Nuria Roca, sobre la maternidad de Ana Obregón: "No podemos ponernos de perfil en este tema"

Nuria Roca es una de las caras televisivas con mejor imagen y con una aceptación popular grande. Aún se recuerda su paso por el programa ‘Waku Waku’ o la primera vez que dio las campanadas junto a Ramón García. Ahora triunfa como presentadora de ‘La Roca’.

Su abanico profesional es tan amplio como su sentido del humor, que se convierte en su mejor tarjeta de visita. Cambió la arquitectura técnica por la televisión, que compagina con el teatro y con series. Confiesa que tiene tiempo para escribir libros, dedicarse a su familia, a sus amigos y disfrutar de la vida y que hasta puede estar sin hacer nada. Aunque suene a tópico, el ser multitarea lo soluciona con una buena organización. Ahora, ha vuelto a repetir junto a su marido, Juan del Val, como imagen de la campaña de primavera-verano de la firma Cortefiel.

Lo primero, preguntas relacionadas con la actualidad. El Rey emérito se encuentra en Sanxenxo y vuelve el debate. ¿Con razón o sin ella?

Creo que no se están haciendo bien las cosas. No habría debate si se abordara con mayor naturalidad. Hay que definir la situación y ser conscientes de lo que hay.

¿Consideras que puede moverse libremente?

Es que ya lo hace. Creo que con la responsabilidad que ha tenido y sigue teniendo debe dar explicaciones. A partir de ahí, hay que asumir que hay un Rey emérito.

Tema Ana Obregón. Otro asunto polarizado.

A mí me parece exagerado y discriminatorio. Se centra en la figura de Ana Obregón por un lado, resaltando la edad que tiene. Algo que me parece injusto y machista porque con los hombres no se hace. La maternidad subrogada existe y, por lo tanto, hay que legislar. No podemos ponernos de perfil, que últimamente se lleva mucho. Y ahora hay políticos que se suben al carro porque estamos en precampaña.

¿Qué supone ser una de las mujeres de moda?

Es un término engañoso. La moda igual que llega se pasa. Cuando empecé en televisión lo estuve escuchando, y si después de treinta años desde mis inicios laborales, la prensa lo considera así, pues qué quieres que diga, que ¡me encanta!

¿Imaginabas tu popularidad?

Jamás. Me sigo sorprendiendo todos los días y creo que son ciclos. Hay etapas en las que estás más en auge y otras con perfil más bajo. He tenido la suerte de trabajar siempre. Y estoy muy agradecida.

Estás en ‘El hormiguero’, en ‘La Roca’, escribes, haces teatro, series… Tienes tiempo para todo.

Es una cuestión de organización. Es la sensación que da, pero realmente no hago todo a la vez. Sería imposible y no soy una superwoman. Hay algunas cosas que se pueden compaginar y otras a las que hay que renunciar. He aprendido que cuando estoy en una cosa no pienso en la siguiente.

Cuando llegas a casa, ¿qué te gusta hacer?

¿Te digo la verdad? Nada. Me relaja mucho estar en la cocina, que es mi centro neurálgico, ver el iPad sin ninguna razón laboral, tomarme un cafetito viendo la tele…

¿Tus hijos cómo llevan el que sus padres sean conocidos?

Lo llevan bien porque lo han visto desde siempre. Incluso me hacen bromas y me dicen: “Mamá, que a papá le conocen más que a ti”.

Tienes mejor imagen que Juan del Val.

¡Claro! Pero no lo creas, la gente se identifica mucho con él. A pesar de lo polémico y de lo provocador que es en algunas ocasiones, en el fondo están de acuerdo con lo que dice. Yo soy más correcta.

¿Y en casa también?

¡Qué va! Con los hijos yo soy el poli malo.

Parece que el sentido del humor marca vuestra relación.

Creo que sin sentido del humor es difícil sobrevivir a todo. Me parece fundamental en una pareja, en la familia, con los hijos… Juan y yo nos lo pasamos muy bien juntos.

¿Estar tanto tiempo juntos en el trabajo es complicado?

Puede dar la sensación de que estamos las veinticuatro horas juntos, pero no es así. Hay días que ni nos vemos.

Eres muy crítica con los clikbaits.

Sí, y cada vez más. Es una lacra que nos está tocando vivir y hace mucho daño al periodismo. Yo vivo las consecuencias de ver un titular llamativo y ya no entro a leer la noticia. Sé que es mentira.

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¿Hacia dónde va la información?

A la capacidad de selección del lector y de discernir quién cuenta la verdad y quién no. Ya se sabe de antemano que si un titular viene de determinado medio, es falso. Y no es solo en nuestro pequeño universo de prensa. La gente sabe distinguir.

¿Cuántos personajes te dijeron no y ahora se vuelven locos por ir a tu programa?

No he llegado a ese punto de que se vuelvan locos porque entrevista Nuria Roca. Hay que currárselo todo los días. Y claro que me han dicho muchas veces que no. Sobre todo en mis inicios.

Los personajes se convierten en periodistas.

Sí, y también en diseñadores de moda, de joyas, en actores de su propio espectáculo, en escritores…

Eres activa en las redes sociales. ¿Sueles bloquear?

Sí, claro. Cuando alguien veo que no le gusto nada, le ahorro el sufrimiento.

En realidad, el trabajo televisivo te llegó por casualidad. Estudiabas para ser arquitecta técnica…

Si, aparejadora y me sigue apasionando la arquitectura, el diseño, el arte. Una de las cosas que más disfruto cuando viajo es pasear para ver edificios.

¿Sustituir a Pablo Motos es un caramelo o lo contrario?

Es un lujo, un regalo.

¿Han sentido envidia de ti?

Sí, muchas veces, aunque en el momento no he sido consciente. Afortunadamente, estaba a otros menesteres y por eso no me ha afectado. Lo que sí te diré es que hubo programas en los que realmente lo pasé mal. En algunos me sentí maltratada, pero soy muy caparazón y fui a la mía.

Vuelves a protagonizar con tu marido la campaña de Cortefiel de esta temporada.

Estoy encantada. Repetir con ellos y presentar la colección de primavera es muy interesante.

¿Cómo lleva Juan esto de ser modelo?

Le encanta la moda y le gusta ir de compras. Incluso más que a mí.