún no tenía muy claro cuándo sucedería el encuentro. “Mi relación con él se mantiene en tierra de nadie”, señaló.
Así era. El Cordobés no tenía ningún interés en conocer a su hijo, tal y como aseguraban las pruebas de ADN del Hospital de Córdoba. Cuando el Cordobés recibió el informe, lo primero que hizo fue ir a casa de su madre. Y él mismo lo contaba a Vanitatis: “Sobre todo estoy contento por ella. Una mujer que ha sacado a sus hijos adelante y que ha hecho que seamos una familia unida. No me siento dichoso de que esta situación se haya resuelto de esta manera, pero tampoco había opciones”.
Cada vez que se le preguntaba por el reencuentro prefería ser cauto y no ilusionarse con algo que podía no suceder nunca: “Yo sabía que el tiempo se me terminaba y lo que no quería era dejar en el aire de dónde vengo, porque ser padre es otra cosa. Es un sentimiento que crea un vínculo día a día, no de repente. Hacer un hijo no es ser padre. Lo que sí le diría es: '¿Por qué hemos esperado tanto?”.
Cuando se hizo público el dictamen del ADN hubo intermediarios que intentaron la reunificación antes de este martes 14 de febrero de 2023. Unos de buena fe y otros con interés económico. Incluso se llegó a plantear un reportaje exclusivo y remunerado de ambos en una finca. Cuando Manuel Díaz lo supo se negó en redondo. La contraprestación económica no entraba en sus planes. Lo único que tenía claro es que sería en un acto público como así ha sido.
Antes de este abrazo en la Universidad de Córdoba sí que hubo encuentros previos. Los primeros, los dos en solitario, y después en el campo de Sevilla con Virginia, el resto de la familia y Julio Benítez. El hermano torero fue el primero que dijo a su padre que iba a verse con Manuel y esta decisión no fue bien acogida por el Cordobés veterano. Mucho menos por Martina Fraysse, con la que se había casado en 1975 y con la que tuvo a sus cuatro hijos.
En la actualidad están divorciados y casualmente la separación se hizo efectiva al mismo tiempo que Manuel Benítez se hacía las pruebas de paternidad en el 2016. Coincidencia o no, lo que sí forma parte de la leyenda (o la realidad) en la vida del torero fue la petición que le hizo su mujer de que nunca se sometiera a ninguna prueba de ADN y por lo tanto nunca reconociera a ningún hijo.
En este punto habría que remontarse al tiempo en que la madre de Manuel Díaz, con 18 años, se quedó embarazada y el torero, que era una gran figura con repercusión internacional, decidió que eso (el bebé) no era asunto suyo. La madre sacó adelante a los hijos y lo que sí tuvo claro Manuel Díaz era que iba a salir como lo había hecho su padre con o sin su ayuda. Ahora, en este 2023, por fin su padre estará a su lado.
Manuel Díaz ha tardado 54 años en que su padre, Manuel Benítez, no solo le diera un abrazo, sino que también le reconociera como hijo públicamente. Fue este pasado lunes cuando ambos toreros se reunieron en la Universidad de Córdoba con motivo del aniversario del nombramiento del mayor de estos como V Califa del Toreo. Hace unos meses, durante la fiesta de los premios de la revista 'Escaparate', el Cordobés aseguraba a Vanitatis que el encuentro estaba cada vez más cerca. “Estoy en un momento muy especial y, tanto para Manuel Benítez como para mí, el final será que estemos juntos. La vida va marcando un camino y aquí no hay culpable. Las cosas sucedieron así y llegará un día en que se cierre el círculo”, eran sus palabras. Y así ha sucedido.
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