Las lágrimas de angustia de Marta Pombo ante las reacciones recibidas por incitar a su hija a gatear

La influencer contaba en sus stories de Instagram cómo su hija Martina recibía una clase de iniciación al gateo con una fisioterapeuta amiga suya llamada Isabel. Una experta enseñando masajes infantiles, volteo o gateo de la que daba su contacto antes de que las redes se le echaran encima.

Según contaba ella misma en varios vídeos, en los que acababa llevándose un buen disgusto que la llevaba incluso a las lágrimas, había recibido multitud de comentarios que criticaban el hecho de que necesitara de ayuda externa para que su hija gatee, algo que numerosos seguidores consideran innato.

Sorprendida e indignada, Marta reconocía haber recibido “cientos de mensajes” en los que asegura que había insultos y “con un tono superfeo”. Reconocía, justificándose, que sabe que los bebés acaban gateando en la mayoría de ocasiones solos, pero narraba que su hija se frustra mucho estando bocabajo, llegando a llorar para que la coja en brazos.

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Por eso ha querido contar con la ayuda de su amiga, con la que Martina no tiene tanta confianza y aguanta un poco más, y se preguntaba qué tiene de malo que una amiga suya le enseñe trucos para fomentar el gateo. Asegura que hará “lo que quiera con mi hija” porque no está haciendo nada malo y no entiende las críticas tan poco constructivas.

Muy sorprendida, aseguraba que entiende que a veces puedes tener una opinión diferente, pero reconocía que las redes sociales a veces la dejaban “flipando”. Con un buen sofocón, se grababa con lágrimas en los ojos y admitía que se ha “llegado a estresar”, incluso llegando a sentir “un poco de ansiedad” tras leer los cientos de mensajes.

Afirma que nunca va a “entender este odio” porque considera que no ha hecho nada malo para su hija. Unos minutos después, confesaba que ya se le había pasado el disgusto tras escuchar ABBA a todo volumen en su coche y cantar a voz en grito. Y se prometía que este incidente no le ocupe más lugar en su día.